La sede del Ministerio de Sanidad, en Madrid.
Los sanitarios tendrán la responsabilidad de los posibles efectos nocivos que puedan tener en los pacientes el empleo de la radioterapia o del radiodiagnóstico, así como de cualquier otro tipo de medicina nuclear. Este es uno de los fines del proyecto de real decreto que el Ministerio de Sanidad ha puesto en marcha para justificar y optimizar el uso de las radiaciones ionizantes para la protección radiológica de las personas con ocasión de exposiciones médicas.
La futura norma, que el departamento que dirige Dolors Montserrat ha puesto en consulta previa, está causada por una
directiva de la Unión Europea aprobada en 2013 y su correspondiente trasposición con el fin de “establecer los principios básicos de justificación y optimización en el uso de las radiaciones ionizantes para la protección radiológica de las personas, frente a las exposiciones médicas siguientes: exposición de pacientes para diagnóstico o tratamiento médico, exposición de personas en los programas de cribado sanitario, así como la exposición de personas asintomáticas o de pacientes que participan voluntariamente en programas de investigación médica o biomédica, de diagnóstico o terapias y la exposición de cuidadores”.
"Con objeto de garantizar una protección adecuada de los pacientes sometidos a procedimientos de radiodiagnóstico médico o de radioterapia, es fundamental que exista un alto nivel de competencia y una clara definición de responsabilidades y funciones entre todos los profesionales implicados en la exposición médica. Esto se aplica a los
médicos, odontólogos y otros profesionales sanitarios autorizados para asumir la
responsabilidad clínica", indica el texto, que además define este tipo de responsabilidad como "la responsabilidad de un profesional sanitario habilitado respecto de exposiciones médicas individuales, en particular: la justificación; la optimización; la evaluación clínica de los resultados; la cooperación con otros especialistas y, en su caso, con el personal, en lo referente a los aspectos prácticos de los procedimientos médico-radiológicos; la obtención de información, en caso necesario, sobre exploraciones previas; el suministro de la información médica radiológica existente y de los historiales médicos a otros profesionales sanitarios habilitados o al prescriptor, según proceda; y la entrega de información sobre el riesgo de las radiaciones ionizantes a los pacientes y otras personas interesadas, cuando proceda".
La susodicha directiva precisa también que “el experto en física médica” habrá de asumir “la
responsabilidad de la dosimetría, incluidas las mediciones físicas para evaluar las dosis administradas al paciente y otras personas sometidas a exposición médica” y “asesore sobre el equipo médico-radiológico”.
Optimizar la protección
Además, según el texto, los médicos especializados en el empleo de radiación habrá de colaborar en optimizar la protección radiológica de pacientes y personas expuestas, garantizar la calidad de los equipos,
probar la aceptación de los equipamientos y velar por las especificaciones técnicas, vigilar las instalaciones y formar a los profesionales sanitarios correspondientes.
Así mismo, habrán de colaborar con
expertos en protección radiológica para sus labores e informar a los pacientes sobre los riesgos de la exposición a la radiación (también cuando se trate de diagnóstico). El proyecto de real decreto estará abierto a aportaciones del 5 al 19 de septiembre.
Acceda al proyecto de real decreto
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