En el marco de la 2ª Reunión Virtual de las Áreas Separ se ha celebrado la mesa ‘Los nuevos actores en el tabaquismo’ donde se han tratado los efectos sobre la salud de cigarrillos electrónicos, pipas de agua y dispositivos calentadores de tabaco (Iqos). La mesa ha sido moderada por la neumóloga Eva Belén De Higes Martínez, del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Fundación Alcorcón; y por Jaime Signes-Costa Miñana, jefe de servicio de Neumología del Hospital Clínico Universitario de Valencia.
En el primer turno, de palabra Eva Cabrera César, neumóloga del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga y responsable de la Unidad de Asma, ha explicado las evidencias de daño pulmonar causado por los cigarrillos electrónicos.
“Podemos remarcar el daño cardiovascular, de cáncer y el efecto neurológico que causan estos dispositivos. Este último es importante porque los que más consumen este tipo de cigarros son adolescentes que a largo plazo podrían reflejar complicaciones. También es importante recordar la patología respiratoria Evali (lesión pulmonar asociada al cigarrillo electrónico o al vapeo)”, ha explicado la neumóloga.
En este contexto, la especialista ha afirmado que el cigarrillo electrónico es un dispositivo “peligroso” y que hay que continuar en la “lucha” para que no lo consuman adolescentes, ya que a largo plazo son los más “afectados”.
“Queremos acabar con el consenso de que es menos dañino que el cigarrillo convencional. Cada vez hay más evidencia de lo que causa. En este sentido hay que recordar la Evali, que al tener síntomas parecidos al Covid-19 podemos confundirnos y dejar de diagnosticarla”, ha argumentado Cabrera César.
“Podemos remarcar el daño cardiovascular, de cáncer y el efecto neurológico que causan estos dispositivos" |
Acerca de los efectos nocivos que causa el uso de pipas de agua, José Javier Lorza Blasco, neumólogo del Complejo Hospitalario de Navarra, ha explicado que "no hay una forma segura de consumir tabaco".
En su mesa, el neumólogo ha repasado la historia de las pipas de agua, su evolución como un dispositivo tradicional a la pipa electrónica, su presencia en el mercado y los efectos nocivos a la salud que provoca.
Sobre la prevalencia del consumo ha explicado que “lo que era una práctica tradicional en países árabes y asiáticos, actualmente es un problema de extensión mundial y que su consumo supera los 100 millones de usuarios de pipa de agua”.
Respecto a los efectos toxicológicos, el neumólogo ha afirmado que la pipa de agua “genera adicción porque posee nicotina que es una sustancia adictiva”. En este contexto, Lorza Blasco ha explicado que existe “evidencia suficiente” de que esta práctica produce alteraciones cardiacas, multiplica por cuatro veces el riesgo de hacer EPOC y está asociada a tipos de cáncer como el de boca, esófago y de estómago.
"La pipa de agua genera adicción porque posee nicotina que es una sustancia adictiva” |
Según ha explicado el neumólogo, la forma de consumo de estos productos tiene peculiaridades negativas: que los niveles de carbono son altos porque se utiliza carbón para fumar o que los metales pesados son más abundantes que en el cigarrillo convencional.
Por su parte, María Inmaculada Gorordo Unzueta, médica adjunta del Servicio Respiratorio del Hospital de Galdakao, se ha detenido en explicar los efectos en la salud de los dispositivos calentadores de tabaco Iqos.
En este escenario, la neumóloga ha detallado que al ser un dispositivo que se implantó en 2014 en Japón, y que hoy está en más de 30 países, “son pocos años para medir los efectos a largo plazo de estos calentadores de tabaco”.
Pese a la escasez de evidencia, Gorordo Unzueta ha presentado un estudio sobre la exposición al aerosol de Iqos en ratas de laboratorio, en el cual se produjo una difusión de la respuesta a un aumento de flujo a nivel arterial, el cual es un efecto indirecto sobre la salud cardiovascular.
"En la corriente principal se han visto sustancias tóxicas similares como las que produce el cigarrillo convencional" |
“En humanos lo que se ha visto es que el Iqos, a corto plazo, produce un aumento de tensión arterial y rigidez vascular similar a lo que produce el cigarrillo convencional”, ha explicado la neumóloga.
A nivel respiratorio, los pacientes que han pasado del cigarrillo convencional a Iqos “no han tenido una mejoría en parámetros de función respiratoria, vascular ni tampoco a nivel hepático. Estos efectos los hemos visto en estudios independientes”, ha agregado Gorordo Unzueta.
A modo de conclusión, la especialista ha afirmado que aunque este dispositivo de calentador de tabaco no produce ni humo ni combustión, en la corriente principal se han visto sustancias tóxicas similares como las que produce el cigarrillo convencional.
“Aunque estas sustancias están en menor proporción, no están ausentes, por lo tanto habrá que ver en el futuro la repercusión en la salud. El consumo del Iqos no está solamente limitado a pacientes fumadores de cigarrillo convencional, sino que también existe otro grupo de población que lo ha consumido o que tiene intención de consumirlo”, ha sentenciado la neumóloga.