El 22 por ciento de los participantes informaron de niebla cerebral después de un año de infección por SARS-CoV-2.
Un grupo de investigadores demuestran que la
depresión es el predictor "más fuerte de la niebla cerebral persistente asociada al Covid-19", según explica
Viviana Cristillo, autora principal del estudio. Este tipo de predictor se encuentra "un año después de haber sufrido la enfermedad del covid", añade. Sin embargo, Cristillo asegura en el estudio, publicado en la revista
Springer, que "deben realizarse estudios observacionales longitudinales con tamaños de muestra más grandes para profundizar en la comprensión de los trastornos cognitivos entre los
pacientes con covid prolongado".
Los autores creen que el presente estudio es el primero de este tipo que "pone de manifiesto la
correlación positiva entre la niebla cerebral o las quejas cognitivas y la depresión un año después de la recuperación del Covid-19, independientemente de la gravedad de las
infecciones por SARS-CoV-2 y de la presencia de afecciones comórbidas".
Asimismo, en la investigación se justifica "la realización de más investigaciones para dilucidar los mecanismos subyacentes a fin de orientar el desarrollo de terapias y reducir la
carga neurológica a largo plazo del Covid-19".
Niebla cerebral tras un año de infección por SARS-CoV-2
De los
246 pacientes, sólo 132 fueron considerados para el análisis final. Se excluyeron del análisis dos pacientes con deterioro cognitivo o demencia premórbida y tres pacientes con síndrome anamnésico depresivo. Sólo el 22 por ciento de los participantes informaron de
niebla cerebral después de un año de infección por SARS-CoV-2. La edad media de los participantes era de 68,5 años y la mayoría de ellos, el 72 por ciento, eran varones.
Los participantes con
trastornos cognitivos mostraron menores puntuaciones Evaluación cognitiva de Montreal (
MoCA), 23 frente a 26; y mayores puntuaciones del impacto de la escala del evento-revisado (
IES-R), 34 frente a 26; puntuaciones escala de depresión autocalificada (
SDS), 41 frente a 36; y puntuaciones escala de gravedad de la fatiga (
FSS), 34 frente a 24, en comparación con los participantes sin quejas cognitivas.
Cabe destacar que las puntuaciones del SDS "se correlacionaron significativamente con la niebla cerebral después de los ajustes de datos para las covariables y las puntuaciones del MoCA, lo que indica que la depresión fue el mejor predictor del desarrollo de los
deterioros cognitivos entre los pacientes con covid prolongado, independientemente de sus puntuaciones del MoCA". Los hallazgos son "fascinantes, especialmente porque los pacientes con trastornos psicológicos y deterioro cognitivo premórbido fueron excluidos del análisis", apunta Cristillo.
Asociación entre neblina cerebral y gravedad por SARS-CoV-2
El equipo no encontró una asociación significativa entre la neblina cerebral y la gravedad de las infecciones por
SARS-CoV-2, lo que indica que múltiples factores pueden i
nfluir en las secuelas a largo plazo del Covid-19. En el presente estudio, los investigadores evaluaron la prevalencia y los factores asociados a la CC entre los pacientes infectados por el SARS-CoV-2
después de un año del diagnóstico de Covid-19.
El estudio incluyó a pacientes hospitalizados por complicaciones pulmonares asociadas a Covid-19 entre el 1 de marzo y el 31 de mayo. Los participantes fueron evaluados después de un año del alta hospitalaria y se realizaron exámenes neurológicos, psicológicos y clínicos exhaustivos. Las evaluaciones incluyeron la escala de impacto de eventos revisada (IES-R), la evaluación cognitiva de Montreal (MoCA), la escala de ansiedad autocalificada de Zung (SAS), la escala de gravedad de la fatiga (FSS) y la escala de depresión autocalificada de Zung (SDS).
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