Andrea Oleñik, especialista de IMO Grupo Miranza, pasando consulta.
Aunque el tratamiento de las complicaciones oculares de la diabetes ha evolucionado mucho en las tres últimas décadas, esta enfermedad que afecta a
más de 6 millones de personas en España, sigue representando un reto para los oftalmólogos. La recuperación de estos pacientes no es igual que la del resto.
"Cada vez hay más evidencias de que la diabetes no solo tiene un componente vascular, sino también
neurotrófico e inflamatorio. Esto provoca que la recuperación visual de los pacientes tras someterse a tratamiento sea más lenta, inestable e impredecible, variando mucho de una persona a otra, con independencia del grado de severidad de la patología", explica Andrea Oleñik, especialista de IMO Grupo Miranza.
Así se refleja, por ejemplo, en la
vitrectomía, la cirugía más común para tratar los problemas del fondo del ojo, cuyos resultados definitivos, en el caso de los diabéticos, pueden prolongarse de de 1-2 semanas, como suele ser habitual, hasta varios meses. Además, "el riesgo de recaídas visuales también aumenta cuando hay
episodios inflamatorios o una inflamación crónica de base asociada a la diabetes", apunta Oleñik, quien destaca la importancia de prestar atención a este aspecto y manejarlo adecuadamente en la consulta oftalmológica con fármacos antiinflamatorios, ya sean tópicos (gotas) o intravítreos.
Por otro lado, también es fundamental el
estudio y seguimiento personalizado de cada paciente y, según Oleñik, "como oftalmólogos no tenemos que fijarnos solo en el ojo, sino en el paciente como un todo, atendiendo a su estado de salud general".
Colaboración profesionales sanitarios
Estudios han demostrado que la presencia de retinopatía diabética (lesiones en la retina a causa de la diabetes) y nefropatía diabética (daños en el riñón) está relacionada mutuamente, lo que pone de manifiesto la importancia de la
colaboración con distintos profesionales sanitarios, como endocrinólogos y nefrólogos.
Asimismo, Oleñik advierte que "dentro de la propia oftalmología, también hemos de tener en cuenta que la retina no es la única afectada por la diabetes, que también puede
repercutir en el nervio óptico, mermando sus fibras nerviosas, y la córnea, produciendo úlceras. Todas ellas son estructuras indispensables para la visión".
Los especialistas de Miranza destacan que un 5 por ciento de las consultas al oftalmólogo por diabetes se producen
cuando el daño ocular ya está avanzado y puede dejar secuelas visuales irreversibles. Principalmente, son pacientes jóvenes, con diabetes tipo 1 e insulinodependientes, que, por falta de concienciación u otros condicionantes, llevan un mal control metabólico. De hecho, los pacientes con diabetes complejas que a pesar de tomar las medidas preventivas oportunas pierden visión de forma severa representan menos del 1 por ciento, lo que pone de relieve la importancia de la prevención.
Los programas de detección precoz de pacientes con diabetes evitan el desarrollo de complicaciones oculares
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Junto con la innovación terapéutica en fármacos, láser y cirugía, los
programas de seguimiento y detección precoz de los pacientes con diabetes son la clave para evitar el desarrollo de complicaciones oculares. Por ello, desde Miranza recomiendan acudir a una
revisión con el oftalmólogo como mínimo una vez al año en caso de tener diabetes o más frecuentemente, con la periodicidad que indique el especialista, si ya hay algún grado de retinopatía diabética diagnosticada. A escala mundial, esta todavía sigue siendo la principal causa de ceguera en adultos en edad laboral.
En este sentido, la ceguera por diabetes se ha reducido enormemente en los últimos años, debido a una mayor cultura preventiva y control de esta enfermedad y sus complicaciones. Los tratamientos oftalmológicos también han evolucionado enormemente, tanto en lo que se refiere a
técnicas quirúrgicas y láser como a nuevos fármacos de inyección intravítrea, mejorando mucho el pronóstico visual si se acompañan de un diagnóstico precoz de las lesiones características del ojo diabético.
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