Los médicos tienen la tasa de suicidio más alta de todas las profesiones

Los médicos tienen la tasa de suicidios más alta de cualquier otra profesión, llegando a ser más del doble que en la población general, según ha demostrado un reciente estudio de un grupo de investigadores del Hospital Central de Nueva York.

"Los médicos que mueren por suicido a menudo presentan un cuadro de depresión no tratada o insuficientemente tratada, aunque también pueden padecer algún otro tipo de enfermedades mentales", ha subrayado Deepika Tanwar,

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Suelen presentar un cuadro de depresión no tratada o alcoholismo

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uno de los principales autores del estudio, que también ha señalado que "es muy sorprendente que la tasa de suicidios sea más alta entre los profesionales médicos que entre los militares".

El estudio se basó en el análisis de los suicidios de los médicos a los largo de una década y las conclusiones que extrajeron los investigadores fueron que entre 28 y 40 médicos de cada 100.000 se suicidan, una tasa mucho más alta que la que tiene la población general. "Se debería poner el foco en intentar evitar que el número aumente, porque ya es una cifra más alta de lo que esperábamos", ha explicado Tanwar.

Las causas más comunes

La investigación ha señalado que la principal causa del suicidio entre los facultativos es la depresión. “Se trata de una enfermedad estigmatizada entre los médicos”, según Tanwar. Este problema deriva en que los médicos no se traten por el temor a ser rechazados. Sin embargo, "afecta hasta al 12 por ciento de los médicos y ya lo presentan entre un 15 y un 30 por ciento de los residentes".

Asimismo, el estudio también demuestra que el alcoholismo y el abuso de sustancias estupefacientes son las otras dos causas que se relacionan con la alta prevalencia de los suicidios entre los médicos.

Tasas alarmantes

Beth Brodsky, profesora de psicología clínica en la Universidad de Columbia, ha asegurado que "son alarmantes, pero no sorprenden dado el alto estrés al que se enfrentan los médicos en su día a día, ya que tienen turnos muy largos y tratan con pacientes difíciles a diario".

Sin embargo, Brodsky ha concluido que "no es de extrañar que se produzcan las muertes porque la presión a la que se someten las personas que estudian Medicina empieza en la carrera, se recrudece durante la residencia y acaba por empeorar en el trabajo, es un enfrentamiento constante contra un gran número de factores que provocan estrés".