José Manuel Crespo, facultativo especialista del Hospital de Bellvitge.
La
terapia electroconvulsiva (TEC) puede ser eficaz y rápido para el inicio de acción del tratamiento sobre diversas enfermedades psiquiátricas, como la esquizofrenia o los episodios depresivos moderados o severos. Incluso en mujeres
embarazadas.
José Manuel Crespo, facultativo especialista del Hospital de Bellvitge, ha hablado sobre la 'Intervención de la Terapia Electroconvulsiva durante el Embarazo' en el seno del 'Curso de Prevención de la Depresión Postparto' que ha tenido lugar durante el
XXII Congreso Nacional de Psiquiatría en Bilbao.
La terapia electroconvulsiva es un procedimiento que se lleva a cabo con
anestesia general y que consiste en pasar pequeñas corrientes eléctricas a través del cerebro, para que haya una convulsión breve. "Se usa porque es un tratamiento que tiene un efecto muy rápido y por su tasa de eficacia", ha segurado.
Crespo ha respondido a algunas de las
dudas que pueden surgir sobre la utilización de esta terapia en embarazadas. Principalmente, si se puede utilizar (sí), pero también sobre cuáles son las
indicaciones, si tiene
riesgos, y si su aplicación en el embrazo tiene algún
aspecto diferencial.
"El TEC sirve para algunas patologías, pero no para todas. Tienes que encontrarte a una embarazada que tiene la patología con indicación para la terapia, básicamente
trastornos del estado de ánimo; después hacer un balance del riesgo-beneficio, viendo lo que puede suponer, teniendo en cuenta la comparación con el
tratamiento farmacológico y los
riesgos que tiene no tratarla; y hacer un
consentimiento informado". También hay que hacer
evaluaciones previas y realizar la
terapia en una Unidad de TEC especializada.
En concreto, el psiquiatra ha señalado durante su exposición que las indicaciones de la TEC en el embarazo son los
episodios depresivos moderados o severos, cuando hay una ausencia de respuesta a fármacos antidepresivos por vía oral o si existe una situación clínica que requiera una mejoría rápida (suicidios, riesgo de malnutrición o deshidratación agitación...). También cuando se da un
cuadro catatónico en un trastorno mental, un
episodio maníaco,
esquizofrenia con síntomas afectivos predominantes,
trastorno esquizoafectivo o haber tenido
psicosis postparto.
Necesidad de tratar la depresión en el embarazo
En general, el 23 por ciento de las mujeres con trastorno bipolar tienen
episodios afectivos durante el
embarazo y un 52 por ciento durante el
postparto. En mujeres con trastorno depresivo mayor, un 4,6 por ciento tienen estos episodios durante el embarazo y un 30 por ciento en el postparto.
"No tratar la depresión durante la gestación conlleva riesgos"
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No tratar la depresión durante la gestación conlleva
riesgos. Por ejemplo el mal cuidado de la mujer, en el que se incluye la
mala alimentación; el incremento de riesgo de
trastorno por uso de sustancias;
peor calidad en los cuidados sanitarios durante el embarazo; o el incremento del riesgo de depresión postparto y de enfermedades como la hipertensión, la diabetes o la pre-eclampsia.
También ha explicado que hay riesgos para el bebé: se incrementan los nacimientos antes de tiempo, por lo que pueden nacr con bajo peso, baja circunferencia cefálica o puede haber puntuaciones Apgar bajas.
Bajos efectos adversos
Además, Crespo ha indicado que los efectos adversos de la TEC durante el embarazo son bajos y hay herramientas para prevenirlos. "Hay
escasos datos y son heterogéneos, mientras que no existen con alto nivel de evidencia", ha explicado. Además, ha señalado que los efectos adversos que se presenten durante la gestación por esta terapia son los propios que esta tiene en cualquier otro tipo de paciente.
"Alrededor del 10 por ciento de los pacientes que realizan TEC durante el embarazo presentan un efecto adverso que implique una intervención sobre la madre o sobre el feto", ha añadido.
Los riesgos, principalmente, están relacionados con el
estímulo eléctrico y la
convulsión. Puede darse un parto prematuro
, ya que durante la TEC existe un incremento de las hormonas que aumentan las contracciones uterinas. Los factores de riesgo son la fiebre, la deshidratación y la hipoxia. Para prevenirlo, ha señalado que se debe hacer una m
onotorización fetal y uterina durante el procedimiento. También existe riesgo de desprendimiento de placenta que debe prevenirse con un control estricto de la
tensión arterial.
En cuanto al feto, durante la TEC hay un incremento de la actividad motora que no le daña, pero puede aparecer una situación de hipoxia de la madre que sí le lesione en pacientes con tiempo de convuslión largos. La prevención pasa por la
pre-oxigenación y por
evitar esta hipoxia mediante la monotorización.
TEC en depresión durante el embarazo
Si se ha hecho el consentimiento informado incluyendo al
feto, hay indicación en función del riesgo / beneficio, hay evaluacioens previas rigurosas y se cuenta con una
Unidad de TEC especializada, donde se pueda llevar a cabo una intervención muldiscipliar entre Psiquiatría, Anestesiología, Ginecología, Enfermería y matrona o Pediatría si procede, entonces se puede realizar el TEC durante la
depresión en el embarazo.
Durante su intervención, Crespo también ha hablado del papel del psiquiatra en toda la terapia, ha puesto de ejemplo un caso clínico y ha hablado de guías de buenas prácticas en la terapia. La conclusión es que sí: se puede utilizar y, en muchos casos, se antepone a alternativas farmacológicas.
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