Luque, un enfermero entre la ambulancia y los libros por un legado real

Alberto Luque es uno de esos personajes polifacéticos. Enfermero de vocación y profesionalmente dedicado a las emergencias extrahospitalarias también destaca como escritor y formador, aunque deja claro en su entrevista para Redacción Médica que su prioridad es la sanidad: "No pretendo que se me identifique más como escritor que como enfermero. Todo en mi vida gira en torno a una ambulancia”.

Y así es. Este sanitario, que comenzó su carrera profesional ligado al Ejército de España como enfermero, ha publicado el cuarto volumen de lo que ya se considera una saga dentro del sector sanitario: ‘Batallas de una ambulancia 4’, libro en el que continúa recogiendo las situaciones que se dan en una circunstancia de urgencias o a bordo de una ambulancia. “Añado eventos, situaciones o avisos que forman parte de nuestro día a día”, explica el autor a este medio.

Alberto Luque, enfermero de emergencias extrahospitalarias.

Los volúmenes se han convertido en todo un referente para el nicho sanitario, especialmente entre aquellos profesionales que buscan un conocimiento práctico y situaciones reales a las que podrían enfrentarse en un futuro laboral dentro de una ambulancia. Además, los textos están escritos en un lenguaje sencillo y tienen un carácter divulgativo. En ellos se reivindica especialmente una figura que Luque considera denostada dentro del sector, que es la del técnico de emergencias.

Por otro lado, un punto a tener en cuenta es que en 'Batallas de una ambulancia 4' destaca la importancia del trabajo en equipo. “En mi unidad trabajamos cuatro profesionales con muy pocos recursos a nuestro alrededor. En un accidente somos el único recurso avanzado que existe. No hay lugar para los egos o las parcelas porque lo que importa es salvar la vida del paciente. La confianza plena en el equipo es fundamental porque no tengo a nadie más a mi alrededor como sí ocurre en los centros hospitalarios”.

También añade: “Trabajamos en lugares donde la tensión externa es muy elevada y no es posible realizar bien tu trabajo si el equipo no está bien consolidado”.

Este sanitario ha publicado 4 libros dedicados en los que narra sus experiencias profesionales.

  

Por otro lado, las emociones cobran especial importancia en este cuarto volumen en el que el aprendizaje de aceptación y gestión de las mismas se plasma como un factor clave a la hora de abordar una emergencia sanitaria.

“Cuando la ciencia llega a un límite en el que no cabe respuesta alguna también llegan las emociones. Deberían habernos enseñado en la escuela que las emociones son lo que son y que no podemos luchar contra ellas. Si nos hubiesen formado para reconocer y aceptar esas emociones hubiésemos gestionado mejor la pandemia, por ejemplo”, declara. 

De hecho, a este respecto Luque aborda un capítulo de su vida muy personal y estremecedor. Este sanitario atravesó un momento crucial de su vida a raíz de la muerte de una paciente de tan sólo un año de edad. Fue tras un accidente de tráfico: “El padre cogió a la niña ya fallecida y junto con su otra hija vino a consolarnos -al equipo de emergencias- y nos pidió que nos repusiésemos porque otro niño nos podía necesitar. Yo lloraba a escondidas y durante siete meses no supe gestionar lo que me estaba pasando hasta que solicité ayuda psicológica. Meses después se dio otro caso de extrema dureza, pero gracias al apoyo psicológico que tuve ya contaba con las herramientas para hacer visibles las emociones de una forma práctica”.

Y es que, precisamente en sus libros, Luque tiene como objetivo dejar un legado de aprendizaje para todos aquellos profesionales que puedan verse envueltos en las mismas circunstancias, a bordo de una ambulancia.  

Luque frente a una ambulancia.

Los sanitarios han sido el motor en el que la sociedad puso toda su fe y elogios durante los episodios más duros de la pandemia. 

Sin embargo, ese reconocimiento social parece haberse desvanecido. “Fuimos necesarios durante un tiempo – afirma Luque-, se nos elogió, pero aquello ya pasó. Las agresiones a los profesionales de la salud son mayores que nunca. El sistema sanitario está más tensionado que nunca. Los profesionales Covid19 – a los que se despidió- son hoy más necesarios que nunca. La sociedad no ha entendido aún que el sistema sanitario hay que cuidarlo y mimarlo”.