Un Muface solvente y freno al empaquetado genérico del tabaco, al Congreso

El Congreso de los Diputados ha registrado tres Proposiciones No de Ley (PNL) que abordan temas prioritarios para la sanidad y la salud pública en España. Las iniciativas, presentadas por el Partido Popular, el Grupo Mixto (en concreto Coalición Canaria) y Sumar, persiguen cuestiones como garantizar la sostenibilidad del mutualismo administrativo con un nuevo concierto para Muface, estudiar el impacto de la regulación del empaquetado genérico de productos del tabaco y establecer un protocolo integral de intervención en salud mental ante catástrofes climáticas.

Ha sido el Grupo Parlamentario Popular quien ha presentado la PNL que insta al Gobierno a licitar “con máxima urgencia” un nuevo concierto que asegure la prestación sanitaria a los funcionarios adscritos a Muface. En el texto, el PP hace un llamamiento a “blindar el mutualismo administrativo”.

Entre las propuestas, se incluye la actualización de los recursos y la adaptación de los conciertos sanitarios a las necesidades actuales de los beneficiarios, “para garantizar una asistencia de máxima calidad” y para “consolidar y desarrollar” el modelo mutualista en el futuro “desde la sostenibilidad y la solvencia”.

En la actualidad, la situación de Muface se encuentra a la espera de que las aseguradoras muevan ficha, después de que el Gobierno presentase una nueva licitación este mismo lunes, con una mejora sustancial sobre la oferta de octubre. En concreto, la prima asciende a un 33,5 por ciento, lo que supone un concierto de 4.478 millones de euros.

Frenar el empaquetado genérico para el tabaco

Por su parte, el Grupo Mixto insta al Gobierno a retirar la introducción del empaquetado genérico de tabaco del proyecto de Real Decreto que modifica el actual marco normativo sobre la fabricación, presentación y comercialización de productos de tabaco. En concreto, esta PNL, presentada por Coalición Canaria, solicita, además, analizar la eficacia del empaquetado genérico en base a la experiencia de otros países donde ya se ha implementado la medida y evaluar su impacto en el tejido industrial y económico de las Islas Canarias.

El paquete genérico elimina los elementos visuales diferenciadores de las marcas, como colores, logotipos y diseños llamativos, estandarizando los envases con advertencias sanitarias más destacadas. En este contexto, el empaquetado genérico pretende “visibilizar los efectos nocivos del tabaco sobre la salud” y fomentar una reducción en su consumo. Sin embargo, la medida no está exenta de controversia. Según el Grupo Mixto, esta medida podría tener un impacto negativo en la industria tabaquera y aumentar el comercio ilícito de productos de menor calidad.

La PNL subraya que la introducción del paquete genérico podría tener graves consecuencias para la industria tabaquera canaria, que representa el 13,9 por ciento del PIB industrial del archipiélago y emplea directamente a más de 4.500 personas. Además, destaca que el tabaco se ha convertido en el principal producto de exportación de Canarias, con un valor estimado en 203,6 millones de euros en 2023.

Es por esto que en su PNL solicita que, de demostrarse la ineficacia de la medida en el impacto en la salud y el impacto negativo para la industria del Archipiélago, se consensúe con la comunidad autónoma de Canarias cualquier propuesta relacionada con el empaquetado de estos productos.

Salud mental en emergencias climáticas

La última propuesta sanitaria que encontramos en el Boletín Oficial de las Cortes Generales de este viernes llega de la mano de Sumar, y se centra en el desarrollo e implantación de un modelo de intervención en salud mental para hacer frente a las consecuencias de grandes catástrofes y emergencias climáticas. Esta PNL busca prevenir y mitigar los efectos psicológicos en las comunidades afectadas por desastres naturales, como inundaciones, incendios y sequías.

Para ello, Sumar propone crear un modelo de intervención integrado y escalonado que junto a las comunidades autónomas y al resto de actores implicados “de respuesta a corto, medio y largo plazo” a las necesidades de salud mental durante y después de una catástrofe. En concreto, la atención integral podrá foco en la prevención y el apoyo comunitarios y contará con diferentes niveles, acorde a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).