Plan anti-recortes en la sanidad española con un gasto blindado hasta 2026

El ‘peso’ de la sanidad en el apartado de gastos de la economía española se mantendrá intacto, como mínimo, durante los próximos tres años. El Programa de Estabilidad que ha actualizado recientemente el Gobierno central contempla que el desembolso público asociado a esta cartera quede congelado en el 6,9 por ciento del PIB hasta 2026, de forma que el área sanitaria quede blindada ante los posibles recortes derivados del cálculo del déficit. 

El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha avanzado su intención de priorizar la partida asociada a la sanidad y otras categorías “importantes” como la educación y la protección del medio ambiente. En la reforma del Programa de Estabilidad subraya este “compromiso con el bienestar de los ciudadanos”, que pasa, entre otras medidas, por mantener en el 6,9 por ciento el gasto público sanitario, que ya menguó 0,4 puntos en el ejercicio de 2022.

“Con el estallido de la crisis sanitaria en 2020, inicialmente, habría cabido esperar que la senda de consolidación fiscal de este subsector se alterara de manera significativa dado que las comunidades autónomas tienen atribuida las competencias en materia de servicios públicos fundamentales. Sin embargo, el Estado desde el inicio de la pandemia reforzó su financiación con importantes recursos adicionales”, recoge el informe.

Según lo previsto en este documento, también quedarán ‘congeladas’ las inversiones en Educación (4,5 por ciento) y los Servicios públicos generales (5,7 a partir de 2023), mientras que se reforzarán la Defensa (hasta el 1,3 por ciento en 2026), y la protección social (19 por ciento). Ese año, el conjunto del gasto alcanzará los 634.297 millones de euros (un 46,3 por ciento del PIB).

En el Programa Nacional de Reformas de 2023, el Ejecutivo ya expuso su disposición a “eliminar del cálculo del déficit” a ciertas carteras, “en particular, la sanidad” y otras inversiones sociales, a fin de “evitar recortes” en el proceso de transformación “hacia una fiscalidad más justa, progresiva y suficiente”. Según recoge el documento, será preciso “abordar la reforma del sistema de financiación en las comunidades autónomas y de las entidades locales, revisando la distribución de recursos entre administraciones”.

Impacto del envejecimiento en el gasto sanitario

En este informe sobre el gasto sanitario, el Gobierno central advierte a su vez del impacto que tendrá sobre la sanidad el paulatino envejecimiento de la población.  Según las primeras estimaciones, el gasto asociado a este fenómeno en materia de sanidad supondrá una variación del 1,3 por ciento (hasta el 7 por ciento en 2026).

“El sistema sanitario merece una mención específica por su importancia en términos de resiliencia, tanto por su incidencia en el bienestar y en la calidad de vida de la población, como en términos financieros, si tenemos en cuenta los desafíos que debe afrontar en especial en relación con el envejecimiento demográfico y la investigación e innovación. Por ello, se desplegarán actuaciones dirigidas a fortalecer el Sistema Nacional de Salud, garantizando la equidad en el acceso a unos servicios sanitarios públicos de calidad y reforzando su sostenibilidad”, concluye.