Xiaobin Wang.
Tener
niveles elevados de plomo en la sangre en la
primera infancia aumenta el riesgo de desarrollar trastorno por déficit de atención con hiperactividad (
TDAH) en los
niños, siendo los varones especialmente vulnerables, según los nuevos datos.
En una
investigación que busca determinar cualquier asociación prospectiva entre la exposición temprana al plomo y el TDAH, un equipo de investigación formado por
Xiaobin Wang, directora del Centro sobre los primeros orígenes de la enfermedad en el Departamento de Población, Familia y Reproductive Health en la Facultad de Salud Pública de la Johns Hopkins University Bloomberg, y su equipo analizaron los datos de 1479 parejas madre-hijo en Boston Birth Cohort. En total,
299 parejas incluyeron un niño con TDAH.
El equipo utilizó registros médicos electrónicos para obtener las
primeras mediciones de plomo en la sangre de los niños, así como los diagnósticos médicos de TDAH.
"Aunque la exposición al plomo ha disminuido significativamente en las últimas décadas desde su eliminación en
pinturas y gasolina y la adopción de otras medidas de
seguridad ambiental, la
exposición a bajos niveles continúa siendo generalizada en las poblaciones urbanas de bajos ingresos", ha asegurado Wang y su equipo a
MD Magazine. "Encontramos que el 8,9 por ciento de los niños en la cohorte de nacimiento de Boston tenían niveles elevados de plomo -5-10 ug / dL- en la infancia temprana".
Diferencia de género en el TDAH
"Si bien este bajo nivel de plomo fue considerado como seguro en el pasado, hay una creciente evidencia de que ese nivel seguro no existe", ha agregado Wang. Esto coincidió con los hallazgos, ya que este 8,9 por ciento se asoció con un 66 por ciento más de riesgo de TDAH en la muestra global. Para los varones la asociación fue aún más fuerte.
"Encontramos una
sorprendente diferencia de género: entre los niños, la asociación del plomo y el TDAH fue significativamente más fuerte, un 149 por ciento más de riesgo", ha asegurado Wang. "En las niñas, la asociación se atenuó en gran medida, lo que sugiere que los niños son particularmente vulnerables a los efectos adversos de la exposición al plomo".
"Nuestro estudio identificó algunos factores maternos -como el estrés bajo- durante el embarazo pueden ayudar a reducir el riesgo de TDAH asociado con la exposición al plomo en los niños", han señalado. Para Wang y su equipo, estos hallazgos deberían arrojar una nueva luz sobre las
diferencias de género en el TDAH. También deberían señalar las aperturas y la importancia de una evaluación de riesgos más temprana y la
prevención primaria de la afección.
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