Los
sedantes de uso común llamados
benzodiacepinas están asociados a un mayor riesgo de
neumonía cuando se usan en personas con
alzhéimer, según revela un estudio
publicado en Canadian Medical Association Journal.
"Las benzodiacepinas y los fármacos Z –análogos a la benzodiacepina– se prescriben frecuentemente para esta población y el uso a largo plazo es típico.
La neumonía con frecuencia lleva al ingreso en el hospital y los pacientes con demencia tienen mayor riesgo de muerte relacionada con la neumonía", afirma Heidi Taipale, autora del estudio, del Centro de Investigación Kuopio de Atención Geriátrica de la Universidad de Finlandia Oriental, en Kuopio (Finlandia), que recalca que es un hallazgo importante a considerar en el
tratamiento de pacientes con alzhéimer.
La
demencia, que en el 60-70 por ciento de los casos corresponde a alzhéimer, es un
factor de riesgo de la neumonía, y muchas personas con demencia reciben benzodiacepinas y fármacos Z, ambas con efectos sedantes. Para determinar si había un vínculo entre estos medicamentos y la neumonía, los investigadores examinaron los datos de los registros nacionales de 49.484 adultos con alzhéimer entre los años 2005 y 2011 en Finlandia, tanto pacientes que tomaron benzodiacepinas, como los que tomaron fármacos Z y el resto, que no tomó ninguno de estos medicamentos.
Encontraron que las benzodiacepinas estaban vinculadas a un
aumento del 30 por ciento en el riesgo de neumonía en pacientes con alzhéimer y el riesgo era incluso mayor al inicio del tratamiento
durante el primer mes. "Los beneficios y riesgos del uso de benzodiacepinas deben considerarse cuidadosamente para los pacientes con alzhéimer e, incluyen, riesgo de neumonía", aseguran los autores que sugieren que la naturaleza sedante de estos fármacos puede aumentar el riesgo de neumonía al
elevar la aspiración de la saliva o alimento en los pulmones.
Igualmente, los autores no concluyeron que los fármacos Z fueran más seguros, ya que no se compararon directamente con la benzodiacepina.
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