Rafael Basterrechea, vicepresidente de Grünenthal.
Las víctimas de la
talidomida están estos días de celebración.
El consenso de los grupos parlamentarios para reabrir el registro de afectados marca el reconocimiento que España como estado debe a este colectivo. Además, los propios afectados destacan una victoria que va más allá de lo puramente simbólico: por primera vez el PP ha nombrado a
Grünenthal para exigir que asuma su
responsabilidad.
La diputada del PP
María José García-Pelayo fue clara en su intervención en la
Comisión de Sanidad: "Grünenthal no se puede ir de rositas". Estas palabras han sido recibidas con alegría por
Rafael Basterrechea, vicepresidente de la
Asociación de Víctimas de la Talidomida en España (Avite), que afirma: "Esta es la actitud que ha este colectivo le hubiera gustado desde el principio".
En su opinión, el cambio en la postura del PP es positivo porque "no sólo han se han mojado en que hay que ayudar a las víctimas, sino en que
el laboratorio no puede salir impune". Una posición que aplaude Basterrecha: "No dejamos de ser unos ciudadanos afectados por una empresa extranjera".
Partida en los Presupuestos
Para acabar de asegurar el compromiso político con los afectados, Basterrechea señala que le hubiera gustado que se incluyera en el acuerdo
una partida específica en los Presupuestos Generales del Estado para compensar a las víctimas. "Es importante que esté en una partida específica porque no puede ser que se dé una cantidad a una CCAA y que cada una lo aplique con su criterio".
Por eso exige que se incluya esta partida presupuestaria "
de forma continua y perpetua hasta el fallecimiento del último afectado". En su opinión, para cobrar estas ayudas " lo único que tiene que valer es el grado de discapacidad que tengan valorado por un certificado público".
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