España mantiene su camino hacia la estabilidad presupuestaria, situación que favorece al gasto sanitario

El cumplimiento del déficit evita recortes en sanidad
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero.


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El gasto sanitario no deja de crecer en las comunidades autónomas. Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Hacienda, la inversión en productos farmacéuticos ha ascendido hasta los 1.193 millones de euros en enero de 2025, un 4,7 por ciento más que el mismo mes durante el ejercicio anterior. También se ha elevado la financiación de los conciertos de asistencia sanitaria a 463 millones de euros, un 3,8 por ciento más. 

Pese a todo, dichas cifras se sitúan por debajo de las cuantías destinadas a otras áreas por parte de los organismos autonómicos. Por ejemplo, la partida dedicada al pago de los salarios de los funcionarios superó los 8.000 millones de euros. A su vez, la cifra destinada a los consumos internos se aproxima a los 3.500 millones de euros. 

Por regiones, aquellas más grandes son las que revelaron los mayores gastos sanitarios fueron las más pobladas: Andalucía, Cataluña y Comunidad de Madrid. En concreto, la primera invirtió más de 200 millones de euros en recetas médicas de productos de salud y farmacéuticos, aunque sería la comunidad catalana la que más presupuesto se dejó en pagos de Farmacia Hospitalaria -153 millones- y artículos sin receta médica -78 millones de euros-.


Sin necesidad de reducir el gasto sanitario a nivel estatal


Al igual que sucede en las regiones, el Estado tampoco tendrá que reducir el gasto sanitario, al menos a priori. Y es el país cerró 2024 con un déficit del 2,80 por ciento de su producto interior bruto (PIB), lo que se traduce en un descenso de 0,7 puntos porcentuales respecto a 2023. Una cifra por debajo del compromiso del 3 por ciento pactado con la Comisión Europea, según los datos presentados por el Ministerio de Hacienda a la agencia Eurostat. Una evolución que permite esquivar de momento la aplicación de recortes presupuestarios a partidas como sanidad, fijada en un 6,7 por ciento del PIB en el mencionado ejercicio.

Este aligeramiento del déficit se sustenta en el crecimiento económico de España, situado en el 3,2 por ciento. Asimismo, también influye el refuerzo del mercado laboral, con 21,8 millones de afiliados a la Seguridad Social y una tasa de paro del 10,6 por ciento, la más baja en los últimos 16 años. Según datos del Ministerio de Seguridad Social, 2024 acabó con 1.317.184 trabajadores en el ámbito sanitario, un número algo más bajo que el registrado en febrero de 2025.

Eso sí, el porcentaje de déficit se ubicaría por encima del 2,80 por ciento si se contabilizase el impacto de las medidas extraordinarias para paliar los daños provocados por la DANA del pasado otoño, contabilizado en 5.590 millones de euros. Entonces, este se elevaría hasta un 3,15 por ciento del PIB. No obstante, las reglas fiscales permiten la exclusión de los gastos derivados de catástrofes naturales.


Se mantiene la estela del déficit en 2025


El departamento gubernamental que encabeza María Jesús Montero es positivo respecto a la búsqueda del equilibrio de las cuentas públicas en 2025. De momento, este alcanza el 0,8 por ciento del PIB tras los dos primeros meses del año. Un porcentaje menor -0,71 por ciento- si no se tienen en cuenta las actuaciones destinadas a la DANA, con un impacto de 1.530 millones.

La balanza se mantiene gracias al incremento de los recursos no financieros del Estado. En concreto, este cuenta con 33.361 millones de euros, un 5,7 por ciento más que en el mismo periodo en 2024. Una bolsa sustentada principalmente por la carga impositiva, que supone el 84 por ciento de la cuantía de la que se dispone, más 28.000 millones de euros. Entre los gravámenes más importantes, los aplicados sobre producción e importaciones: solo el IVA ha recaudado casi 15.000 millones. Le siguen otros tributos, como los corrientes sobre la renta y el patrimonio o el IRPF.


El Estado cuenta con 33.361 millones de euros en recursos no financieros



Por su parte, buena parte de la recaudación va destinada a las transferencias entre Administraciones Públicas, con un peso del 61,2 por ciento sobre el total de empleos no financieros, lo que equivale a 28.660 millones, cifra similar a la conseguida a través de los impuestos. Por secciones, las comunidades autónomas -encargadas de la competencia sanitaria- han recibido 15.211 millones de euros y los ayuntamientos y diputaciones provinciales, más de 5.000 millones. Por su parte, los Fondos de la Seguridad Social se han nutrido con 7.180 millones y la remuneración del cuerpo de funcionarios, con 3.278 millones.


Déficit por organismos


Si se presta atención a los distintos agentes públicos, en enero del presente año, el déficit de la Administración Central se situó en los 7.813 millones, un 0,47 por ciento del PIB y un 95 por ciento más que el mismo mes el año anterior. Mientras, el Fondo de Seguridad Social consigue superávit, al alcanzar los 2.817 millones de euros en positivo.

En el caso de las comunidades autónomas, el déficit se ubica en 1.135 millones de euros, algo menos que el primer mes del año del ejercicio previo. Tan solo Andalucía, Asturias y País Vasco cuentan con fondos extra para su política presupuestaria. El resto se encuentran en un escenario deficitario, especialmente la Comunidad de Madrid, Cataluña, Navarra y la Comunidad Valenciana.


Sanidad se apodera de la deuda comercial


La balanza comercial se inclina más hacia la vertiente de la deuda, sin embargo, esta ha descendido un 26,92 por ciento en enero de 2025, en comparación con el mes anterior. De esta forma, se sitúa en 3.874 millones de euros, lo que equivale al 0,23 por ciento del PIB nacional.

Una deuda aupada por los pagos de naturaleza sanitaria, los principales del ámbito comercial. Así, de los 7.365 millones de euros, 4.391 millones corresponden a los dedicados al sector de la salud. Eso sí, una proporción algo menor que durante el primer mes de 2024, cuando fueron un 2,76 por ciento más altos.


Cae el tiempo de pago a proveedores en las regiones


Por otro lado, Hacienda también ha publicado también el periodo medio de pago a proveedores (PMP). En concreto, este se ha reducido hasta los 27,96 días durante enero de este año en las comunidades autónomas, un 1,17 por ciento menos que en diciembre de 2024. Por divisiones territoriales, Baleares -68,39 días- y Murcia -66,21- son las que más se retrasan en el proceso de abono, mientras que Cantabria y la Comunidad de Madrid son las más puntuales, con una media de 16 días.


El periodo medio de pago a proveedores en las comunidades autónomas se sitúa en los 27,96 días



Si nos fijamos en la Administración Central, el PMP se cifra en 24,05 días en el primer mes del año. Eso sí, la cuantía es mejor que en el caso de las corporaciones locales, donde se alcanzan 31,65 jornadas. La mejor proporción se detecta en los Fondos de la Seguridad Social, con 12,48 días.
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