Los profesionales reunidos durante el I Congreso Mundial de la World Association of Dual Disorders (WADD) y el V Congreso Internacional de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD).
29 mar. 2017 15:00H
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Se calcula que el 23% de los pacientes con una adicción a alguna sustancia sufre un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) –según la Sociedad Española de Patología Dual–, debido a que “buscan en esa droga un efecto de automedicación” para el trastorno. El médico Martínez-Raga, del Hospital Universitario Doctor Peset de Valencia, destaca además que son el tabaco y el cannabis las sustancias más consumidas por estos pacientes con TDAH.
“Desde hace décadas la comunidad científica es consciente de que el TDAH predispone el desarrollo de un trastorno adictivo, pero, a su vez, la adicción influye de manera muy negativa en el curso del TDAH”, asegura Martínez-Raga, y añade que "la desregulación emocional es un aspecto que tiene una gran influencia en la evolución del TDAH”.
Los profesionales reunidos durante el I Congreso Mundial de la World Association of Dual Disorders (WADD) y el V Congreso Internacional de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), coinciden que el tratamiento correspondiente debe englobar la dualidad, y no centrarse en el TDAH o en la adicción por sí solos.
Patología dual y enfermedades infecciosas
Otro de los temas destacados durante el congreso ha sido el abordaje de los pacientes con una patología dual que además sufren una enfermedad infecciosa. “Las patologías infecciosas más frecuentes son la Hepatitis C, en el 70% de los casos; el VIH, en un tercio; y en un 20% de los pacientes, coexisten ambas enfermedades infecciosas”, apunta Pablo Vega, secretario de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Patología Dual.
Vega comenta que los pacientes duales tienen mayor prevalencia de trastornos afectivos, trastornos de ansiedad y de trastorno de la personalidad tipo paranoide, esquizoide, antisocial y límite, y en cuanto a adicciones a sustancias las más frecuentes son los opiáceos por vía parenteral. "Los tratamientos en estos pacientes son más complejos por el alto grado de incumplimiento terapéutico y por la baja tolerancia a los efectos secundarios de los fármacos", recalca el experto.
Los profesionales han concluido que sus dos grandes retos son, por un lado, la detección en estos pacientes de las enfermedades infecciosas (VIH y hepatitis C) y, por otro, su remisión exitosa para una correcta derivación a los especialistas en hepatología e infecciosas.
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