Félix Espoz. Madrid Hace algo más de un mes, el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, aseguraba que las comunidades autónomas le habían trasladado al Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad su preocupación por la “baja cobertura” que está teniendo esta temporada la campaña de vacunación contra la gripe estacional. Incluso, alguna comunidad reconocía que sólo había inmunizado al 60 por ciento de los pacientes que el año anterior por estas fechas habían acudido a ponerse la vacuna. “La mala experiencia de la gripe A del año pasado se ha vuelto contra la enfermedad y la vacunación”, asegura Javier Gómez, coordinador del Grupo de enfermedades infecciosas del Programa de Actividades Preventivas y Promoción de la Salud de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria. “Si es algo leve y se rebaja la conciencia de la enfermedad y sus complicaciones, ¿para qué me voy a vacunar? Además, el hecho de que la vacuna de este año incluya en su composición el virus inactivado A pandémico, que ha generado tan mala prensa, produce el nefasto resultado de un descenso significativo de las coberturas vacunales de la gripe”. Ángel Gil, catedrático de Medicina preventiva de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y miembro del Grupo de Estudio de Vacunación en el Adulto, explica que “todo lo que pasó con la gripe A ha hecho que las autoridades sanitarias hayan tenido una cierta prudencia al hablar de la gripe, pero esto hace también que si no se informa activamente la vacunación baje un poco. En España se ha hecho mucho en la prevención de la gripe y es una pena que todo ese trabajo vaya cayendo”. Comunidades autónomas como Galicia, País Vasco, La Rioja, Aragón o Madrid decidieron prolongar el periodo de vacunación con el fin de vacunar al mayor número de personas. Los resultados del Gripómetro, una iniciativa dirigida por el Grupo de Estudio de la Gripe, ratifica que solo el 55 por ciento de los mayores de 65 años, uno de los grupos de riesgo, se ha vacunado frente a la gripe estacional. Este porcentaje es bastante inferior al de otros años, que suele rondar el 65 por ciento. Incluso esta tasa está por debajo de la que recomienda la Organización Mundial de la Salud , que alcanza el 75 por ciento. |