Redacción. Madrid
Un estudio publicado en la prestigiosa revista
British Medical Journal ha detectado que el antibiótico claritromicina, que se usa con frecuencia para tratar las infecciones bacterianas comunes, puede influir en un mayor riesgo de muertes del corazón. Los investigadores han alertado de la urgencia de confirmar esta tesis con otras investigaciones por la alta presencia que tiene este medicamento, que es recetado cada año a varios millones de pacientes.
Envase del antibiótico.
|
Los científicos reconocen que el riesgo absoluto es pequeño y no recomiendan que se deje de prescribir hasta que no haya más estudios que confirmen esta asociación, pero aseguran que han demostrado que la claritromicina pertenece al grupo de antibióticos macrólidos. Estos medicamentos se caracterizan por prolongar la duración de la actividad eléctrica del músculo del corazón, lo que puede elevar las posibilidades de sufrir problemas cardíacos potencialmente mortales.
Tras el análisis, los científicos detectaron un total de 285 muertes cardiacas durante el uso continuo de los fármacos del estudio, 18 de las cuales ocurrieron durante el consumo de claritromicina y 32 con roxitromicina, pero, tras ajustar por factores como edad, sexo, riesgo cardiaco basal y uso de otros medicamentos, el empleo continuo de claritromicina se relacionó con un 76 por ciento más de riesgo de muerte cardiaca en comparación con la penicilina V. Este hallazgo hace necesario un estudio exhaustivo del perfil del paciente para evitar que los que sufren una afección cardíaca sean tratados con este antibiótico si se confirman los datos de este estudio.
"Nuestro estudio amplía el conocimiento disponible sobre la seguridad cardiaca de los macrólidos, siendo el primer gran estudio observacional a escala poblacional que muestra un aumento significativo del riesgo cardiaco con claritromicina y la seguridad cardiaca relativa de roxitromicina", han señalado los autores del estudio.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.