Antonio Román, secretario general de Sanidad del PP.
El proceso de primarias en el Partido Popular y la elección de
Pablo Casado ha traído consigo muchas caras nuevas a la política nacional. Una de ellas, aunque familiar en el entorno sanitario, ha sido la de
Antonio Román (Guadalajara, 1965). El recién nombrado
Secretario de Sanidad y Bienestar Social vuelve a la primera línea de la política sanitaria española.
Alcalde de Guadalajara y médico especialista en Medicina Interna ya conocía el devenir de los entresijos de la política sanitaria tras ser durante varios años vicepresidente de la
Comisión de Sanidad y Servicios Sociales tanto del
Congreso como del
Senado.
Sus declaraciones sobre temas como las agresiones a los sanitarios son personales pues son sus compañeros (o él mismo)
las han sufrido en sus propias carnes. Anécdotas de médicos rurales o
experiencias en Urgencias (con algún paciente que se ha dejado guiar por naturópatas) salpican la entrevista con
Redacción Médica en la que el popular se
posiciona a favor de diálogo entre las profesiones con temas como la farmacia comunitaria o en contra de los llamados botones de alarma en cada
centro de salud de España.
Antonio Román, sobre el copago farmacéutico.
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¿Fue una sorpresa que le nombrara Pablo Casado?
Sí, fue una sorpresa cuando el presidente Pablo Casado se dirigió a mí para que ocupara la responsabilidad de Secretaría de Sanidad. Es un nuevo reto viéndolo desde la perspectiva de que la sanidad es uno de los pilares de esta sociedad de bienestar. En este sector hay algunas amenazas, como las que hablan de la sostenibilidad o no sostenibilidad de la sanidad. Creo que hay que tener una financiación adecuada para el sistema sanitario y trabajar por unas mejores condiciones de los profesionales, que son el motor del mismo. Hay que trabajar también en lograr cada vez una mayor calidad y una mayor eficiencia en la atención que damos a los pacientes.
Con la moción de censura de Pedro Sánchez algunos proyectos de la exministra de Sanidad Dolors Montserrat quedaron parados. ¿Piensan reactivar alguno en concreto si, al convocarse elecciones, vuelven al Gobierno?
Bueno, esperemos retornar al Gobierno en un corto plazo y retomar nuestras políticas. Lo que ha quedado claro es que siempre que gobierna el Partido Popular se garantiza la sostenibilidad de lo público y, además, la sostenibilidad de todas las políticas sociales y sanitarias. Cuando gobierna la izquierda y el PSOE se pone en riesgo. Tenemos muy claro que lo sanitario tiene que evolucionar hacia lo sociosanitario porque cada vez tenemos personas de mayor edad, con patologías crónicas que hay que atender y, a veces, no solo hay que curar sino asistir.
¿Cómo valora estos meses de gestión de la sanidad por parte del Gobierno de Pedro Sánchez?
Es un gobierno ausente, alejado del diálogo e inestable. Eso hace que el sector tenga mucha incertidumbre. Dos ministras en un periodo de 130 días en el cual no han dejado ninguna impronta y no voy a dejar de lado el tema de la Universalidad pero como digo, dos ministras. La última lleva ya más de un mes en el cargo y el otro día me contaban que no ha mantenido una reunión con ningún consejero de sanidad del Partido Popular que tiene responsabilidad de la asistencia sanitaria en cinco de las grandes comunidades autónomas de España.
Han llevado a cabo una medida, sí, un decreto que únicamente tiene un titular. En España a nadie se le dejaba de atender sanitariamente. Lo que han hecho con este decreto es hacer una llamada al turismo, al mal llamado turismo sanitario, que va a hacer que pacientes de otros países vengan a España a ser asistidos, pero no por una situación de pobreza, sino simplemente porque en sus países de origen no son atendidos de una patología. Van a venir a España y van a reclamar ese derecho. Además, potencialmente puede llegar a ocasionar problemas económicos por los ingresos que procedían de otros países de la Unión Europea y que compensaban a España por esa atención. Insisto, un ciudadano francés o alemán es diferente a uno que viene del África Subsahariana porque a uno no se le cobra y a otro se le cobra a su país de origen. Esto puede motivar que España pierda cientos de millones de euros en ingresos que provienen de otros países por asistencia sanitaria a sus ciudadanos-miembros.
Román detalla el modelo de Farmacia Comunitaria que defiende.
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Por tanto, titular y demagogia porque en España la universalidad de la sanidad existía ya desde hace algunos años. Aquel decreto del 2012 acogió a 200 o 300 mil personas españoles que estaban fuera del sistema sanitario público y que, gracias a aquel decreto, se incorporaron al mismo.
La exministra Carmen Montón dejó entrever su intención de derogar el copago farmacéutico pero la actual, María Luisa Carcedo, ha dicho que lo va a eliminar dependiendo de la situación financiera en la que esté el país. ¿Cómo valora usted esta medida? ¿Cree que se va a llevar acabo?
Cuando ha gobernado el Partido Socialista no ha quitado el copago farmacéutico. Nosotros creemos que en el copago hay que introducir mejoras. Mejoras en las que se puede hablar de cronicidad de enfermos o los ingresos de renta. Creemos que en esa línea se puede avanzar en el tema del copago farmacéutico, pero entiendo que fue una medida adecuada, progresiva, en cuanto a que no paga lo mismo el que tiene más dinero que el que tiene menos dinero y fue una medida razonable en aquel momento. El Partido Socialista anuncia su supresión, pero de momento, no contamos con ningún documento que diga que van a retirar o a modificar este copago. Les puedo decir que el Partido Socialista no modificará nada en esta medida.
Dos preguntas de actualidad. ¿Qué opina de los antivacunas y qué medidas se pueden tomar desde Gobierno central para que no existan este tipo de actuaciones por parte de los padres hacia menores que no tienen capacidad de decisión?
Me parece que es un peligro para la salud, tanto la aplicación de prácticas que no están sustentadas en la evidencia científica – el secretario general hace referencia a la homeopatía- como la decisión personal de algunos padres responsables de menores que le saquen del sistema sanitario. Hablábamos de lo importante de la prevención de salud y las vacunas son uno de estos campos.
Estamos en un modelo sanitario moderno y que se basa en la evidencia científica, por tanto, solo podré estar de acuerdo con aquello que da seguridad al paciente, aquellos fármacos, productos farmacéuticos o tecnologías o tratamientos que estén sustentados en una evidencia científica que demuestra que lo que se hace con el paciente le otorga mejoría y tiene una seguridad en su aplicación o en su administración.
Román asegura que faltan profesionales sanitarios.
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En Australia están multando a los padres antivacunas, con una serie de penas económicas. Una cantidad por año e hijo sin vacunar. ¿Lo apoya?
Sería partidario de actuar y hablo a nivel personal, no me atrevo hablar como secretario ejecutivo, de actuar de una manera más beligerante contra las personas que atentan de una manera activa contra la salud de otras.
Y el segundo punto, la homeopatía, que ya se ha referido a ello…
Cuando los productos homeopáticos superen las barreras que tiene cualquier producto farmacéutico para llegar a ser un medicamento. Es decir, que la Agencia Europea del Medicamento o la Agencia Española del Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) le den la validez, entonces se podrá considerar ese producto homeopático como una medicina, mientras tanto no puede ser considerado como una medicina y no se puede apoyar la administración al ciudadano como una medicación.
¿Y cómo hay que actuar con un médico que dispensa homeopatía?
Si la administración de ese producto provoca una alteración al paciente, una enfermedad o una situación, sin duda hay que actuar con la legalidad y la actuación la tienen que determinar los jueces. Si esto se lo está dando un médico, él es responsable individualmente, no solo desde el punto de vista civil sino penal, de lo que está haciendo con el paciente. El paciente dentro de la autonomía puede tomar una cosa u otra, pero si es algo perjudicial tiene que ser informado como cualquier consentimiento informado que firmase en un hospital o en un centro de salud, tienes que ser informado de los efectos secundarios y si no informas yo creo que hay que actuar con todo el peso de la legalidad.
Respecto a esas políticas para mantener la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) de las que hablaba. ¿Hace falta algún cambio de modelo o un cambio de gestión?
No tanto un cambio como una evolución. Creo que el sistema tiene que ir evolucionando a lo que te demanda la población. Decía antes que tenemos cada una población con una expectativa mayor de vida y enfermedades que antes tenía una mortalidad elevada en el corto plazo ahora han evolucionado a enfermedades crónicas. Esto hace que tengamos que atender la cronicidad, que tengamos que incrementar las ayudas o la atención a dependientes, la atención a personas con necesidades que ahora mismo se prestan, no solo desde el ámbito sanitario, sino desde la parte social. Creo que hay que avanzar en la asistencia que se da a la dependencia de las personas, hay que ayudar a las personas que viven solas, hay que tratar de mejorar y en esto no solo el ámbito de la sanidad, desde el ámbito municipal, todo lo relacionado con la accesibilidad global al espacio ciudadano, tecnología, actividad física, comida, lavado de ropa… Creo que esa es la evolución que tiene que dar.
¿Hay que apostar más por una Atención Primaria?
El profesional sanitario puede atender la enfermedad o prevenir la aparición de la enfermedad. Y en la prevención de la enfermedad juegan un importante papel diferentes profesionales sanitarios: la Enfermería, el médico, el farmacéutico… Pero la prevención va desde hacer una educación sanitaria, desde los más pequeños, a tener unos hábitos saludables, no fumar, la ley del tabaco, la lucha contra la obesidad… Y ahí influyen muchos factores, por ejemplo la Enfermería que tiene entre sus capacidades la educación para la salud y la adhesión a los tratamientos. Influyen también, sin duda, los profesionales médicos que indican todas estas medidas de prevención de la salud, o los farmacéuticos como ese primer eslabón de la farmacia comunitaria en la sanidad y en la atención de los pacientes.
Román, en un momento de la entrevista.
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Insisto, profesionales son el motor de la sanidad, son el motor que hace que funcione de manera adecuada. Y a los profesionales hay que motivarles y hay que incentivarles. La motivación viene no solo desde el punto de vista económico, que es una parte importante, sino hay que progresar en los desarrollos de la carrera profesional de todos estos profesionales. Que puedan avanzar en sus competencias y también en sus capacidades y en su formación continuada. Si no tenemos un profesional sanitario satisfecho con lo que hace, tendremos un sistema sanitario peor.
Sobre la farmacia comunitaria. ¿Cuál es la opinión del Partido Popular al respecto?
Existe la discusión entre profesionales sanitarios –Román se refiere a Enfermería y Farmacia- que tienen determinados campos en los cuales hay lugares comunes o lugares que pudiera haber interferencias. Creo que en esos lugares caben todos. Se habla de farmacia comunitaria y también quiero hablar de oficinas de farmacia. Cuando hablamos de oficinas de farmacia creemos en un modelo farmacéutico, el modelo mediterráneo, que creo que en España es muy bueno, no me atrevo a decir si el mejor del mundo. Provengo de una provincia rural donde hay 260 municipios menores de 1000 habitantes. Pues hay farmacias en cada una de las comarcas que atienden y que a estos lugares llega un fármaco que es prescrito por el médico en menos de 24 horas y que se le está dando ese medicamento pero no sólo dando el medicamento, sino también atendiendo y dándole consejos de salud, consejos de cómo se administra el medicamento, cómo se toma… ¿Esto lo puede hacer también Enfermería? ¡También! Creo que del consenso entre los colegios profesionales sin duda llegaremos a un mejor servicio. Llamemos Farmacia Comunitaria, o también la Enfermería que dentro de su especialidad familiar y comunitaria. Creo que no hay nada incompatible y lo que tiene que haber es acuerdo en esta materia.
Hablando de farmacia, Farmaindustria ha firmado varios pactos con la exministra Dolors Montserrat que se mantiene hasta el 2020 para una colaboración en el Sistema Nacional de Salud. ¿El gobierno del Partido Popular apuesta por seguir trabajando con Farmaindustria en este aspecto?
Nosotros queremos que la puesta con Farmaindustria. Creemos que hay que apoyar por una parte lo que es la innovación y la investigación farmacéutica, que hace la industria, y, por otra parte, consideramos que las políticas de genéricos y de precios de referencia deben tener el mejor fármaco y al mejor precio sin estrangular, sin ahogar en ningún caso a aquellos laboratorios que aportan mucho valor a nuestros sistema. Me refiero, que están investigando y no únicamente hablando de patentes, sino investigando en los fármacos. Por tanto, el acuerdo que la exministra hizo hasta el año 2020 es algo que está vigente y, sin duda, habrá que seguir trabajando en acuerdos que aseguren una eficiencia en todo lo relacionado con los productos farmacéuticos. Calidad a buen precio y manteniendo, o incluso implementando, la investigación en este sector.
¿La eficiencia al Sistema Nacional de Salud pasa por la colaboración público-privada?
Creo que son modelos complementarios. España tiene un sistema sanitario público, muy fuerte y de alta calidad, pero creemos que tiene su cabida el privado. Ahí tenemos proyectos asentados en la asistencia sanitaria tipo Muface, Mugeju… en el cual son muchos millones de españoles, funcionarios dependientes del Estado eligen la red de centros privados que hay en España.
"La pública y la privada son sistemas complementarios aunque desde el PP defendemos la sanidad universal y gratuita"
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Por tanto, creo en la complementariedad de ambos sectores con una defensa de lo público que tiene que garantizar cada día la igualdad de todos los españoles en el acceso a este sistema sanitario. Pero también respetando la libertad de los españoles a la hora de elegir otro modelo que garantice su buen estado de salud. Creo que son complementarios aunque el Partido Popular defiende una sanidad universal, público y gratuito.
Hay un problema con las listas de espera en la sanidad pública, la Fundación Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) se ha ofrecido a que sus centros privados acojan parte de esas listas de espera y mejoren los datos de la pública. ¿Tal vez eso sería un ejemplo de colaboración público-privada?
Hay muchos ejemplos, incluso hospitales o áreas de salud que son gestionadas por entidades privadas y que exponen sus indicadores de calidad en el servicio que prestan. Al final el ciudadano lo que quiere es ser atendido en el menor tiempo posible y con la mayor calidad posible. Esto es lo que nos reclaman los ciudadanos. Hace escasas fechas me reunía con IDIS y me aportaban sus datos estadísticos y la verdad es que tienen unos datos comparables o incluso mejores con la pública. Tienen decenas, centenares de miles de trabajadores también en la privada. Creo que hay muchos ejemplos de complementariedad y de prestar servicio el ámbito privado al público y viceversa, y no se debe descartar nada.
Es imposible no hablar con el secretario general de Sanidad, que es médico, de temas de su profesión. No sabemos si ha vivido de cerca alguna agresión a compañeros pero es una evidencia que es una lacra que se incrementa y de la que cada día conocemos nuevos casos. ¿Cómo se debe atajar este problema social?
Es complejo, no es algo nuevo. Llevo en la profesión sanitaria desde 1990 y todos conocemos un caso, o una experiencia personal, en la que se ha sufrido violencia verbal o, en algún caso, incluso física. Esto puede afectar desde la Atención Primaria, la atención domiciliaria o en cualquier centro de salud u hospital del país. Por tanto, creo que es importante hacer campañas de sensibilización hacia la población en general indicando que el profesional sanitario es alguien que está ahí para ayudar. Creo que hay que trabajar en la parte de condenar, de sentenciar, de castigar pero también insisto que son necesarias las medidas educativas de respeto al profesional sanitario. Cualquier agresión es absolutamente denunciable y repudiable.
Antonio Román, sobre las desigualdades entre las CCAA.
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Una de las propuestas es instalar botones de pánico en los diferentes servicios de salud, medidas de seguridad que tal vez en centros sanitarios más dispersos podrían ser beneficioso. ¿Qué le parece?
Es una medida imposible, es decir, probablemente desde el punto de vista del que sufrió la agresión podríamos tener un botón de pánico pero pensad la cantidad de profesionales, la cantidad de consultorios abiertos en todo el país si cada uno tuviera que tener botón de pánico y cuál sería la magnitud. Hay que pensar en un pueblo pequeño que no hay ni Guardia Civil y que hay a lo mejor tres enfermeras, dos médicos y cuatro celadores. Quién va a atender el botón de pánico. Cualquier medida hay que estudiarla y hay que medirla. En algunos centros que hay un nivel de agresiones elevadas pues a lo mejor hay que hacer medidas de seguridad, de llamada urgente a personal de seguridad, pero esto no va ser posible en todo el país.
A raíz del problema educativo con Cataluña, Pablo Casado llegó a proponer que la educación volviera a las competencias del Estado. ¿En la Sanidad habría algunos aspectos cuyas competencias deberían de volver al Estado?
El presidente Pablo Casado lo que dijo fue que, en caso de que no se permitiera a los niños en cualquier comunidad autónoma estudiar en la lengua que elegían, habría que replantearse la recuperación de algunas de estas salidas. En sanidad estamos hablando de que lo que desearíamos es que todos los enfermos, pacientes en cualquier lugar de España fueran atendidos en las mismas condiciones, no hubiera diferencia, o no fuera “es que no me atienden en castellano por estar en tal comunidad autónoma”, eso no se debe consentir. Hay hay que intentar que esto no ocurra desde el propio Estado y desde la propia comunidad autónoma. De momento no se ha replanteado por parte del Partido Popular un rescate de competencias en este sentido.
Mientras se mantenga una equidad, una calidad en el sistema sanitario entendemos que puede progresar con esas competencias de asistencia sanitaria en las comunidades autónomas. Ahora bien, entiendo que no debe de haber comunidades de primera y de segunda, que hay que luchar desde esa cohesión del mismo, hay que luchar para evitar que ciudadanos para recibir una prestación sanitaria tengan que recorrer 300 km y pasar por los hospitales de otra comunidad autónoma para llegar a uno de tu comunidad autónoma. Creo que ahí no estaríamos o no estamos siendo todos los ciudadanos de la misma categoría, pero aquí tiene que haber el acuerdo entre las comunidades autónomas y un acuerdo liderado desde el gobierno España.
Antonio Román destaca cómo quiere la receta electrónica interoperable.
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¿Apuesta por una tarjeta sanitaria única para toda España?
Por lo menos interoperable en toda España. Creo que el avance de la Medicina es tener una receta electrónica, tener una historia clínica, tener esa tarjeta sanitaria interoperable en el cual cada paciente lleve su historial y sus prescripciones sanitarias.
Respecto a la asistencia en todo el país, mi comunidad, Castilla-La Mancha tenía un convenio con Madrid para evitar que los pacientes de provincias limítrofes tuvieran que desplazarse hasta Albacete (muchos kilómetros más lejos) teniendo hospitales de referencia en Madrid más cerca. Creemos que tiene que haber acuerdo, en el que tengan competencias no significa que haya fronteras para el ciudadano. El ciudadano tiene que llegar a sus centros de atención sanitaria en el menor tiempo posible y también los familiares deben estar cerca de sus hogares para que estén todos mucho más confortables.
Pero si ese problema está en todas las comunidades autónomas, ¿no debería de gestionarlo el propio Gobierno y que no se permitieran esas barreras que actualmente existen?
Pero es que creo que hay formas de colaboración entre las comunidades autónomas que ya existen y son las que se tienen que ejecutar. Están dentro de su ámbito competencial y se paga a través de fondos de cohesión u otros fondos que pueden financiar estas atenciones. Creo que hay acuerdos entre comunidades autónomas, porque una comunidad autónoma no tiene que ser un adversario de otra, tiene que ser un colaborador en atención a los ciudadanos.
¿Faltan profesionales en el Sistema Nacional de Salud?
Sí, es algo que me transmiten los consejeros que tienen problemas para atender, cubrir las plazas de profesionales. Creo que aquí el Consejo Interterritorial tiene que hablar, tiene que adoptar decisiones. Ahí introduzco otro tema es y la necesidad de que se modifique el reglamento del Consejo Interterritorial de acuerdo a una ley del 2015 para hacer que determinadas decisiones sean vinculantes, no sean simplemente orientativas, sean vinculantes.
Una iniciativa relevante pero volvamos al punto. ¿Faltan médicos?
Faltan profesionales. Creo que hay que adecuar el sistema MIR, el número de profesionales que se forman, plazas que se acreditan, hay que adecuarlo a la demanda que hay de cada una de las especialidades. Nadie puede negar que en comunidades autónomas de un signo o de otro signo cuando un profesional enferma, cuando un profesional se jubila o cuando un profesional se marcha a otro lugar hay dificultades para cubrir estas plazas. Y luego además también leemos que en algunos casos son profesionales que vienen de otros países. Creemos que antes de ejercer en nuestro país deben tener todos la homologación, la acreditación adecuada sabiendo que la especialidad que están ejerciendo en nuestro país es la que tiene la formación y la formación suficiente para atender a los pacientes, a los ciudadanos españoles.
Una comunidad como Castilla-La Mancha con unas zonas rurales menos atractivas para el profesional sanitario. ¿Habría que incentivar para que esa fuga de batas blancas no se origine precisamente en esos lugares en los que es más difícil encontrar un profesional sanitario, que quiera ir a trabajar allí?
A nivel general, la motivación no viene únicamente, que es un factor importante, del aspecto económico. Hay otros factores en los cuales hay que trabajar y me consta que hay comunidades autónomas que ya están hablando por una parte de humanización y por otra parte de motivación de los profesionales.
La entrevista ha tenido lugar en el pató de Sanitaria 2000.
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La profesión enfermera, con la que trabaja día a día tiene dos reivindicaciones en estos momentos que necesitan una solución por parte del Gobierno. Las especialidades enfermeras y la prescrición. ¿Qué opina de este último?
Sí, bueno, el conocimiento que tengo del asunto es que hubo un acuerdo entre los dos colectivos profesionales, los colegios profesionales, entiendo que también algunas de las fuerzas sindicales más potentes de Enfermería. Estamos satisfechos con el acuerdo que hubo entre los profesionales y creemos que el Gobierno está perdiendo el tiempo, ¿por qué? Tendría que acelerar mucho más de lo que está haciendo.
Y las especialidades enfermeras, ¿considera que hay que agilizarlas, ampliar el abanico y crear algunas nuevas?
Creo que todo lo que se hable de progreso de especialización y mejora no se debe de abandonar nunca, dentro también de algo importante en cualquier estrategia de consecución de objetivos que es el diálogo y el acuerdo. Por una parte con gobiernos, comunidades autónomas, por otra parte con otros colectivos profesionales en los cuales haya lugares de lucha o de fricción. ¿Hay que crecer? Sí dentro del acuerdo entre gobiernos y colectivo profesional y entre diferentes colectivos profesionales.
¿Qué especialidad enfermera hace falta que actualmente no está y debería estar?
No lo sé, sería atrevido por mi parte como político decir que hace falta una o hace falta otra. Yo entiendo que deben ser un diálogo de ordenación profesional en el cual se determine cuántas y cuáles pero yo creo que el permitir un desarrollo profesional, una mayor especialización pues aporta beneficios al sistema.
¿Y en los médicos, se atreve a decir si hace falta una especialidad de Urgencias y de Infecciosas?
Este es el gran debate. En lo que respecta a las infecciosas, creo que el sistema de las troncalidades es un modelo en el que se ha avanzado y creo que tiene que tiene que tener un tronco común –Roman hace referencia a Interna, en la que se ha formado-y luego hay determinadas especialidades que deben tener una súper especialización en determinadas áreas.
"Cuando la especialidad de Urgencias tenga un cuerpo doctrinal propio se podría entrar en la negociación"
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La demanda de la especialidad de Urgencias es una demanda histórica, pero también choca con otras sociedades de otras especialidades que consideran que ese ámbito está bien cubierto en la actualidad. Creo que hay que escuchar todas estas demandas y en lo referente a Urgencias y a enfermedades infecciosas creo que hay que ir avanzando aún más en su cuerpo doctrinal para que puedan conseguir ese objetivo.
¿Pero sí apoya por la creación?
Apoyo el diálogo y el consenso. Creo que cuando tengan un cuerpo doctrinal propio fuerte y suficiente pues es algo que podría entrar en negociación.
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