Belén Sánchez Martín-Moreno, psiquiatra en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam).
De todos los desafíos asociados al estigma que rodea a la figura del psiquiatra, el uso de las
contenciones mecánicas en algunos casos de ingreso es uno de los que más polvareda levanta. Belén Sánchez Martín-Moreno, que trabaja como psiquiatra en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), ha explicado a
Redacción Médica que
"la contención mecánica es un abordaje que hay que evitar siempre que se pueda".
En esta línea, la facultativa ha señalado que "la experiencia de estos años es que
es posible reducir la contención mecánica muchísimo para que solo se aplique en las situaciones que realmente son peligrosas para la integridad del paciente u otras personas, tras fallar otras medidas o no poderse aplicar por las circunstancias". En su opinión de experta, "
nunca debería ser una primera medida, menos aún un castigo".
Antes de trabajar en el Sescam, Sánchez Martín-Moreno trabajó en la Unidad Rehabilitadora y Residencial de Alcohete, donde "
se redujeron las contenciones comprando camas especiales que bajan hasta el suelo, por lo que, su uso por las noches por riesgo de caída, ha dejado de hacerse".
Un decálogo sobre unidades de larga estancia
Su experiencia en Alcohete quedaba plasmada en un decálogo en el 2020 con reflexiones sobre
las unidades de larga estancia en centros de salud mental. Instituciones que, bajo su punto de vista y a pesar del estigma, "
siguen siendo muy necesarias para tratar a un grupo de pacientes con
trastorno mental grave con una discapacidad asociada que les dificulta poder realizar muchas actividades básicas de la vida diaria, seguir de manera autónoma un tratamiento adecuado o estar integrados en su comunidad de origen".
Sánchez Martín-Moreno ha indicado que "estos centros siguen siendo unos grandes desconocidos" y eso provoca "que se inviertan muy pocos medios". "
La inversión tiene que ir más allá del centro, creando una red de recursos comunitarios que permita que la persona vuelva a su entorno, con los apoyos necesarios, según sus circunstancias", ha aseverado Sánchez Martín-Moreno.
Cuatro años después de su escrito, la facultativa confiesa que es "más crítica con los gestores y políticos de los que depende este tipo de recurso.
No hay una voluntad política real de dar un mejor cuidado y rehabilitación a este tipo de paciente tan grave". A la vista de lo vivido, esta psquiatra considera que, "
si no es por los profesionales que trabajan a diario e intentan modernizar, humanizar y hacer que se cumplan los derechos fundamentales,
estos centros serían cárceles en los que meter gente de manera indefinida para 'que no hagan ruido'".
Revisando sus primeras conclusiones, la especialista en salud mental problablemente añadiría nuevos apartafos a ese documento inicial. Por ejemplo, "
información sobre papel que juegan las familias" de los pacientes. "Muchas merecen un texto aparte, por su vocación de cuidado y acompañamiento, por llevar años visitandoles varias veces a la semana, vigilando sus progresos y sus empeoramientos, sacándoles siempre que pueden de vacaciones, a comer fuera, preocupándose por su vestido y aseo, sin delegar y despreocuparse sistemáticamente de todo porque 'ya se encarga el hospital'".
Tasa de reiserción social de pacientes psiquiátricos
Sobre este tema, Sánchez Martín-Moreno ha confesado que la tasa de
reinserción social y laboral de las personas con trastornos mentales "puede interpretarse como baja" pero, si se piensa que "no se esperaba ya nada de muchos de ellos",
puede calificarse como "altísima". En esta línea, según la profesional sanitaria, algunos pacientes han conseguido "irse de alta y trabajar con los apoyos necesarios". Otros han vuelto al domicilio familiar y muchos de los que siguen ingresados en el centro
"hacen actividades en la comunidad con normalidad, pueden hacer un primer contacto con el mundo laboral y viajar".
Además, la psiquiatra ha revelado que
"existen todavía demasiadas barreras" de cara a conseguir la
autonomía y reinserción laboral de los pacientes. La facultativa ha destacado la ausencia de una mini-residencia para pacientes con trastrnos mentales graves en algunas regiones de España y la escasez de viviendas supervisadas para poder darles el alta médica.
A esto hay que añadir los escasos "empleos protegidos" que existen hoy en día para fomentar dicha reinserción laboral. "
Necesitamos que además sean realmente adaptados a ellos, sin turnicidad, sin exceso de horas, sin un nivel de exigencia alto, al menos al inicio para que su rendimiento vaya siendo progresivo y sepamos hasta dónde les aporta trabajar y cuándo se puede volver perjudicial", ha detallado.
"No es un lugar gris"
Por otro lado, la psiquiatra del Sescam ha indicado que se ha producido una importante evolución desde la Reforma Psiquiátrica. "El primer hito es que
ya no puede ninguna persona ser ingresada 'porque sí'. Los pacientes son derivados desde comisiones que estudian el caso individualmente y observan que ha habido un fracaso en otros dispositivos de corta y media estancia".
Además, ha señalado que el estilo de vida que se lleva a cabo de puertas hacia dentro es muy distinto al que se imagina la gente. "
No es un lugar gris. Los pacientes visten su ropa, deambulan libremente por el centro, pueden tener móvil, manejar dinero y salir a hacer compras al exterior". Asimismo, ha especificado que, la mayoría de centros, "ya no son cerrados y se permite que
las personas que viven en ellos sigan un tratamiento adecuado, en un entorno estructurado", pero con la posibilidad de salir a diario de manera autónoma y de participar en distintas actividades en la comunidad.
Adiós a fármacos no necesarios
El manejo de pacientes de larga estancia viene acompañado de una "serie de síntomas, como la apatía, la falta de motivación o la distorsión de los circuitos de recompensa". "También tenemos muchas dificultades con
ayudarles a limitar o dejar el consumo de tóxicos. La mayoría son grandes fumadores, tienden a comer muchos procesados, abusan de la cafeína y no tienen conciencia de lo perjudicial que es para ellos especialmente el consumo de cannabis", ha explicado Sánchez Martín-Moreno, al hablar de los desafíos que presenta el abordaje de este colectivo.
Una de las herramientas eficaces que ha aprendido la psiquiatra a lo largo de su carrera en la rama de la
salud mental es la adecuación farmacológica, que consiste "en estudiar a fondo todo el tratamiento, interacciones, y patologías asociadas, ayuda mucho a disminuir dosis de fármacos y eliminar muchos que no estaban aportando nada". La facultativa ha indicado, a raíz de esto, que "
muchos pacientes mejoran los síntomas de su enfermedad y tiene muchísimos menos efectos secundarios, lo que les permite poder aprovechar mejor su participación en terapia ocupacional y su tiempo libre".
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