Fisioterapia apunta que la obtención de la competencia de dosificar pautas terapéuticas reduciría las listas de espera

La confianza entre médicos y fisioterapeutas es fundamental para reducir la sobremedicación contra el dolor
El presidente de la Asociación Española de Fisioterapeutas, Fernando Ramos, y el presidente del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas, Gustavo Paseiro.


28 ene. 2025 6:00H
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Fisioterapia empieza a vislumbrar la prescripción de fármacos. La inclusión de la profesión en el borrador del anteproyecto de la Ley del medicamento parece indicar que dicho perfil sanitario contará con la competencia tras la aprobación del texto legal. Así, estos tendrán la posibilidad de recetar preparados relacionados con su ámbito asistencial, pero también de dosificar e interrumpir las pautas terapéuticas. Es más, la segunda encaja más con la idiosincrasia del gremio, según la percepción tanto de la Asociación Española de Fisioterapeutas (AEF) como del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas. Una función que podría chocar frontalmente con el trabajo facultativo y que esperan que no suceda.

El presidente de AEF, Fernando Ramos, ha indicado que Medicina y Fisioterapia deben "dibujar un enfoque colaborativo basado en protocolos claros y comunicación constante que permita a ambas profesiones trabajar en sinergia y fundamentar las decisiones de acuerdo a criterios clínicos compartidos y consensuados". Es decir, la confianza mutua tiene que ser la base de la relación entre sendos perfiles sanitario para no derivar en problemas a la hora de modificar pautas terapéuticas ya establecidas. 

Eso sí, más allá de la horizontalidad en el trato laboral, el fisioterapeuta debe de contar con una serie de herramientas para alterar una medicación. Por ejemplo, el acceso al historial clínico de la persona que acude a su consulta. Así, en caso de eliminar o reducir la toma de un fármaco, el facultativo que ha realizado la receta puede observar quién ha tomado esa decisión y el motivo. Si no están de acuerdo, ambos profesionales valorarán conjuntamente cuál es la mejor opción.


"Medicina y Fisioterapia deben de dibujar un enfoque colaborativo basado en protocolos y comunicación constante", ha puntualizado Ramos



Esta competencia se aplicaría principalmente en productos ortoprotésicos y preparados utilizados para mitigar dolencias. En el caso de este segundo grupo se ubicarían analgésicos como el acetaminofén y antiinflamatorios no esteroides, entre los que se encuentra el ibuprofeno. "El dolor es una de las manifestaciones clínicas más importante con las que nos enfrentamos en el día a día. Así, a medida que se modifica esta respuesta, nosotros debemos adecuar también la indicación de fármacos al estado y la evolución del paciente", ha resaltado Ramos a Redacción Médica.


La dosificación de medicamentos pasa a día de hoy por el médico


No obstante, de momento, la disminución de las tomas de un determinado preparado pasa por el facultativo. De esta forma, cuando el fisioterapeuta considera que hay que rebajar la pauta terapéutica establecida tiene que volver a enviar al paciente a la consulta del médico de Atención Primaria o Especializada que la fijó.

Esta situación se traduce en la saturación del propio del Sistema Nacional de Salud (SNS). Y es que se duplica el número de citas y por ende sobrecarga de trabajo al propio facultativo, abocado a una tarea principalmente burocrática, y puede llegar a entorpecer la sanación del paciente. "Muchas veces se invierte más tiempo en que la persona tratada consiga hueco para que su médico dosifique el tratamiento que en la propia duración del proceso asistencial", ha lamentado el presidente del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas, Gustavo Paseiro.


"Se invierte más tiempo en que el paciente consiga cita con el médico para la dosificación que en el tratamiento", ha recalcado Paseiro



En este sentido, la posibilidad de 'deprescribir' mejoraría los tiempos de atención dentro de la red de hospitales y centros de titularidad estatal, pero también en aquellos dependientes de empresas. Hay que destacar que buena parte de los fisioterapeutas operan en establecimientos privados. "Muchos pacientes acuden a sesiones fuera del ámbito público por las largas listas de espera existentes. La posibilidad de dosificar o cancelar una pauta terapéutica ayudaría a no depender de esa visita extra que retrasa el proceso asistencial", ha remarcado el dirigente del organismo colegial. 

Dotar de más competencias a estos profesionales ayudaría también a aligerar la carga de los fisioterapeutas del SNS, todavía escasos en buena parte de las comunidades autónomas. En este sentido, el máximo representante de AEF ha resaltado que favorecería la sostenibilidad de la propia estructura sanitaria.  


Los fisioterapeutas solo buscan prescribir en su ámbito


Mientras avanza la actualización de la Ley del medicamento, los fisioterapeutas mantienen unas competencias mínimas respecto a la utilización del fármaco. Según la legislación vigente, estos profesionales pueden indicar, usar y autorizar preparados y productos sanitarios no sujetos a prescripción médica. Sin embargo, no están capacitados para recetar herramientas farmacológicas que emplean con frecuencia en sus sesiones, como cremas antibióticas. Tampoco analgésicos, antiinflamatorio o ayudas ortoprotésicas, entre las que se incluyen muletas o mangas de compresión. En este último caso, dependen del visto bueno de Traumatología, tanto para introducirla en la recuperación del paciente como en su retirada. 

"Resulta curioso que los fisioterapeutas no puedan prescribir determinados productos relacionados con su especialidad cuando muchos de estos son adquiridos por los propios ciudadanos en farmacias o en otro tipo de establecimientos sin más filtro que su capacidad económica", ha aseverado Ramos. Un escenario que podría desaparecer en el SNS antes de la aprobación de la ley si se optase por la elaboración de guías de indicación para los mencionados tratamientos, al igual que sucede en Enfermería. Una alternativa que valoran los principales entes de la profesión.



"Resulta curioso que no podamos prescribir, pero que los ciudadanos puedan adquirir muchos de ellos libremente en farmacias", ha afirmado Ramos



Fisioterapia dice estar preparada para la prescripción. Sus titulados adquieren conocimientos en Farmacología durante el grado y tampoco buscan sobrepasar los límites establecidos por la propia disciplina. "Nuestro objetivo no es quitar competencias a los médicos. Es más, si viene un paciente con fiebre, nosotros no le vamos a tratar contra ella. Sin embargo, queremos intervenir cuando no necesite tomarse un determinado analgésico para prevenir el dolor de espalda", ha sentenciado el presidente del ente colegial. Según este, la profesión está lista para dar el paso. La llave está en manos del Ministerio de Sanidad.
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