Redacción. Madrid
Los anestesistas recurren desde hace quince años a la ecografía para localizar el plexo nervioso del paciente y para descartar y confirmar enfermedades antes de que sea intervenido por el cirujano. Tal es el auge de la técnica que no pocos aventuran que, en el futuro, se convierta en el nuevo fonendoscopio a la cabecera del enfermo.
Andrés López, jefe de servicio de Anestesiología de HM Hospitales.
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En efecto, se ha utilizado en anestesia regional con el fin de localizar mejor los plexos nerviosos y, de esta forma, realizar las inyecciones de anestésico con mayor precisión, mejorando la tasa de éxitos de los bloqueos anestésicos y disminuyendo la posibilidad de lesionar los nervios. Asimismo, ha tenido gran utilidad en la canalización de vías centrales disminuyendo el riesgo de punciones arteriales y aumentando también, la tasa de éxitos.
Con el objetivo de actualizar las aplicaciones que tiene la ecografía en Anestesiología y Reanimación, Andrés López, jefe de servicio de Anestesiología de HM Hospitales, y Roberto Siljeström, organizaron el curso
Nuevas Perspectivas de la Ecografía en Anestesiología, “ayudándonos mediante la práctica en modelos humanos, para que los participantes en el mismo pudieran comprobar de forma inmediata las explicaciones teóricas que se hicieron previamente”, ha puntualizado López.
Los alumnos valoraron el curso como “excelente”, por lo que se plantean nuevas ediciones del mismo, “ya que la formación en este tipo de tecnologías es fundamental para mejorar la atención y la seguridad de nuestros pacientes y los resultados que obtenemos”, señaló el experto.
López declaró que la accesibilidad, desde el punto de vista económico, unido a la portabilidad y a la excelente calidad de imagen que proporcionan los nuevos equipos de ecografía, han permitido integrarlos de forma rutinaria en la práctica clínica diaria de esta especialidad: “Actualmente, son muchas las aplicaciones clínicas que tiene la ecografía dentro de nuestra práctica habitual, como anestesia de plexos, canalización de vías centrales y periféricas, bloqueos centrales, bloqueos interfasciales, estudio y abordaje de la vía aérea la valoración de la función cardiaca del paciente quirúrgico –incluido el periodo intraoperatorio–, drenaje de colecciones líquidas a nivel torácico o abdominal, valoración pulmonar en procesos infecciosos o
distrés respiratorio, valoración del paciente en
shock, etc.”, aseguró. “De hecho, -afirmó López-, el ecógrafo es una herramienta insustituible en nuestra práctica diaria”.
Áreas que se exploran con el ecógrafo
Desde el punto de vista del anestesiólogo, la ecografía se utiliza para la exploración y abordaje de plexos, exploración y localización de vías centrales y periféricas, exploración de columna para realización de bloqueos centrales, exploración del corazón, pulmón, vía aérea etc. “Nos permite realizar un gran número de técnicas con mayor seguridad para el paciente y, en ocasiones, establecer un diagnóstico con más rapidez que si utilizásemos otro método”, indicó López.
Además, en situaciones de urgencia, permite descartar o descubrir patologías como un neumotórax intraoperatorio o postoperatorio, un derrame pleural, un derrame pericárdico y/o un taponamiento cardiaco, la existencia de líquido intraperitoneal, valorar la contractilidad miocárdica, etc. Aun así, López aconsejó que, siempre que sea posible, estos diagnósticos deben ser confirmados por el especialista correspondiente.
En cuanto al futuro de la ecografía, las aplicaciones son tantas que muchos se refieren al ecógrafo como “el fonendoscopio del futuro”. “El reto tecnológico es conseguir equipos de ‘bolsillo’, económicos con buena calidad de imagen y buenas prestaciones”, concluyó López.
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