España es uno de los países del mundo con
menos tasa de mortalidad por suicidios. Sin embargo, "esto
no es un consuelo y nos queda mucho camino por recorrer". Esta ha sido la principal conclusión extraída de la VI Jornada 'Nuevos desafíos, nuevas respuestas asistenciales en
salud mental' que, en esta edición, ha girado en torno al
suicidio.
El Hospital Gregorio Marañón ha acogido, de nuevo, esta iniciativa que ha abordado los diferentes
desafíos a los que se enfrentan los profesionales médicos con el suicidio. En esta línea,
Francisco Ferre, jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital Gregorio Marañón, ha identificado
tres.
El primero,
referente a los médicos. "Los médicos de Atención Primaria y de todas las especialidades tienen que
perder el miedo a preguntar a los pacientes '¿ha pensado usted en que la vida no merece la pena?', '¿ha pensado usted que estaría mejor muerto?'. Eso es un primer mensaje para los médicos", ha señalado.
Fransico Ferre durante su intervención.
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En segundo lugar, Ferre ha destacado las acciones desde el punto de vista de
administración sanitaria "en el sentido de que un intento suicida
debe ser cuidado al máximo, debe ser atendido lo antes posible, porque sabemos que es justo los días después del intento cuando más riesgo hay de que se repita".
En tercer lugar, "hay que perder el miedo a hablar de suicidio en los
medios de comunicación, pero hay que hacerlo
en términos de esperanza" porque, según ha comentado el experto a Redacción Médica, "siempre es posible evitarlo cuando hay un espacio donde escuchar al paciente".
Antonio Alemany, director general de Coordinación de la Asistencia Sanitaria de la Comunidad de Madrid, ha sido el encargado de inaugurar la jornada, señalando que "la relación de los
profesionales debe ser intensa para abordar el suicidio". En este sentido, ha explicado que desde la comunidad "se está
formando a policías, bomberos y educadores sobre el suicidio".
Dilemas éticos
Sobre el suicidio asistido y la eutanasia,
Diego Gracia, catedrático emérito de Historia de la Medicina y Bioética, ha centrado su exposición. En los últimos momentos de la vida de un paciente, surgen de los
problemas éticos. "Un dilema consistirá en elegir el valor A o B. Si el paciente quiere morir, hay un
problema ético entre la vida del paciente y el criterio de autonomía del paciente que
ha elegido poner fin a su vida".
En este punto, el experto ha querido diferenciar la
eutanasia, definiéndola como "el acto que realiza el profesional en el cuerpo del paciente a petición explícita".
"Es importante mejorar la valoración del riesgo suicida tras tentativas, así como la continuidad asistencial"
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Para Gracia, "los
cuidados paliativos han acuñado un tema que es fundamental: cuando una persona dice que quiere morir, en realidad quiere decir que quiere vivir de otra manera. Los paliativos tienen la filosofía de control de síntomas yendo por delante del síntoma. La segunda es la comunicación abierta y la última, el
apoyo emocional".
Mejorar la asistencia
"El suicido es un
problema complejo, multifactorial", ha explicado
Mercedes Navío, coordinadora de la Oficina de Salud Mental. Por esta razón, desde la Comunidad de Madrid "hemos querido
ordenar la actuación de los profesionales que trabajan en la detección de las personas con problemas de salud mental y hemos llevado a cabo actuaciones en materia de
facilitadores sociales, entre otras.
Para Navío es importante el
acompañamiento de las personas que han intentado suicidarse. Hace diez años, Francisco Ferre realizaba un estudio que reflejaba que
solo el 21 por ciento de las personas que realizaban un intento de suicidio,
tenían un seguimiento posterior en la red pública sanitaria.
Por esta razón, para la coordinadora de la Oficina de Salud Mental, "es importante
mejorar la valoración del riesgo suicida tras tentativas, así como la continuidad asistencial entre los servicios de urgencias y de salud mental".