Imagen de una bandera de Reino Unido ondeando ante el Big Ben.
La decisión del
Reino Unido de abandonar la
Unión Europea empieza a cobrarse los primeros efectos negativos sobre el
sistema de salud británico (NHS por sus siglas en ingles). Según una encuesta de la British Medical Association (BMA), uno de cada cinco médicos de la Unión Europea que trabajan en el NHS ya ha hecho planes para abandonar el Reino Unido una vez se aplique el Brexit. Los destinos favoritos para estos profesionales son varios:
España, Alemania, Holanda, Australia y Canada.
Gráfico elaborado por la British Medical Association.
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A la encuesta han respondido
1.720 médicos europeos que trabajan en el NHS, de los cuales el 15 por ciento ha afirmado que ya ha preparado las maletas para marcharse fuera una vez se haga oficial la salida de
Europa. Mientras tanto, casi la mitad de los 12.000 profesionales médicos que trabajan en el
Reino Unido (el 45 por ciento) afirma estar considerando esa opción.
Según esta encuesta, los países con mayor probabilidad de beneficiarse del éxodo de profesionales médicos del NHS fueron
Alemania, España y Australia. Lo que supondría un desembarco de cientos de profesionales sanitarios, así como el regreso de aquellos que decidieron buscar suerte en la sanidad británica.
Entre las principales razones que alegan los médicos para dejar el Reino Unido destacan las futuras normas más restrictivas sobre inmigración y el derecho a permanecer en el país o la actitud negativa hacia los trabajadores de la UE en el
Reino Unido.
Precisamente, el
Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España ha expedido en los últimos 6 años más de 5.000 certificados de idoneidad a médicos españoles para ir al Reino Unido, lo que podría significar el regreso de
gran parte de ellos.
Incertidumbre
Tanto la
organización médica colegial británica como el NHS han exigido al Gobierno que confirme de inmediato los derechos que tendrán los médicos de la UE tras la salida de Europa, para así poner fin al marco de incertidumbre generado sobre sus derechos laborales.
En la misma línea han solicitado a la administración de
Theresa May un sistema que permita a los médicos de la UE y otros funcionarios del NHS poder moverse libremente por todo el territorio británico y trabajar sin problemas ni presiones burocráticas.
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