Los miembros de la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial advierten de sus riesgos para la salud

Alianza Sanidad-CCAA contra los cigarrillos electrónicos o sin combustión
Elena Andradas, directora general de Salud Pública.


15 feb. 2018 12:30H
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El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han recomendado a los ciudadanos que dejen de consumir cigarrillos electrónicos o cigarrillos sin combustión por la existencia de riesgos para la salud.

En concreto, han sido los miembros de la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial quienes, en su última reunión, han advertido de que existen estos riesgos y los que, según el acuerdo al que ha tenido acceso Europa Press, aconsejan "no consumir ninguno de estos productos con el objetivo de promover la salud de la ciudadanía y prevenir las enfermedades asociadas al consumo de tabaco".

Según la comisión, "los productos de tabaco por calentamiento generan un aerosol que contiene nicotina en proporción igual o superior a los cigarrillos con combustión, produciendo los efectos fisiológicos y adictivos de la nicotina, equivalentes al tabaco por combustión".

Mientras, en el caso de los cigarrillos electrónicos, "se han encontrado sustancias cancerígenas en líquidos y vapor de cigarrillos electrónicos, por lo que no se pueden excluir los riesgos para la salud asociados al uso o exposición al vapor", argumentan en su informe.

Mismas restricciones

La directora general de Salud Pública, Elena Andradas, aclara que los productos de tabaco sin combustión tienen la consideración de "novedosos" de acuerdo a la nueva normativa de 2017 y que, por lo tanto, se les debe aplicar la ley de medidas sanitarias frente al tabaquismo. De este modo, tendrán los mismos requerimientos que el resto de productos del tabaco en cuanto a restricciones en su venta, promoción, publicidad y patrocinio, y en relación a los espacios en los que está prohibido su consumo.

En esta ley ya están incluidos los denominados dispositivos susceptibles de liberación de nicotina (cigarrillos electrónicos) en la categoría de productos relacionados con el tabaco.

Asimismo, la Comisión recuerda también que España firmó en el 2003 el convenio marco del control del tabaco de la Organización Mundial de la Salud y reconoce que hay un conflicto de intereses entre la industria del tabaco y la salud pública de los ciudadanos. Es por eso que obliga a las partes a la protección de las políticas de salud pública de los intereses comerciales.


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