Sarah Heili y Luis Guinot, director general de Separ.
Cuando se habla de
blockchain, pueden ocurrir dos cosas en la mente del que lo escucha: que asocie la palabra al dinero electrónico (las
criptomonedas, siendo el
bitcoin la más famosa de ellas) o que no la asocie a nada en absoluto.
Usted, como profesional de la
salud, debería pertenecer a un tercer grupo: que sepa en qué consiste y que vislumbre su amplísimo potencial en el
sector sanitario. Es de lo que se ha encargado
Sarah Heili, jefa Asociada de
Neumología y responsable de la Unidad de Cuidados Intermedios Respiratorios de la
Fundación Jiménez Díaz.
Heili ha explicado de qué trata el
blockchain y sus aplicaciones en salud en el marco del
Foro Estratégico Institucional de Separ, evento
organizado junto a Redacción Médica y que cuenta con la colaboración de Fenin, GSK, AirLiquide, Esteve Teijin, Linde, Actelion, Nippon Gases, Vivisol y Rovi.
Esta tecnología, que tiene once años de vida, se basa en la posibilidad de
intercambio de datos sin intermediarios. Es decir, en lugar de haber un único actor entre dos individuos que posibilite una transacción, hay un nodo de supercomputadores y un
complejísimo algoritmo que es público, pero la llave para acceder a cada información es privada, única y exclusiva de la persona que transmite la información.
Heili explica en qué consiste la tecnología blockchain.
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"Todos pueden participar en el
blockchain", ha animado Heili. Especialmente los profesionales de la salud, que encontrarán en ella dos grandes ventajas: la
interoperabilidad de los datos y la
seguridad de los mismos.
Hasta el momento, centros como la Clínica Mayo "han demostrado que puede haber interoperabilidad entre hospitales". La posibilidad de tener datos "clínicos, analíticos y genéticos del paciente"
facilita la aplicación de la Medicina Personalizada sin importar el centro.
A nivel de investigación es posible la
trazabilidad de los datos de un ensayo clínico multicéntrico, evitando los errores y automatizando el proceso de compartir datos. "No tienes que esperar meses o años a tener los resultados", señala la neumóloga.
Blockchain en sociedades científicas
¿Para qué le puede servir el
blockchain a una sociedad científica como Separ? Sin duda para investigación, ha comentado Heili. "Lo primero sería tener una
propiedad digital, la presidencia tendría estos datos y se pondría en contacto con distintos certificadores.
Otras posibilidades del
blockchain se inscriben en la comunicación segura e interoperable con sociedades científicas, la Universidad, las farmacias o áreas de gestión clínica y de calidad, así como, por supuesto, los pacientes.
Un momento de la charla de Sarah Heili.
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No todo son ventajas, pues hay una serie de limitaciones a esta tecnología. Primero, que no ofrece el nivel máximo de privacidad. Otra es el
altísimo consumo de energía, ya que los ordenadores que hacen la minería de datos (la validación de las transacciones mediante este sistema) son especiales y necesitan mucha energía. Además, se necesita personas formadas en esta tecnología y que puedan hacer evolucionar los códigos, así como una
legislación potente que todavía está en pañales.
Esta posibilidad tiene mucho futuro, sin embargo, ya que llegará el momento en que exista una interoperabilidad (de forma segura) entre todos los hospitales de España –mediante la digitalización de todas las historias electrónicas– para que puedan acceder a datos de cualquiera de ellos y con otros actores como las propias sociedades científicas.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.