El hallazgo de estos investigadores permitiría e los familiares acceder a programas de prevención

El CNIO confirma el nexo entre un cáncer de próstata y uno de mama
David Olmos y Elena Castro (CNIO).


9 ene. 2019 22:00H
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El cáncer de próstata más agresivo, uno de los tumores que más muertes causan en hombres, se asocia a mutaciones en el gen BRCA2, relacionado también con cáncer de mama hereditario, ovario y páncreas, entre otros, según ha confirmado un trabajo liderado por científicos de la Unidad de Investigación Clínica de Cáncer de Próstata del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).

Este hallazgo, publicado en la revista 'Journal of Clinical Oncology', implica que los familiares de pacientes de cáncer de próstata con mutaciones en BRCA2 y en otros genes de la reparación del ADN podrían tener un mayor riesgo de desarrollar cáncer y, por tanto, deberían acceder a programas de prevención del cáncer familiar.

Además, el nuevo trabajo muestra que los pacientes de cáncer de próstata con mutaciones en 'BRCA2' evolucionan peor y responden mal al tratamiento habitual para esta enfermedad. Los investigadores estudian ya si podrían beneficiarse, en cambio, de otras terapias ya en uso en cáncer de ovario y mama.

Los resultados son los primeros del estudio 'Prorepair-B', que ha sido coordinado desde el CNIO en colaboración con el Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (Ibima) y el Instituto de Genética Médica y Molecular (Ingemm), y liderado por Elena Castro, Nuria Romero-Laorden y David Olmos.

Participación de 38 hospitales españoles 


Han participado 38 hospitales de toda España. Durante cinco años se ha seguido a más de 400 pacientes de cáncer de próstata metastásico del tipo resistente a la castración o bloqueo hormonal, con el objetivo de analizar sus rasgos genéticos y relacionarlos con el progreso de la enfermedad y la respuesta al tratamiento.


La identificación de estas mutaciones heredables es también importante para los familiares de los pacientes


Esta es la primera demostración prospectiva basada no en la revisión de datos, sino en el seguimiento de los pacientes desde el diagnóstico de cáncer avanzado de que las mutaciones en BRCA2, por sí mismas e independientemente de otros factores, confieren peor pronóstico y pueden condicionar diferente respuesta a los tratamientos.

"Es importante insistir en que hemos identificado mutaciones heredables, aunque en muchos casos no existían antecedentes familiares de cáncer que hicieran sospechar la presencia de estas alteraciones. Buscar estas mutaciones en los pacientes con cáncer de próstata metastásico es importante para el pronóstico y el manejo de estos pacientes, pero también para sus familiares, dado que aumentan el riesgo de otros tumores como cáncer de mama, ovario y páncreas", explica Castro, primera firmante del artículo.

El estudio, a su vez, demuestra que los protocolos de tratamiento y seguimiento en los pacientes con cáncer de próstata avanzado pueden ser "insuficientes" para aquellos con mutaciones en BRCA2. "Estamos trabajando para entender las características que hacen a estos tumores más agresivos y para definir nuevas estrategias de manejo que mejoren el pronóstico de estos pacientes", asegura el jefe de la Unidad de Investigación Clínica de Cáncer de Próstata del CNIO y uno de los coordinadores del trabajo, David Olmos.

Tercera causa de muerte por cáncer en hombres europeos 


El cáncer de próstata es el más frecuente en hombres en España y en los países occidentales, y el segundo a nivel mundial. Aunque en los últimos años la supervivencia ha aumentado de forma continuada debido al diagnóstico precoz, todavía representa la tercera causa de muerte por cáncer en hombres europeos.

La mayoría de los tumores se detecta en estadios muy iniciales, y el pronóstico es entonces mucho mejor. Cuando el tumor está en fase avanzada la forma más habitual de combatirlo es mediante bloqueo hormonal, pero hay pacientes que no responden a este tratamiento y desarrollan lo que en términos técnicos se llama cáncer de próstata metastásico resistente a la castración.

Una parte de estos pacientes, además, responde peor a las terapias aprobadas para este cáncer de próstata, el más agresivo. En general, la supervivencia media en pacientes de cáncer de próstata avanzado no supera los tres años tras hacerse resistentes al bloqueo hormonal.

En busca de marcadores genéticos


En 'Prorepair B', los investigadores buscan marcadores genéticos que permitan identificar lo antes posible a los pacientes de peor pronóstico. Además, pretenden conocer mejor los rasgos genéticos de los tumores más agresivos para explorar nuevas vías de tratamiento.


Los investigadores creen que es importante mejorar las estrategias de tratamiento


En particular, los investigadores se han concentrado en estudiar patrones genéticos asociados a los defectos en los mecanismos de reparación del ADN. "Las células tumorales tienen muchos más defectos genéticos que las normales, y necesitan por tanto mecanismos muy eficaces para reparar estos defectos. Sabíamos que la vía de reparación del ADN es muy importante en cáncer de próstata, lo que no sabíamos es la proporción de pacientes con enfermedad avanzada y mutaciones heredadas en estos genes en nuestra población", detalla Castro.

El análisis ha mostrado que el tres por ciento de los pacientes tiene mutaciones en 'BRCA2', que asciende hasta el 16 por ciento cuando se consideran todos los genes asociados con la reparación del daño del ADN y analizados en el estudio. "Es un porcentaje que puede parecer relativamente bajo, aunque representa a un número muy significativo de pacientes, dada la alta incidencia del cáncer de próstata", puntualiza la investigadora.

Una nueva vía de tratamiento 


Por último, los investigadores creen que es importante mejorar las estrategias de tratamiento de estos pacientes, tanto optimizando los que ahora disponibles, como con la introducción de nuevos fármacos. Por ejemplo, especulan que en algunos de estos pacientes podrían funcionar un tipo de fármacos que interfieren precisamente con los mecanismos de reparación del ADN, ya que la célula muere porque no es capaz de corregir sus defectos genéticos.

Se trata de los inhibidores de 'PARP', cuyo uso está aprobado ya en cáncer de ovario y cuya eficacia en cáncer de próstata se está estudiando en varios ensayos clínicos. Otra opción que aportan es el carboplatino, un fármaco de menor coste ya aprobado y utilizado rutinariamente para otros tipos tumorales, como cáncer de mama y ovario.

Los investigadores han obtenido ya financiación del Departamento de la Defensa de Estados Unidos para desarrollar un ensayo clínico en España que demuestre la efectividad de los platinos en pacientes con cáncer de próstata y defectos de la reparación del ADN.
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