Según un estudio, las mujeres están "sobrerrepresentadas" en el sector sanitario pero reciben un salario menor

La brecha salarial de género en sanidad es del 12%


24 mar. 2023 16:40H
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La igualdad real continúa siendo una utopía en algunos sectores como el de la salud. A pesar de que las profesiones sanitarias están feminizadas, todavía hay diferencias sustanciales. De hecho, según el reciente estudio 'Brechas Salariales de Género Ajustadas en España: 2002-2018', ellos cobran un 12,06 por ciento más que ellas, el doble que en construcción.

No obstante, este no es el peor dato que se recoge en el documento. La investigación contempla una desigualdad salarial en las actividades sanitarias de 21,78 por ciento en 2006; 17,18 por ciento en 2002; 13,51 por ciento en 2014 y 13,48 por ciento en 2010.

Estas diferencias en las retribuciones llaman la atención ya que en este sector las mujeres están "sobrerrepresentadas" y suponen un 76,5 por ciento del total de trabajadores. Las otras ramas de actividad donde también hay mayor presencia femenina es la Educación con un 65 por ciento y la Intermediación Financiera con un 60 por ciento.

Por otro lado, es destacable que, tal y como apuntan los últimos datos del 2018, las mujeres están "subrepresentadas" en los siguientes sectores: Industrias Extractivas (10,7 por ciento); Construcción (11 por ciento);  Producción y Distribución de energía eléctrica, gas y agua (21,7 por ciento); Transporte y Almacenamiento (26,8 por ciento) y Manufacturas (26,9 por ciento).

Acercamiento en las medianas empresas


De manera general, los autores de este análisis concluyen que la brecha salarial aumenta con la edad y sube para todas las edades menos para las trabajadoras mayores de 59 años, cuya tendencia es decreciente. Además, se percibe una reducción con el nivel educativo a lo largo de los años hasta que en 2018 se incrementa sin importar este factor.

"Las brechas ajustadas también son más altas para los contratos indefinidos que para los contratos temporales, pero en el último año se amplían para ambos tipos de contrato. Asimismo, las desigualdades ajustadas son más altas para los contratos a tiempo completo que para los contratos a tiempo parcial, ampliándose también ambas brechas en la última ola de la encuesta", sostienen los expertos.

En cuanto al tamaño de la empresa, también es un aspecto que influye y se ha puesto de relieve en el documento. En este sentido, se muestra una mayor brecha en las compañías grandes que en las pequeñas, pero las primeras han conseguido en los 16 años de observación reducir sus diferencias y las pequeñas todo lo contrario.

Otra de las conclusiones a las que han llegado es que la antigüedad en la empresa hace que disminuyan las desemejanzas. Aquellas que tienen más de cuatro años de experiencia se acercan a los sueldos de sus compañeros varones. "Las brechas se reducen para las trabajadoras con menor salario y para las que tienen mayor salario, pero se amplifican para las mujeres con salarios situados en el medio de la distribución de los salarios", especifican.

Los autores subrayan que 2018 es el primer año del siglo XXI en el que aumentan las diferencias de salario entre hombres y mujeres y no encuentran una "explicación convincente" para ello puesto que hasta 2014 había habido un "avance importante con la reducción de un tercio" de este marcador, que se ha visto truncado con un 5 por ciento más en este último año examinado.

"Los resultados obtenidos en el artículo ponen de relieve que en términos salariales las mujeres están en una peor situación respecto a los hombres con similares características observables. Esta es una pérdida que talento y de crecimiento potencial", aseguran.
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