Unidos Podemos quiere un SNS 'a la cubana', sin cobrar a médicos emigrantes

Alberto Garzón, número 5 en la listas de la coalición Unidos Podemos, defiende que el Sistema Nacional de Salud (SNS) tiene “muchas similitudes” con el cubano, porque, a su juicio, ambos son “solidarios”, pero sin llegar a “hacer lo que hace Cuba”, que reclama parte de las rentas a los emigrados (incluidos médicos) para pagar la sanidad.

El también portavoz parlamentario de IU en el Congreso se ha mostrado así de tajante en una entrevista en Onda Cero, cuando ha sido preguntado por la forma que tiene Cuba de financiar la sanidad, porque el país “sufre un bloque brutal” y ha recalcado que “lo que hay que hacer es garantizar que “los jóvenes) puedan volver y elegir libremente si quieren vivir en Portugal, donde la Enfermería ha tenido más encaje”.

En esta entrevista, Garzón  ha defendido que hay que “evitar” tener ídolos en la política y modelos “concretos” a seguir, sino que lo necesario sería “combinar de una manera propia” los rasgos diferentes de distintos modelos y ser “hábil” para corregir los errores que se hayan cometido. “Tenemos que aspirar a tener un Estado de Derecho que funcione plenamente tal y como se supone que debería ser en el papel y tal y como no he visto en ningún país del mundo”, ha proseguido.

A su juicio, habría que aprender de la “brillante” independencia que ostentan los disputados estadounidenses, que les permiten realizar comisiones de investigación y del sistema nórdico de Educación, pero también “mucho de la capacidad de la sanidad pública cubana”. Asimismo, ha afirmado que la sanidad española no es “neoliberal”, sino “todo lo contrario”, ya que “los que defienden el liberalismo están contrariados con este sistema y les gustaría avanzar en la línea de la privatización”, ha apuntado.

En esta línea, Garzón ha criticado que la privatización hace que muchos jóvenes se marchen al extranjero “forzados” y que todo lo que han invertido sus familias en la educación no tenga fruto si se “acaban rindiendo beneficios económicos a empresas alemanas o inglesas”. Una situación que para el parlamentario, es un “problema social y de Estado”.