Refugiados y migrantes se enfrentan además a desafíos para poder acceder a la atención médica
La
Organización Mundial de la Salud (OMS) ha presentado el primer informe sobre
inmigración y salud que el organismo ha realizado en Europa. Alrededor de
68,5 millones de personas en todo el mundo están actualmente desplazadas, de las cuales 25,4 millones cruzan las fronteras internacionales en busca de protección. Los migrantes y refugiados tienen una buena salud general, pero pueden correr el
riesgo de enfermarse durante la transición o permanecer en los países receptores debido a las malas condiciones de vida o los ajustes en su estilo de vida.
Esta es la conclusión principal del primer Informe sobre la salud de los refugiados y migrantes en la Región Europea de la OMS. El informe resume la última evidencia disponible sobre la salud de los refugiados y migrantes en la Región Europea de la OMS, a partir de una
revisión de más de 13 000 documentos, así como el progreso realizado por los países para promover su salud.
Los migrantes
refugiados están sanos en general, pero corren "
riesgo de enfermarse durante la transición o mientras se quedan en nuevos países, debido a las malas condiciones de vida, como los campamentos con viviendas y servicios de saneamiento deficientes, o los cambios en su estilo de vida, como alimentos y agua inadecuados, y el
aumento del estrés", describe el informe de la OMS.
Acceder a la atención médica
Estas personas se enfrentan además a desafíos para poder acceder a la atención médica, por razones
"A pesar del supuesto generalizado de lo contrario, existe un riesgo muy bajo de que los refugiados y los migrantes transmitan enfermedades transmisibles a su población de acogida"
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que incluyen su estatus legal, barreras de idioma y discriminación. "Algunas estrategias nacionales de salud pueden no hacer ninguna referencia a la salud de los refugiados y migrantes o la
accesibilidad de la atención médica para ellos", detalla la OMS que llama a todos los países a implementar políticas que brinden servicios de atención médica a todos los migrantes y refugiados, independientemente de su estatus legal.
Los refugiados tienen un riesgo menor de todas las formas de cáncer, excepto el cáncer cervical.
Sin embargo, amplía la investigación, "es más probable que el cáncer se diagnostique en una etapa avanzada, lo que puede llevar a resultados de salud considerablemente peores en comparación con la población de acogida. Los refugiados y los migrantes también tienen una mayor incidencia,
prevalencia y tasa de mortalidad por diabetes que la población de acogida".
Rieso de infecciones
Vivir con un saneamiento deficiente y agua contaminada antes o durante el viaje migratorio "aumenta el riesgo de una variedad de infecciones (bacterianas, virales y parasitarias), incluso para enfermedades prevenibles por vacunación", detalla la OMS. Debido a esto, añade, "es necesario que reciban
protección contra las enfermedades infecciosas y que los trabajadores de atención médica de primera línea entiendan los riesgos para la salud de esta población".
Sin embargo la prevalencia de TB en migrantes y refugiados es probable que refleje las tasas en el país receptor; y que la mayoría de los que son VIH positivos adquieren la infección después de haber llegado a Europa, informa el organismo, que se encarga de desmentir cietos bulos: "A pesar del supuesto generalizado de lo contrario, existe un riesgo muy bajo de que los refugiados y los migrantes transmitan enfermedades transmisibles a su población de acogida".
El trastorno d
e estrés postraumático parece ser más frecuente entre los refugiados y solicitantes de asilo que la población de acogida: "La depresión y la ansiedad también se reportan comúnmente, vinculadas a procesos prolongados de búsqueda de asilo y malas condiciones socioeconómicas, como el desempleo o el aislamiento".
La OMS, con este informe, quiere garantizar el acceso a la asistencia para refugiados y migrantes: "Significa proporcionar una cobertura de salud asequible y de calidad, así como protección social para todos los refugiados y migrantes, independientemente de su estatus legal; hacer que los sistemas de salud sean cultural y lingüísticamente sensibles para abordar la barrera de la comunicación; asegurar que los trabajadores de la salud estén bien equipados y experimentados para diagnosticar y controlar infecciones y enfermedades comunes; trabajar mejor en diferentes sectores que se ocupan de la salud de los migrantes; y
mejorar la recopilación de datos sobre la salud de refugiados y migrantes".
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