Una médica saluda en su consulta a una paciente.
Ser un
buen médico no es lo mismo que ser un gran médico.
The American Journal of Medicine publica un artículo en el que se muestran las principales características que debe
tener un facultativo para ser el mejor en su área. Lo reparte en un total de
diez claves que se deben cumplir para tener cubiertos todos los requisitos.
El primero de los puntos a tener en cuenta en este artículo, publicado bajo el nombre de
'Ten Traits of Great Physicians', es el de un
correcto análisis. De hecho, l
o comparan con ser un detective, como
Sherlock. Porque los pacientes llegan con muchos síntomas a una consulta, y el deber del médico es
no generalizar las dolencias, sino fijarse uno por uno en lo que le ocurre a cada persona.
Pero sin tener un
estrés demasiado grande, que es el segundo de los puntos a tener en cuenta en el análisis. Si el profesional no se encuentra descansado,
su nivel de inteligencia también se puede ver afectado. Además, el autor del estudio, John P. Higgins, asume que otra de las cosas importantes es poner al paciente en el centro y escucharlo, porque muchas veces ellos mismos dan el diagnóstico a través de sus palabras.
La
vocación es otra de las diez ideas centrales del análisis. No se trata de un trabajo con horas concretas ni de tener un horario fijo, sino que lo más importante es alimentar la pasión por
diagnosticar, tratar y curar.
Tratar a los pacientes como personas y con empatía
De nuevo vuelve a poner el foco en los pacientes y en la comunicación con ellos, porque son personas y no clientes.
"Su enfermedad es tu batalla", apuntan en el estudio. Lo que liga directamente con el siguiente de los puntos, el número seis: la empatía. Es uno de los pilares fundamentales, el hecho de
ponerse en la piel de la persona a tratar. Y para eso hay que poner la atención en cada uno de los detalles que cuentan en consulta, para dar finalmente con un diagnóstico correcto.
Saber a
ceptar una pérdida es importante para un médico, desarrollar resiliencia. "La muerte se convierte en tu amiga", analizan en el estudio, porque en esa profesión se ve diariamente a "familias que se separan,
verás morir a los niños pequeños, te sentirás culpable y cansado, con ganas de renunciar", se puede leer. "Pero no te canses. Sigue ayudando a todos los que muerte pone en tu camino. No tenga un corazón de piedra hacia el
sufrimiento, pero sea lo suficientemente resistente como para mirar a la muerte a los ojos y tender la mano para aferrarse a su paciente con más fuerza", completan haciendo una profunda reflexión.
Para todo eso es necesario actuar con
responsabilidad, la novena de las claves que se aportan en el estudio. Las decisiones de un facultativo son suyas, y debe actuar en consecuencia sabiendo que debe hacer lo mejor para los pacientes en cada momento y que eso
debe ser suficiente para que se solucione el problema.
Y todo eso se engloba finalmente en una última clave
: la estrella. Ningún gran médico puede quitarse mérito. "Si el paciente sobrevivió, fue su esfuerzo y el de su equipo, el fuerte arte de la ciencia médica empapado de humanismo y sobre todo, usted siendo un gran médico, canalizó todo su tiempo,
pensamiento y práctica hacia el paciente, sacrificó su tiempo con la familia, tus comidas, tu sueño, mantuviste tus preocupaciones a un lado e hiciste tuya la batalla de otra persona y ganaste el día", sentencia el artículo.
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