El presidente del CIS, José Félix Tezanos.
La mayoría de la ciudadanía española rechaza un
exceso de intervencionismo por parte del Gobierno en sectores de interés público como
la sanidad. La segunda encuesta sobre tendencias sociales que ha realizado el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha revelado que un
81,4 por ciento de los encuestados apuesta porque el papel de los dirigentes se limite fundamentalmente a fijar
“orientaciones generales”, frente al 15,1 por ciento que sí que defiende que el Estado dirija y planifique toda la actividad económica en su conjunto.
El sondeo también ha reflejado que un
0,5 por ciento de los ciudadanos todavía tiene una postura más reacia y directamente apuestan porque el Gobierno
intervenga “lo mínimo”, solo en determinados casos concretos. Mientras que un 1 por ciento ha manifestado que está en duda y otro 0,8 por ciento defiende una postura diferente a la que ha propuesto el CIS en su cuestionario.
Los datos contrastan con la visión que los encuestados han manifestado sobre la intervención del Estado en asuntos relacionados únicamente con la
economía. En este caso, un
71,6 por ciento sí que se posiciona a favor de un papel más activo del Gobierno, frente a un 18,7 por ciento que descarta que tome partido. Un 3,3 por ciento condiciona este rol a las “condiciones” del momento, mientras que otro 3 por ciento se mantiene en duda.
Esta realidad prácticamente se ha mantenido inamovible en el último año, en comparación con la última encuesta de tendencias sociales del CIS publicada en noviembre de 2021. Por entonces un
83,3 por ciento de los españoles defendía que el Estado solo interviniese en los sectores de interés público con orientaciones generales, lo que supone dos puntos por encima del balance actual. Mientras que el 6
9,1 por ciento apostaba por actuar sobre la economía, lo que supone un punto y medio más.
La población pierde el miedo a las epidemias mundiales
Otra de las lecturas que ha ofrecido el sondeo es que la ciudadanía ha perdido en cierta medida el temor a una
emergencia sanitaria mundial. Apenas un 5,2 por ciento de los participantes coloca las
epidemias, los problemas de salud o el cáncer entre los mayores problemas que afrontará el mundo en la siguiente década, frente al
11,1 por ciento que lo hacía hace un año.
Este cambio de tendencia ha provocado que los aspectos de salud se hayan
hundido nueve puestos en la clasificación general hasta ubicarse en la decimoquinta posición. El
hambre, el cambio climático, la pobreza, las guerras, el paro, la energía, el agua o la crisis económica continúan representando los retos más inminentes para los españoles a escala internacional.
Un nivel más abajo en la clasificación aparece la preocupación de los ciudadanos por las
carencias del Estado del bienestar, entre las que se incluyen la
sanidad, la educación o los servicios sociales. U
n 5,2 por ciento lo ha definido como uno de los principales problemas, casi en la misma línea que en 2021 cuando representaba el
5,3 por ciento.
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