De izquierda a derecha: Antonio Cabrera, Francisco Miralles y Javier Martínez.
Sociedades científicas y
colegios médicos son los que han tomado la delantera en el campo del
desarrollo profesional continuo (DPC). Mientras esperan que el
Gobierno dé un paso adelante para adaptar la directiva europea de
cualificaciones profesionales en este ámbito, tras el real decreto que la traspuso en el uso de la
tarjeta profesional.
No obstante, al afectar al desempeño laboral del médico, los
sindicatos del ramo consideran que su desarrollo debe tratarse en los
foros profesionales donde están presentes, y afirman que tanto el desarrollo profesional continuo como la recertificación debe ser algo
voluntario,
gratuito y ligado a
incentivos profesionales.
“Todos estamos de acuerdo en que tiene que haber un desarrollo profesional”, comenta a
Redacción Médica el secretario general de la Confederación Española de Sindicatos Médicos (
CESM),
Francisco Miralles. “El DPC figura entre los temas a tratar en el
Foro de la Profesión y tanto la
OMC como
Facme tienen el compromiso de contar con nosotros”.
Miralles considera que las sociedades médicas son protagonistas en su desarrollo, pero “también es cierto que el DPC tiene que tener una
traducción en cuanto a reconocimientos en el trabajo, una repercusión en la carrera profesional y, por tanto, también vincula a los sindicatos”. Los incentivos deben ser tanto profesionales “como de reconocimientos económicos”.
El DPC, al Ámbito
Por su parte,
Antonio Cabrera, secretario general de Sanidad de
CCOO, considera vital que el DPC y la recertificación se traten dentro del Ámbito de Negociación. “Si solo hay un proceso de información y no de negociación,
lo impugnaremos ante la Justicia, como ya hemos hecho con otros temas como el decreto de Unidades de Gestión Clínica”.
La recertificación debe ser un proceso voluntario “porque no hay amparo legal para hacerlo obligatorio”, y sin coste alguno. “Nosotros entendemos que esto forma parte del contenido profesional de los trabajadores, que va ligado a emolumentos, y eso se tiene que tratar en el Ámbito de Negociación”.
Desde el Sector de Sanidad de
CSIF, su presidente,
Javier Martínez, comparte la opinión de que debe ser voluntario, pero duda de las competencias de los colegios para recertificar puesto que “
el incentivo no lo da el colegio, sino el lugar donde trabajan, así que tiene que hacerlo la Administración”.
Martínez expone la incertidumbre ante el médico que no pasara la recertificación, “será excluyente para su trabajo o quiere decir que no va a poder optar a su desarrollo profesional: ¿Implica
no ejercer o no cobrar un complemento?” Entiende que el DPC y la recertificación debe ser un proceso “totalmente gratuito y voluntario”, y la Administración debe decidir qué parámetros va a tomar para hacerlo. “Nos parece un tanto agresiva esta situación”, finaliza.
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