Miguel Guerrero, psicólogo clínico de la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental del Hospital Virgen de la Victoria y coordinador del Proyecto Cicerón de Prevención del Suicidio.
La ministra de Sanidad,
Mónica García, presentó hace una semana los ejes fundamentales en los que se centrará el
Plan de Acción para la Prevención del Suicidio a nivel nacional, que tratará de
fortalecer los sistemas de información y mejorar la coordinación entre los distintos niveles asistenciales. Se trata de un proyecto de acción que ha sido muy esperado y que, como adelantó el pasado mes de julio el secretario de Estado de Sanidad,
Javier Padilla, permitirá "un abordaje más centrado, más directo y más quirúrgico".
Para diseñar dicho plan, Sanidad ha querido reunir a numerosos profesional para formar un
Grupo Motor de
especialistas en salud mental que pudieran aportar a su hoja de ruta.
Miguel Guerrero ha sido uno de los nombrados para llevar a cabo tal labor y ayudar en la redacción del documento oficial.
Ejerce como psicólogo clínico en la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental del Hospital Universitario Virgen de la Victoria (Málaga). Además, es coordinador del
Proyecto Cicerón de Prevención del Suicidio, por lo que cuenta con una amplia experiencia en el tratamiento de este tema.
Según ha explicado a
Redacción Médica, el suicidio supone la primera causa de muerte no natural o externa en España desde 2008. Por ello, ha asegurado que es muy importante la
contratación de personal sanitario especializado en salud mental, así como estrategias efectivas que mejoren la accesibilidad a los servicios prestados en el Sistema Nacional de Salud.
¿Cuál es la situación del suicidio en España?
Actualmente en España se suicidan de media diaria once personas, lo que implica que tenga lugar un suicidio cada dos horas y cuarto. Supone la primera causa de muerte no natural o externa en nuestro país desde 2008.
"La tasa de mortalidad por suicidio en España es de 8,8 por cada 100.000 habitantes"
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En 2022 perdieron la vida 4.227 personas siendo, por tanto, la tasa de mortalidad por suicidio en España es de 8,8 por cada 100.000 habitantes. Esta cifra es inferior a la media europea y está muy por debajo de tasas mundiales. No obstante, representa un problema social y de salud pública de primer orden que requiere un esfuerzo coordinado y eficaz. Además, cada año se estima que 75.000 personas intentan suicidarse y 80.000 personas quedan profundamente devastadas por perder a un ser querido por suicidio (supervivientes).
¿Considera que las comunidades autónomas están realizando un buen trabajo en cuanto a salud mental?
Aunque se han dado pasos importantes y hay ejemplos de buenas prácticas, aún queda mucho por hacer para garantizar un acceso equitativo y de calidad a los servicios de salud mental en todas las comunidades autónomas. La situación en este ámbito en las regiones es heterogénea y compleja.
En algunas de ellas se han implementado programas y políticas que han tenido un impacto positivo, mientras que en otras aún hay importantes desafíos por superar. Tras la pandemia ha habido una actualización de los planes regionales de varias CCAA que llevaban años sin revisar, pero la realidad es que aún queda mucho por hacer en cada región para mejorar el bienestar y la salud mental de la población general. Los problemas de accesibilidad, calidad y eficiencia de los dispositivos de salud mental especializados es sin duda, es la principal barrera a resolver y esto requiere inversión.
Como miembro del Grupo Motor que diseñará el nuevo Plan de Acciones contra el Suicidio, ¿qué medidas o ideas defenderá para que se lleven a cabo?
Todas aquellas que han demostrado evidencia en la reducción de la mortalidad por suicidio, aquellas estrategias que permiten generar vidas que merezcan la pena ser vividas, que alivien el sufrimiento humano, que reduzcan la desesperanza, que permitan a las personas vincularse, tener apoyos sólidos, cálidos, disponibles y protectores, aquellas que faciliten sentidos de vida y potencien los factores de protección al suicidio. Sabemos cómo hacerlo, necesitamos los recursos, medios humanos, cooperación, coordinación y liderazgo.
¿Cuáles considera que son los principales desafíos a los que se enfrentará el nuevo Plan?
Sin duda, conseguir un documento de consenso con las CCAA que permita un compromiso y acuerdo de mínimos, para contribuir a reducir la variabilidad y heterogeneidad entre regiones. Se requiere un esfuerzo político y generosidad por parte de nuestros responsables públicos que facilite la implementación y desarrollo de todas y cada una de las líneas de acción contenidas en el futuro plan nacional.
"El principal desafío del Plan va a ser conseguir un documento de consenso con las CCAA"
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Esto permitiría disponer de un marco común y garantizará la equidad entre territorios y que cada persona en España, independientemente de su código postal pueda beneficiarse de las herramientas que ayudan a prevenir las conductas suicidas.
¿Considera que deberían crearse protocolos para que enfermeras o médicos puedan detectar casos de personas con tendencia suicida?
Sin duda. Esta es una de las estrategias selectivas más rentables en prevención del suicidio. Si somos capaces de formar, capacitar y sensibilizar a los profesionales sanitarios sea cual sea su categoría profesional y en los niveles de asistencia de Atención Primaria y Atención Hospitalaria (además de Urgencias y Emergencias pre-hospitalarias), conseguiríamos no solo detectar la ideación suicida sino intervenir de manera preventiva para evitar un paso al acto que pueda resultar fatal.
Para ello, es importante no solo la formación sino disponer de herramientas estandarizadas que permitan valorar, preguntar y abordar la conducta suicida de una forma humanizada, respetuosa, honesta y profesional. Esta es la base y el sentido de un protocolo de detección.
Como psicólogo clínico y coordinador de varias unidades de salud mental, ¿cree que son necesarios más profesionales en este ámbito?
Rotundamente sí. La ratio de profesionales de salud mental es lamentable a todos lo niveles. Existe un déficit histórico de infradotación de recursos humanos para potenciar la red de salud mental. Las ratios de psicólogos clínicos, psiquiatras y Enfermería especialista en Salud Mental están muy por debajo en comparación con los países de nuestro entorno europeo, que se agrava aún más en determinadas CCAA que cuentan aún con ratios inferiores a la media nacional.
"Existe un déficit histórico de infradotación de recursos humanos para potenciar la red de salud mental"
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Si no somos capaces de dimensionar correctamente las necesidades de profesionales para brindar una atención especializada accesible, gratuita, universal y de calidad, no se puede garantizar la eficacia de los tratamientos e intervenciones psicoterapéuticas que ofertamos en los dispositivos de salud mental. Añadiría que esta escasez afecta más aún en centros comunitarios que en hospitalarios. Necesitamos más promoción, prevención, intervención temprana y una red comunitaria potente y no solo centrar los recursos en camas hospitalarias, estancias medias o concertarlas en privadas.
¿Considera que el Plan debería ir acompañado de una memoria económica sobre qué dinero se va a destinar a qué?
Es una pregunta que puede parecer obvia, pero a veces se convierte en el principal factor explicativo del fracaso de cualquier plan, estrategia o programa de salud: la financiación. Además de la transparencia que debe existir en las administraciones públicas con sus ciudadanos, si un plan no conlleva un presupuesto asignado suficiente para garantizar su desarrollo íntegro y sostenido en el tiempo, no sirve de nada. Existen documentos muy bien redactados, impecables en lo teórico, pero que no contribuyen ni benefician a la población diana por su inviabilidad.
Si una persona con tendencia suicida necesita ayuda, ¿qué opciones existen en España para este tipo de casos?
Si una persona está pensando en el suicidio, además de la red social y comunitaria (sus seres queridos, familia o amigos, que pueden y deben prestarles un acompañamiento genuino) pueden utilizar varios recursos sanitarios: una crisis suicida pueden ser atendida en los servicios de Urgencias y Emergencias.
"No podemos fallar a las personas en la crisis, seguramente, más importante de sus vidas"
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También se puede acudir a los servicios especializados de salud mental comunitarios de referencia en cada zona. Además, existe la opción de ser atendidos en Atención Primaria. Hay teléfonos en línea para crisis suicida como 24/7 y 061 o 112 en situaciones de riesgo (por ejemplo suicidio en curso). Por esto es tan importante la accesibilidad y la cercanía de estos recuross para las personas. No les podemos fallar en la crisis seguramente más importantes de sus vidas.
Un estudio del British Medical Journal afirma que el suicidio en médicos ha disminuido a lo largo del tiempo, pero en mujeres se ha mantenido elevado, ¿a qué cree que se debe esto?
El aumento de la tasa de suicidio entre las mujeres médicas se debe a una combinación de factores profesionales, personales y sistémicos. Las largas jornadas laborales, el estrés, la falta de equilibrio entre la vida laboral y personal, y un ambiente de trabajo hostil son factores críticos. Las expectativas altas y el perfeccionismo contribuyen a la autoexigencia extrema, mientras que el aislamiento social y el estigma asociado a los problemas de salud mental impiden que busquen ayuda.
Además, la falta de apoyo institucional y de políticas de conciliación laboral y familiar agrava la situación. Abordar este problema requiere implementar políticas de apoyo a la salud mental, promover ambientes laborales inclusivos y fomentar una cultura de búsqueda de ayuda sin estigmas.
¿Existen otros modelos respecto a la prevención del suicidio fuera de nuestras fronteras que podemos tomar como ejemplo?
Los países nórdicos (Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia o Islandia) y países como Australia, Canadá o Japón, han elaborado planes nacionales de prevención del suicidio muy interesantes y que han obtenido resultados que merecen ser replicados en otros países. Es fundamental nutrirse de experiencias que ya han demostrado eficacia y aplicar acciones que puedan ser escalables en nuestro entorno. Lo cierto es que, en materia de prevención de suicidio, es fundamental adaptar las estrategias a la realidad cultural, social y política de cada país para maximizar resultados.
En su experiencia profesional, ¿se ha encontrado alguna experiencia que le haya marcado?
Muchas, como no podría ser de otra forma, tras trabajar en salud mental durante 15 años donde la mitad de mi carrera está dirigida a la atención a personas en riesgo de suicidio y supervivientes. Son consultas donde el sufrimiento, dolor, desesperanza, soledad, desesperación y angustia se expresan habitualmente y el profesional también sufre el desgaste emocional, por esto es tan importante el auto-cuidado.
Sin embargo, lo que peor llevo, es el sentimiento de indefensión que te genera observar cómo personas son puestas a dedo por afinidad, intereses políticos o espurios en cargos de responsabilidad que lastran los resultados y paralizan las acciones de los profesionales. En este sentido, haciendo un símil con el deporte si me lo permites, aquí no siempre “juegan los mejores”.
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