Esta propuesta incluye la creación de un plan de transferencia de información clínica para asegurar la continuidad en la asistencia.
El
Ministerio de Sanidad plantea la creación de un
plan de transición y continuidad para garantizar que los pacientes atendidos por procesos crónicos de alta complejidad que vengan desde
Muface, puedan ser atendidos con normalidad en sus centros hospitalarios de referencia del SNS sin necesidad de atravesar los cauces comunes de una primera consulta. Así lo plasma el informe del Ministerio
'Muface: del seguro privado al Sistema Nacional de Salud', que incluye dentro de este plan las
primeras visitas de Atención Primaria, tanto por parte de Medicina como de Enfermería.
Este plan se enmarca como uno de los 'caminos' que diseña Sanidad para el
'fin' de Muface en los próximos nueve meses y que supone un proceso de internalización de la provisión sanitaria de los mutualistas para que se hiciera cargo el SNS, en el que se prevé una
incorporación "paulatina" estratificada por letra de comienzo del primer apellido, edad y aseguradora prestadora de servicios, pudiendo trabajarse,
singularizando su aplicación a nivel de comunidades autónomas, diversos elementos.
Esta propuesta para la
integración de Muface en el SNS incluye, además, la creación de un plan de transferencia de información clínica para
"asegurar la continuidad en la asistencia", "evitar la duplicidad" en la realización de pruebas diagnósticas y terapéuticas y "afianzar la calidad en la prestación sanitaria".
Pacientes complejos y lista de espera quirúrgica 'cero'
Dentro de esos nueve meses, Sanidad indica que "podrían plantearse" más elementos como la
identificación de pacientes inmersos en procesos terapéuticos que precisen continuidad y que deban ser de los últimos en ser traspasados al sistema sanitario público. "En este tipo de pacientes, en el caso de existir alguna contraindicación absoluta a la transferencia de su asistencia sanitaria (situación de final de la vida o muy alta complejidad en procesos oncológicos) se podrá
valorar una vía excepcional de renegociación temporal de un aseguramiento extraordinario que permita la prórroga durante un año más allá de la extinción de la prórroga", indica Sanidad.
Por otra parte, fijan el compromiso con la
"lista de espera quirúrgica cero", para que los procedimientos que sean indicados por profesionales de las aseguradoras privadas a pacientes de Muface durante los primeros cuatro meses de la prórroga del concierto "deban ser realizados por la aseguradora en cuestión".
A su vez, plantean un plan de
comunicación "a nivel de la población general y la población mutualista de Muface" que favorezca el conocimiento de la nueva situación, el plan de transición y ayudara a resolver "cualquier duda que pudiera generarse para evitar dificultades". Además, la financiación que iría destinada a la provisión de la asistencia sanitaria por parte de las aseguradoras privadas a los mutualistas de Muface
será transferida, de manera capitativa, a las comunidades autónomas para su inversión, con carácter finalista durante los primeros tres años, en los respectivos servicios autonómicos de salud.
"El modelo Muface en la actualidad no es sostenible, ni siquiera con un aumento importante de la cápita"
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Mutualistas al SNS, un camino 'razonable'
El contexto actual hace que, por primera vez en muchos años, la posibilidad de incorporar a la población mutualista a la asistencia sanitaria pública sea una opción
"tanto viable como razonable". La
falta de concurrencia de las aseguradoras privadas a las condiciones ofertadas por el Gobierno de España es uno de los principales motivos de tipo coyuntural que Sanidad apunta para llevar esto a cabo.
En cuanto al motivo estructural, indica el
envejecimiento de la población base de Muface con ausencia de elementos de contrapeso que sirvan para ajustar la cápita a cantidades más bajas y controladas de cara a los próximos años. "
El modelo Muface en la actualidad no es sostenible, ni siquiera con un aumento importante de la cápita, porque ningún sistema de aseguramiento funciona si no tiene un 'pool' de riesgos que permita ejercer contrapesos entre quienes más demandan el servicio y quienes hacen un uso menos intenso", especifica.
La incorporación de los mutualistas al SNS debería hacerse, como señala el Ministerio, anteponiendo la continuidad en la atención, la calidad de los cuidados y la seguridad del paciente, especialmente en pacientes en situaciones singulares como final de la vida o pacientes oncológicos de alta complejidad: "
Poner al paciente en el centro a la hora de llevar a cabo la transición puede reducir los posibles errores y favorecer el aprovechamiento de las virtudes del SNS tales como la presencia de la Atención Primaria, factor diferencial con respecto al régimen mutualista de aseguradora privada".
El Ministerio concluye finalmente que, en el caso de que se tomara la decisión de incorporar a esta población, "habría que trabajar en estudios posteriores en mayor profundidad haciendo uso de los sistemas de información sanitaria disponibles en colaboración con las Comunidades Autónomas e Ingesa", de modo que
el SNS "debería tener capacidad" para prestar ese servicio con la adecuada gestión del proceso de transición.
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