Un daño cerebral puede conducir a la remisión de las adicciones. Así lo demuestra un estudio realizado por científicos de Estados Unidos y Finlandia, recientemente publicado por
Nature Medicine, en el que se analizan dos cohortes de pacientes adictos al tabaco en el momento en el que sufrieron un
ictus.
En la investigación se recopiló información y se estudiaron en detalle
129 personas afectadas por un ataque cerebral y que fumaban alrededor de 23 cigarrillos al día. De ellas, la cuarta parte (34 pacientes) dejó de fumar ya desde el primer día tras la lesión, no había vuelto a hacerlo desde entonces y no sentían la necesidad de encender un cigarrillo. Mientras que, por otra parte, 69 pacientes continuaron fumando. Sin embargo, los investigadores estaban convencidos de que tras esa
remisión espontánea del 26 por ciento de los participantes estaba un área o circuito cerebral específico.
Abandonar la adicción al tabaco: conectada a la corteza insular
Tras la comparación de unos y otros, con una nueva técnica conocida como mapeo de redes de lesiones, se concluyó que la falta de riego sanguíneo (el ictus) que lleva a
dejar de fumar no se produce siempre en la misma región del cerebro, pero sí en los mismos circuitos afectados (conexiones funcionales). Juho Joutsa, profesor de la Universidad de Turku (Finlandia) y coautor del estudio, señala que "la heterogeneidad de las áreas cerebrales afectadas en estos casos fue una de las principales motivaciones para el enfoque". Por esa razón, se comparó las conexiones de las áreas lesionadas de pacientes que remitieron con aquellos que siguieron fumando para determinar las que median la remisión de la adicción.
Joutsa y su equipo observaron que las lesiones en determinadas áreas del cerebro,
la corteza insular, en lo más profundo del cerebro, y el giro cingulado, en la zona media, alteran el circuito que interviene en la remisión de la adicción a la nicotina. No obstante, por el contrario, daños en el perfil de conexiones observado en otros pacientes no les hacía dejar el tabaco. Es decir, una lesión que probablemente conduzca a la remisión de la adicción estaría
conectada positivamente con el cíngulo y la ínsula, pero negativamente con el córtex prefrontal medial. A la inversa, una lesión con el perfil de conectividad opuesto sería la que menos probabilidad tendría de conducir a la remisión de la adicción.
Vía neuronal, posible terapia para las adiccciones
En cuanto al subconjunto de pacientes que se sometieron también a pruebas neuropsicológicas, no hubo diferencias significativas entre los pacientes que remitieron y los que no dejaron de fumar en el
cociente de inteligencia, la función ejecutiva, la memoria de trabajo, la comprensión verbal,
el estado de ánimo o la introversión social.
Gracias a esta investigación se tienen evidencias científicas de que abandonar la adicción, tras un ictus, radica en circuitos cerebrales completos y no en regiones cerebrales específicas, lo que apunta a nuevos objetivos para el tratamiento. Además, usando diferentes bases de datos, los investigadores también hallaron que la reducción del
riesgo de alcoholismo se correspondía con un circuito cerebral similar, lo que supondría la
existencia de una vía neuronal que puede ser potencialmente terapéutica para la adicción en general.
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