Jubilación adaptada a la penosidad en sanidad: "Estamos más expuestos"

El sindicato UGT quiere establecer coeficientes reductores para rebajar la edad de jubilación a los profesionales sanitarios, expuestos a un enorme desgaste durante su carrera y obligados a trabajar hasta los 65 años. Redacción Médica ha hablado con una médica y una enfermera, que relatan en primera persona cuáles son los motivos por los que los trabajadores de la Sanidad deben poder adelantar su jubilación, entre los que destacan la exposición a medicamentos peligrosos o la turnicidad. 

Carmen Sebastián, de 62 años, lleva trabajando como enfermera desde los 20 años y conoce de primera mano la exposición a la que están sometidos los profesionales sanitarios, mucho mayor que en otros sectores. "Somos una generación que comenzó haciendo prácticas cada día durante la carrera. Recuerdo que, cuando llegó al hospital el primer caso de VIH, que todavía no se conocía, no había ninguna medida de protección todavía. Lo mismo pasaba con la hepatitis C", explica la enfermera a este medio. 

Carmen ha trabajado en hospitales y también en Atención Primaria, "y durante cinco años en turnos de noche", añade.  Además de los riesgos por contagio, Carmen rememora los riesgos musculares, óseos, o de circulación. "Todas esas situaciones son muy penosas para nuestra profesión. Y cuando pasas a Atención Primaria, te encuentras que cuando haces una atención domiciliaria, te tienes que poner de rodillas para atender al paciente en la cama, por ejemplo".

Sin dormir durante años

La exposición a medicamentos peligrosos o a contagios es una de las mayores preocupaciones de los profesionales. "Parece que el rieso era consustancial a tu trabajo. Si te pinchas o infectas, está 

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"Cuando llegó al hospital el primer caso de VIH no había ninguna medida de protección todavía. Lo mismo pasaba con la hepatitis C"

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asociado a tu trabajo", considera Carmen, que también trabajó durante un lustro en turno de noche fijas: "Era muy difícil. Tenía niños pequeños y podía conciliar porque así por la noche mi marido se quedaba con ellos mientras yo trabajaba, pero no podía descansar porque por estar con ellos. No podía dormir, tenía un descanso mermado". 

Para Carmen, un ejemplo a seguir sería el modelo de jubilaciones implantedo en Educación, "donde por la penosidad y la dureza de trabajar con niños, se pueden jubilar a partir de los 60 años", relata la enfermera, insistiendo en que debería darse esta opción sin merma alguna en el salario: "Llevamos 43 años trabajando, cuando me jubile a los 65, llevaré 46 años cotizados casi, con lo que repercute en tu salud". 

Por este motivo, la enfermera considera que hay una edad en la que ya el cuerpo no responde de la misma manera. "Yo veo bien estar hasta los 65 de forma voluntaria, pero hasta los 70 me parece inviable para una enfermera, salvo que sea con unas características docentes o consultora, pero no de trabajo diario". 

Contagios de los pacientes

Nieves Jurado, médica en Madrid desde el año 1984, también conoce bien la penosidad laboral a la que se enfrentan los profesionales sanitarios. "Yo soy médica de Atención Primaria y tengo que hacer visitas a domicilios, que supone una penosidad adicional", lamenta esta profesional, de 60 años.

"Nosotros estamos expuestos, sobre todo, a enfermedades laborales y a estrés", explica la médica a Redacción Médica, que añade: "Son todas aquellas derivadas de los contagios con los pacientes a los que tratamos con asiduidad". 

En Atención Primaria, añade, está el hándicap de los turnos cambiantes. "Ahora mismo, la única manera de conciliar la vida laboral es hacer turnos deslizantes, lo que causa más estrés y no es nada sano", considera la médica, que cree que hay que sensibilizar sobre la exposición a la que están sometidos los profesionales y establecer el coeficiente reductor también para los médicos. "La relación directa con la enfermedad te supone estrés mental, de estar manejando el dolor de otros constantemente, que también agota", añade.