Maria José Martí, directora de la Unidad de Párkinson y Trastornos del Movimiento del Clínic de Barcelona.
Un
cuestionario, un
test de olfato y el
uso de la neuroimagen son los tres
senderos abordados por un
proyecto académico europeo para detectar la enfermedad de Parkinson de forma precoz. El
Hospital Clínic forma parte del estudio europeo que durará un total de cinco años y que ya ha reclutado
4.000 personas sanas entre 50 y 80 años. Hasta ahora un
31 por ciento ha realizado el cuestionario, la primera fase del estudio, y un 15 por ciento son personas de alto riesgo para sufrir la
patología neurodegenerativa.
El estudio, bautizado como
Envejecimiento cerebral saludable para detectar párkinson, está liderado en el hospital barcelonés por
Maria José Martí, directora de la Unidad de Párkinson y Trastornos del Movimiento, que afirma en
Redacción Médica que “cuando se realiza un diagnóstico a los pacientes a día de hoy se ejecuta porque se detecta un
temblor o algún tipo de
problema motor. El párkinson empieza muchos años antes, por lo que se están realizando diagnósticos muy tardíos”.
Una particularidad de la investigación europea en la que participan centros de
Austria,
Alemania y
Luxemburgo, además del propio Clínic, es que se realiza a la
población general y no con pacientes que ya sufren párkinson. “Se trata de una fórmula para obtener muchos más datos. La primera fase consiste en realizar una
encuesta dónde se les pregunta si tienen a familiares con la enfermedad, si alguno sufre otra demencia, su estilo de vida, etc”, relata la especialista, que busca
crear un perfil con alto riesgo de sufrir párkinson a través de sus respuestas: “De esta manera, se habrá definido una fórmula para realizar un diagnóstico precoz entre la población general”.
"Se busca crear un perfil con alto riesgo de sufrir párkinson"
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Uno de los síntomas más precoces de la enfermedad neurodegenerativa es, según la especialista, “
la pérdida del olfato. Debido a ello, se ha empezado con
500 personas un test de olor, donde deben de saber distinguir una serie de olores diferentes. Aún hay
pocos datos de este estudio, pero de los resultados cosechados hasta ahora, algunas personas que afirmaban
oler sin problemas han presentado resultados muy bajos, por lo que la gente no es consciente”.
Neuroimagen y estudios de saliva en busca de una proteína
Finalmente, el último eslabón de la investigación consiste en la realización de
pruebas de neuroimagen o incluso el estudio de la
saliva, con el objetivo de encontrar posibles agregados a la
Alfa-sinucleína. “Se trata de una proteína que se deposita dentro de las
neuronas y seguramente es tóxica en la enfermedad. Con esta última prueba, se podrá tener la posibilidad de ver si las personas son portadores de este elemento”, finaliza la investigadora del Clínic.
"Se necesitan respuestas completas y si aumenta el número de pacientes, mayor será la fiabilidad de los resultados"
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Martí es consciente que cuánto antes se logre
un diagnostico precoz de la enfermedad de Parkinson, antes iniciará el
proceso de acción para poder abordarla con tiempo: “La investigación empezó en junio y pese a que han participado
4.000 personas, se espera llegar hasta las
10.000 en los próximos meses. Se necesitan respuestas completas y si aumenta el número de pacientes, mayor será la fiabilidad de los resultados”.
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