Marcha por visibilizar el VIH el pasado 21 de octubre en Madrid.
Las
deficiencias, los
trastornos mentales y la
insuficiencia renal son las comorbilidades más comunes entre los españoles adultos con inmunodeficiencia humana (
VIH). Esta conclusión es extraída por un estudio español publicado en
Medrvix, asegurando que el envejecimiento de estas personas se convierte en un
problema de salud pública. Ante esta situación, y siendo este 1 de diciembre el
Día Mundial del sida, los autores del estudio defienden que España tiene la necesidad de implementar políticas e
intervenciones específicas para abordar las necesidades de las personas que viven con VIH, priorizando la
reducción de desigualdades por sexo y la
mejora de las condiciones estructurales en las que viven las personas con VIH.
Un total de
257 personas con VIH han participado en el estudio y el 74 por ciento de las infecciones sufridas fueron provocadas por
relaciones sexuales sin protección. En relación a las comorbilidades más experimentadas por parte de los encuestadso y que se han convertido en crónicas son las
deficiencias (21 por ciento),
trastornos mentales (20 por ciento) y la
insuficiencia renal (cinco por ciento). La investigación también analizó el estilo de vida de los participantes, llegando a la conclusión de que el 35 por ciento de ellos
fuman, el 80 por ciento consume
alcohol y el 82 por ciento realiza
ejercicio físico.
Entre los pacientes con VIH, una de las principales privaciones que padecen es la incapacidad de poder afrontar
gastos inesperados (37 por ciento), la capacidad de permitirse un
coche (29 por ciento) y la imposibilidad de tomarse una
semana libre anual (23 por ciento). Por otra parte, cerca del 33 por ciento de los encuestados experimentó dificultades para llegar a fin de mes. En general, las mujeres reportaron más privaciones materiales, laborales y económicas que los hombres. Del número de participantes, un 53 por ciento de las mujeres estaban en
riesgo de pobreza.
La calidad de vida entre hombres y mujeres con VIH
Las diferencias entre
hombres y mujeres con VIH también están marcadas en la
calidad de vida. Las mujeres llegan a tener una calidad de vida significativamente más baja en el grupo de dominios de salud física,
salud psicológica, nivel de
independencia y
salud ambiental.
Algunas de las limitaciones del estudio, según los autores, es que el impacto de la pandemia por coronavirus en el trabajo y en la economía puede haber causado una
sobreestimación de los resultados presentados. Pese a ello, los resultados cosechados son, para los autores, consistentes y siguen la línea de estudios previos ligados al riesgo de pobreza en España entre este colectivo.
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