María Jesús Montero, ministra de Hacienda y Función Pública.
Esta semana el
Consejo de Ministros ha ejecutado la orden por la cual se
sube el sueldo de los funcionarios públicos un 0,5 por ciento, entre los que se encuentran los médicos que trabajan en el
Sistema Nacional de Salud (SNS). Esta subida, si bien se comenzará a notar en la nómina de este mismo octubre, es retroactiva desde el 1 de enero del 2023. No obstante, tendrá un efecto adverso para los profesionales sanitarios que cobran las nóminas más altas, ya que esta subida 'extra' les obligará a pagar una cantidad mayor del
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en la Declaración de la Renta.
Y es que cuanto mayor es el sueldo que perciben los trabajadores, más alto suele ser este impuesto, por lo que más hay que pagar a la hacienda española. Según explica a
Redacción Médica Juan Ramón Fernández, vocal del Comité Ejecutivo de la Asociación Española de Asesores Fiscales y Gestores Tributarios (
Asefiget), estas “obligaciones” de retención sobre los
sueldos médicos supone en ocasiones que el incremento salarial apenas se note. “La subida se absorbe con el mayor coste de pago de impuestos”, subraya el asesor fiscal, quien afirma que el
profesional sanitario podría hasta salir perdiendo. “La subida salarial supondrá la regularización de las retenciones y puede llegar a suponer
más pago a cuenta sobre el cien por cien del salario”, incide Fernández.
Además, el asesor fiscal especifica que incluso aquellos que perciben una retribución anual superior a los 5
4.200 euros, que es la base máxima de cotización, pueden
cobrar “menos líquido de lo que percibían hasta ahora”. “Eso varía según cada caso particular en salarios y situación familiar”, añade. No obstante, el personal senior no notará ningún cambio en cuanto a las cotizaciones, puesto que gran parte de los sanitarios cobra por encima de los 54.000 euros. Los
jefes de Servicio,
gerentes o aquellos trabajadores con varios años de carrera profesional superan el umbral máximo de cotización.
No obstante, esos profesionales de la salud no tendrán
ningún cambio en cuanto a las cotizaciones, porque ya cotizan la base máxima. Esto supone una pequeña 'victoria' para ese personal médico que se vea beneficiado de la
subida del 0,5 por ciento del sueldo y que tenga la base máxima de cotización. Pero, quienes estén por debajo de la cotización máxima, sí tendrán un
descuento correspondiente, tal y como afirma Fernández, por lo que esos sanitarios sí terminarán el mes con un sueldo mayor a lo que han estado percibiendo estos últimos meses.
Subida del sueldo por los efectos del IPC
Según explicó la ministra
María Jesús Montero a comienzos de semana, esta subida se debe a lo “pactado” entre el
Ministerio de Hacienda y Función Pública y las organizaciones sindicales en el ‘Acuerdo Marco para una Administración del Siglo XXI’, que viene a actualizar los sueldos públicos por los incrementos constantes que ha habido este último año del
índice de Precios de Consumo (IPC).
Tal y como explicó este diario, en la
Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) del 2023 se estableció que
los trabajadores públicos verían incrementada su remuneración un 0,5 por ciento en el caso de que la suma del IPC de 2022 y 2023 adelantado en el mes de septiembre fuese superior al seis por ciento. El año pasado ese porcentaje fue del
5,5, mientras que en septiembre ha sido de
3,2. Esto da como resultado un
porcentaje del 8,7, lo que supone que la
subida salarial se fija en el 0,5 por ciento.
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