El grupo de investigación en Neuroinmunología del Instituto Hospital del Mar.
Actualmente los pacientes con
esclerosis múltiple reciben
tratamientos con
anticuerpos monoclonales anti-CD20 cada
seis meses, situación que ni mucho menos es una cura segura ni estable. Los
ensayos clínicos realizados hasta ahora en este sentido
no responden a la pregunta formulada por el neurólogo del Hospital del Mar,
José Enrique Martínez: “¿Hasta cuándo tenemos que estar
tratando a estos pacientes?”. Un estudio reciente del Grupo de investigación en Neuroinmunología del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas a
38 pacientes ha permitido identificar un
posible nuevo biomarcador para combatir la esclerosis múltiple. Ahora, el siguiente paso de los investigadores es trasladar los resultados a
cohortes mayores y lograr un
estudio multicéntrico.
La investigación, publicada en la revista
European Journal of Neurology y dirigida por
Martínez, ha abierto la puerta a buscar otras
fórmulas para abordar la esclerosis múltiple, demostrando la posible utilidad de un marcador para
personalizar el tratamiento con anti-CD20 en pacientes con esta patología,, el NKG2C. “A veces nos ceñimos a lo que nos dictan los datos de ensayos clínicos en fase 2 y 3, pero lo que no debería pasar es
evitar que pudiéramos lanzar nuevas hipótesis para futuros estudios. Nosotros hemos abordado esta patología desde un punto de vista completamente nuevo”, constata el investigador.
"Hemos abordado esta patología desde un punto de vista completamente nuevo"
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Actualmente ya se han iniciado los
trámites para contactar con otros
centros hospitalarios y lograr dar el paso hacia un
estudio multicéntrico. El investigador afirma que “estamos contactando con otros centros y evaluando este marcador para a ver si lo podemos replicar también con más datos. Tenemos un
tamaño muestral reducido, aunque muy bien seguido, con datos clínicos y inmunológicos. Probablemente, como mínimo tendríamos que
duplicar el número de pacientes para conseguir nuevos resultados. Tenemos que coger nuevos datos para replicar de algún modo el estudio”, concluye el neurólogo.
La
pauta de administración de estos fármacos en pacientes con esclerosis múltiple actualmente marca que se haga cada seis meses, a pesar de que no está claro si
el período de tiempo es adecuado para todos los afectados. “Nosotros hemos realizado un estudio observacional muy preliminar que busca analizar el
mecanismo de acción de estos fármacos. El contexto es que los anticuerpos monoclonales anti-CD20 se ponen en los pacientes con esclerosis múltiple en base a la fase que nos indican los ensayos clínicos. Las fases 2 y 3 nos confirma que hay que ponerlo cada seis meses con la idea de evitar que los
linfocitos B controlen la actividad de la enfermedad”.
El biomarcador ralentiza la creación de linfocitos B
Tras realizar un estudio prospectivo en un total de
38 pacientes, el investigador ha constatado que “si tenemos un mecanismo de acción a nuestros fármacos, que es un
anticuerpo, y se une al
linfocito B, hay unas células que cuando reconocen el anticuerpo unido a los linfocitos los elimina. Estamos hablando de las células
Natural Killer y en el laboratorio hemos visto que, si estas células tienen un marcador activador que es el
NKG2C, actúan de una forma más intensa, provocando que la
repoblación de linfocitos sea más lenta”.
En los 38 pacientes en que se les activó el
marcador NKG2C se evidenció un
tiempo de recuperación mucho más prolongado por lo que respecta a los linfocitos B. “Cada paciente tiene una cinética de reprobación de estos linfocitos que puede ser muy distinta. Al contrario que otros fármacos, la esclerosis múltiple no se ha demostrado claramente que haya un rebrote claro de la enfermedad cuando al paciente se le retira el anti-CD20, por lo menos en los primeros meses”, explica el neurólogo.
Administrar fármacos cada seis meses afecta al sistema inmune
La hipótesis planteada por el equipo de investigadores dirigido por Martínez es lograr que el marcador permita
retrasar la administración de fármacos que hoy en día el paciente debe disponer de ellos cada seis meses: “Si pudiéramos medir este marcador al paciente no sería lo más correcto administrar el fármaco cada 6 meses. Le estaríamos dando
cañonazos al sistema inmune una y otra vez, además de que puede tener implicaciones inmunológicas”.
"Administrar el fármaco cada 6 meses implica dar cañonazos al sistema inmune una y otra vez"
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De este modo, el objetivo de los investigadores es conseguir
personalizar en el futuro tratamientos para pacientes con esta patología. “Tal y como ocurre en Oncología, existen muchos marcadores para decidir
cuál es mejor tratamiento para un determinado paciente. En Neurología a veces nos faltan
biomarcadores que nos gustaría usar. En el futuro veremos si el que estamos analizando es uno de ellos, pero nos ha permitido abrir nuevas puertas por investigar", constata Martínez.
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