Desde el principio de la pandemia se ha sugerido que la temperatura podía influir positiva o negativamente en la capacidad de contagio del Covid-19, pero no había evidencia científica que lo respaldara, al menos hasta ahora. Investigadores de la Universidad de Illinois han llevado a cabo un estudio donde aseguran que l
a temperatura y latitud se correlacionan con las variables epidemiológicas del SARS-CoV-2, pero n
o con el cambio genómico.
En un artículo publicado en
Evolutionary Bioinformatics, los investigadores de Illinois muestran que el aumento o disminución de los
casos de Covid-19 y las tasas de mortalidad están significativamente correlacionados con las variaciones en la
temperatura y la latitud en 221 países.
"Una de las conclusiones es que
la enfermedad puede ser estacional, como la gripe. Esto es muy relevante para conocer lo que vendrá después de que la vacuna logre controlar estas primeras oleadas de Covid-19", afirman los investigadores en el estudio.
Cruce de datos geográficos y ambientales con epidemiológicos
Gustavo Caetano-Anollés, profesor del Departamento de Ciencias de la Universidad de Illinois y autor principal del artículo, inició la investigación junto con sus alumnos con el objetivo de comprender el potencial de la enfermedad en diferentes regiones mediante el estudio de como
la temperatura promedio de la primavera y la latitud afectaban a la secuenciación genómica del virus y a las variables epidemiológicas como la incidencia, los ingresos, la mortalidad o las recuperaciones.
Para ello, recopilaron los datos de 211 países durante la primera ola de la pandemia, es decir, aglutinaron los datos epidemiológicos y genómicos junto con los climatológicos y geográficos como la temperatura o la latitud. Después utilizaron métodos estadísticos para cruzar los datos. La expectativa inicial era que los países más cálidos y más cercanos al ecuador serían los menos afectados por la enfermedad.
“Nuestro análisis epidemiológico mundial mostró una
correlación significativa entre temperatura e incidencia, mortalidad, casos de recuperación y casos activos. La misma tendencia se encontró con la latitud, pero no con la longitud”, afirman los autores en el estudio.
Cuanto más temperatura menos contagios
Mapas de calor de los coeficientes de correlación de Pearson ( r ) y los valores P asociados que describen la relación de las temperaturas (T) o las coordenadas geográficas de latitud (Lat) y longitud (Long) con variables epidemiológicas para países del mundo (a) o estados de EE. UU. (b)
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Los patrones de correlación que observaron ofrecieron una dicotomía de temperaturas y latitudes entre los 5 países que registraban los niveles más altos o más bajos de factores epidemiológicos, es decir, las temperaturas de los países con la
incidencia más alta y más baja tenían temperaturas que oscilaban entre
8 °C y 22 °C y entre 20 °C y 30°C, respectivamente. De manera que cuanta más temperatura, menos número de casos.
En cuanto a la
mutación del Covid-19, tras el análisis de 55.453 secuencias del genoma SARS-CoV-2 los científicos determinaron que las variaciones no dependían de la temperatura o las coordenadas geográficas.
“Las tendencias epidemiológicas que observamos en todo el mundo sugieren
un efecto estacional de la enfermedad que no está controlado directamente por la composición genómica del virus”, concluyen los científicos.
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