Diana Morant, ministra de Ciencia, junto al Comité Español de Ética en la Investigación.
Pese a que su actividad principal la desarrolla en el Instituto de Investigación Sant Joan de Déu (Barcelona), la prolífica psiquiatra
Ai Koyanagi, una de las científicas más citadas del mundo por la
gran cantidad de estudios que suscribe, declaraba que su lugar de trabajo se encuentra en Arabia Saudí. Concretamente, en la
Universidad del Rey Abdulaziz, a la que trató de esta forma de hacer escalar posiciones en los rankings de los mejores centros del mundo. El Gobierno central ha estrechado ahora el cerco sobre este tipo de maniobras, que focalizan el que es el primer informe del
Comité Español de Ética de la Investigación sobre la autoría de trabajos científicos.
Este primer
estudio relativo a la autoría de las investigaciones científicas y técnicas publicado por el Ministerio de Ciencia delimita las reglas para indiciar la afiliación a fin de impedir que los investigadores traten de
‘privilegiar’ organismos o entidades concretos, como en el caso del
'desdoble' de Ai Koyanagi con la universidad saudí.
A este respecto, el Comité Español de Ética de la Investigación incide en que, a menudo, los autores de los trabajos están vinculados a más de una organización. “Por ejemplo, en el ámbito de las
Ciencias de la Salud, muchos autores indican simultáneamente su
afiliación hospitalaria y universitaria, ya que en este sector la vinculación (y el espacio de trabajo) de ambos puestos suele ser común”, recoge el documento.
En cualquier caso, subraya el Comité, “la afiliación
distingue la entidad principal, que corresponde a la entidad
principalmente empleadora, de las
afiliaciones secundarias”, aunque estas también se declaren.
La clave está en su orden de aparición: cuando los autores declaren
más de una afiliación, será importante respetar la “prioridad”, que no es otra que el lugar donde desarrolle su actividad principal. “Las posibles excepciones deben quedar reflejadas en los contratos y/o convenios entre los autores y las instituciones”, recoge el informe.
La adscripción parcial o total del personal de investigación con terceras entidades de los
agentes públicos del sistema, así como la posibilidad de incluir una
doble afiliación, ha sido incluida como uno de los derechos de este personal en la
nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, aprobada en 2022.
Nuevo Comité Español de Ética en la Investigación
El citado Comité Español de Ética en la Investigación es un nuevo órgano independiente y de carácter consultivo que, según ha explicado el departamento que dirige
Diana Morant, “vela por una
ciencia responsable y la integridad de sus profesionales”. “Su puesta en marcha supone el desarrollo de la Ley de la Ciencia”, sostiene.
El órgano está formado por
12 expertos y expertas “de reconocido prestigio en ámbitos como la bioética, el derecho, la filosofía de la ciencia, la inteligencia artificial, la biotecnología o la experimentación animal”. De hecho,
su presidente es Jordi Camí, experto en Farmacología.
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