"Si la competencia sanitaria es nuestra, ¿por qué no un MIR valenciano?"

“Cuando lleguemos a esos puentes, los cruzaremos”, resuelve Joan Balvodí, candidato de Compromís a la Generalitat valenciana, al ser preguntado sobre sus aspiraciones como presidente autonómico. No obstante, el todavía diputado se muestra ambicioso ante la idea de hacer de la sanidad la ‘joya de la Corona’ de su hipotético mandato tras los comicios del 28 de mayo. El objetivo es avanzar hacia un sistema “público y referente”, afirma, del que la ciudadanía se pueda “sentir orgullosa”. En una entrevista con Redacción Médica, el político valenciano afirma que el primer paso debe ser un reajuste de la financiación, que, defiende, permitirá dotar de los recursos suficientes a las plantillas sanitarias de la autonomía.

Joan Baldoví:"Entendemos que la sanidad es uno de los principales pilares de un sistema progresista"

Recientemente dijo: “Si soy elegido ‘president’, blindaré la sanidad pública en el Estatut. ¿Qué significa esto? ¿Qué implicaciones tiene?

Significa que ningún gobierno pueda estar tentado de regalar hospitales o áreas de Atención Primaria a empresas privadas. Entendemos que la sanidad es uno de los principales pilares de un sistema progresista y justo, y eso hay que protegerlo. Una empresa que entra en sanidad al final tendrá que dar cuenta de sus resultados, tendrá que repartir beneficios, y por lo tanto priorizará por encima de todo la viabilidad. En Compromís entendemos que hay determinados sectores del Estado del Bienestar, como la educación y la sanidad, que deben ser públicos y dirigidos por las administraciones.

Si alcanzara la presidencia de la Generalitat, ¿cuál sería su plan sanitario? ¿Qué flaquezas detecta en el sistema de salud?

En primer lugar, la financiación. Nosotros estamos reclamando 800 millones por la atención a los pacientes desplazados de otras comunidades y países que el ministerio no nos reconoce. Las comunidades que tenemos mucho turismo debemos hacer un esfuerzo extra durante la época estival para proteger a esos pacientes. Es decir, tenemos que endeudarnos para prestar servicios esenciales, mejorar la Atención Primaria y pagar a nuestros médicos, enfermeros y celadores. Por otro lado, también debemos reforzar la Medicina Preventiva, porque así podríamos ahorrar muchísimo en Atención Hospitalaria; y abordar el debate que ha emergido con fuerza sobre la salud mental.

La entrevista a Joan Baldovi, al completo.

Ahondando en la financiación, ¿qué ajustes habría que hacer para evitar ese déficit en el sistema sanitario? ¿Qué partidas habría que mover?

En el caso valenciano está muy claro: habría que tener un sistema de financiación justo. El nuestro lleva ocho años y medio caducado, y ante los gobiernos del PP y el del PSOE solo nosotros hemos pedido este cambio. Pero es como la voz que clama en el desierto. No pedimos más que otras comunidades, y de hecho desde Rajoy hasta Sánchez, Montoro, Montero y Escrivá, siendo este último expresidente de la Airef, han reconocido ese déficit presupuestario que tenemos los valencianos para prestar servicios públicos.

Uno de los debates que imperan en la sanidad valenciana, y en general en la española, es el de la falta de médicos. ¿Qué soluciones propone Compromís?

Perdone que insista. Los valencianos decimos: “Amb diners, torrons” (“Con dinero, turrones”). Es decir, con más dinero tendremos los recursos adecuados para pagar mejor a nuestro personal sanitario. Pero no solo debemos hablar del ámbito económico; creo sinceramente que hay que poner topes al número de pacientes que debe ver un profesional. Que el médico pueda ver a sus pacientes con absoluta tranquilidad y con tiempo para dar un buen diagnóstico. No puede ser como la cadena de una fábrica. Y eso se consigue con recursos.

Precisamente, la Conselleria ha cerrado con los sindicatos un acuerdo sobre la jornada de 35 horas en la sanidad, así como una agenda de 35 pacientes en la primera línea asistencial. ¿Es plausible con los recursos que ahora se tienen?

Hay que ir caminando. Efectivamente hemos visto que la Conselleria se abre a la posibilidad de considerar la jornada de 35 horas. Yo centraría el debate en que los médicos tengan tiempo para sus pacientes, que no acaben la jornada quemados y abrumados por la responsabilidad de tener que ver más pacientes de lo que aconseja el sentido común. Por otro lado, hay que topar la tasa de reposición. Yo creo que ya han quedado atrás los tiempos en los que se nos imponían políticas austeras por parte de la Comisión Europea, ahora se ha abierto la mano y, por tanto, el Estado debería permitir a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos que la tasa de reposición fuera eliminada de una vez por todas. Que sean las comunidades, con su criterio, las que puedan cubrir las plazas que consideren necesarias.

Joan Baldoví, sobre el MIR: "Los problemas, desde la proximidad, se resuelven mejor".

Ante la falta de médicos en ciertas especialidades, las miradas se han dirigido también al modelo MIR. ¿Qué opina de la formación sanitaria en España?

Se ha de reforzar. Lo que no podemos permitir es que todo el esfuerzo que hacemos para formar a un médico al final no revierta en la sociedad. Si un médico se va, muchas veces en contra de su voluntad, es que algo está fallando. Hay que formar más, pagarles razonablemente y fomentar que se cubran las plazas de zonas donde hay falta de médicos.

¿Cómo se puede conseguir?

Bueno, hay que tener visión a largo plazo. Probablemente los próximos años serán complicados, pero debemos mirar a dentro de 10, 12, 15 años, y no permitir que se nos escape todo ese caudal formativo a otros países y que estos reciban los frutos. Hemos de trabajar para que todo este talento rinda y devuelva todo aquello que la sociedad ha invertido en él. Aquí, en su tierra.

Formaciones nacionalistas y soberanistas de Euskadi y Cataluña piden la transferencia del MIR. ¿Le seduce la idea de un modelo propio de la Comunitat Valenciana?

Los problemas, desde la proximidad, probablemente se resuelven mejor. Somos partidarios de que haya unos mínimos comunes denominadores, pero desde la cercanía nosotros sabemos mucho mejor en qué zonas hacen falta médicos, dónde es necesario reforzar la Atención Primaria, dónde hay que construir un ambulatorio… Si las competencias sanitarias son nuestras, ¿por qué no tener un MIR propio? No creo que pasara absolutamente nada.

---

"No podemos permitir que todo el esfuerzo que se hace para formar a un médico no revierta en la sociedad"

---

¿Sería un objetivo de legislatura?

No lo convertiría en un objetivo de legislatura, pero se puede estudiar si es positivo. Habría que hablarlo pausadamente.

Ahora que termina la legislatura, ¿qué valoración hace de la actuación de la Consejería de Sanidad valenciana?

Creo que habría que darle un nuevo impulso. Ha sido una legislatura complicada, en la que la sanidad pública ha dado ejemplo de lo importante que es. Pero con la pandemia se ha vuelto todo más difícil, ha habido interferencias en la Atención Primaria, retrasos en las cirugías… Hay que ir más allá, destinar uno de cada cuatro euros del Presupuesto sanitario a la Primaria, atender a la Medicina preventiva y la salud mental. Un Gobierno responsable, que cree en la sanidad pública, no debe conformarse sino ser ambicioso a la hora de recuperar recursos.

Tras las elecciones, es lícito pensar que en una Cámara fragmentada sean necesarias alianzas para gobernar. ¿Se pone líneas rojas?

Yo no diría fragmentada, sino plural. Y es plural porque así lo ha decidido la gente. Una Cámara tan plural como esta ha sido capaz de aprobar tres Presupuestos seguidos sin problemas. La señora Ayuso, con una menos fragmentación aún, está pendiente de aprobar el suyo. Lo que yo creo es que en los últimos años hemos aprendido a hacer coaliciones. En el País Valenciano lo estamos demostrando, y también en el Congreso lo hemos hecho con el impulso de leyes como la de la Eutanasia y el Aborto. La política son pactos, se basa en que nos pongamos de acuerdo en un punto intermedio en el que nos podamos sentir cómodos.

El dirigente valenciano, durante su entrevista con Redacción Médica.