Marta Sibina, portavoz de Sanidad de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea.
El Tribunal Superior de Justicia de Asturias ha dictado
una sentencia en la que se obliga a indemnizar con 122.170,58 euros a unos padres cuya hija de 13 años falleció por complicaciones supuestamente derivadas de la administración de la
vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH). Un auto que sirve a Unidos Podemos para pedir al Ministerio de Sanidad la creación de "un
fondo de compensación por daños derivados de las
vacunas" en una
batería de preguntas registradas en el Congreso.
Si bien la sentencia no cuestiona la indicación de dicha vacuna, sí pide a las administraciones sanitarias
"no relajar el deber de vigilancia" por las posibles reacciones adversas que pueda provocar. De manera similar, la portavoz de Sanidad de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea,
Marta Sibina, incluye entre las preguntas al ministerio si va a desarrollar "alguna mejora en los sistemas de detección y vigilancia" de
efectos adversos de vacunas.
Javier Padilla, asesor de Marta Sibina.
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La Agencia Europea del Medicamento (EMA) publicó
un análisis en 2015 en el que concluía que
"los beneficios de la vacuna del VPH superan los riesgos". Una afirmación que comparte
Javier Padilla, asesor de Marta Sibina, que considera que hay superar la dialéctica "falaz" en torno a las vacunas: "Hay quien dice que sí a todo y que no tienen efectos adversos y hay quien dice que no a todo y que son tremendamente dañinas".
Para el asesor y salubrista, en este caso hay que moverse en los grises: "Tenemos que poder decir que tienen determinados efectos secundarios, pero que merece la pena". Pone como ejemplo
la
vacuna de la triple vírica que puede causar encefalitis debido al componente de sarampión, aunque la frecuencia es de un caso por cada millón de dosis de vacuna administrada, según el
Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría.
Antigua PNL
Javier Padilla: "Tenemos que poder decir que las vacunas tienen determinados efectos secundarios, pero que merece la pena"
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La idea de este fondo no es nueva.
Izquierda Unida presentó
una propuesta en 2015 que no llegó a votarse al disolverse las cortes antes para las elecciones de diciembre. En aquella iniciativa se planteaba la creación de un
Programa de Compensación de Daños por acontecimientos adversos de las Vacunas (PCDV) que estuviera financiada "a partes iguales entre la administración y la industria". Este mecanismo incluiría una lista de daños, tendría capacidad para tomar decisiones, estaría dotado de un fondo compensatorio y podría litigar en caso necesario.
Es una idea similar
al fondo que existe en EEUU desde 1988 y que Padilla pone como ejemplo. Dicho mecanismo
cobra 75 céntimos de dólar por cada dosis a las farmacéuticas que las fabrican para nutrir el fondo e indemnizar a personas que puedan sufrir efectos adversos.
Incentivos positivos
La
creación de un fondo de este tipo en España tendría un efecto tranquilizador para aquellos que albergan dudas sobre las vacunas, según Padilla. "Si queremos promover que las personas se vacunen no solo para el beneficio propio sino para el de la salud de la población, hay que crear
incentivos para que sepan que, si pasa algo, la institución va a estar detrás", explica.
De momento, la formación ha planteado una pregunta por escrito y todavía no se plantea desarrollar una iniciativa parlamentaria a corto plazo, ya que "hay otros asuntos pendientes", según aclara Padilla.
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