El ministro de Sanidad, José Manuel Miñones.
El
Ministerio de Sanidad ha anunciado una reforma de la
Cartera de Servicios Comunes del Sistema Nacional de Salud (SNS) para transformar la
Atención Primaria a las necesidades que se han originado después de la pandemia de Covid-19. Uno de los grandes cambios que proyecta el Gobierno pasa por regular formalmente
la telemedicina, que se sumará al catálogo como una nueva “modalidad no presencial” de asistencia con sus propios criterios de calidad.
A pesar de que esta práctica ya era una “posibilidad” en la sanidad pública, la cartera que dirige
José Manuel Miñones ha considerado que la entrada en escena del coronavirus ha forzado su implementación en todos los niveles asistenciales. Los cambios se plasmarán a través de una orden ministerial que ya ha salido a
consulta pública para recibir las sugerencias de las organizaciones profesionales.
“Para clarificar que la modalidad de atención no presencial está incluida en la cartera común de servicios del SNS
es preciso recoger de manera expresa la posibilidad de realizar
teleconsultas o el uso de otras herramientas para la atención y seguimiento del paciente a distancia”, ha subrayado el Ministerio de Sanidad.
Paralelamente, la actualización de la Cartera de Servicios Comunes también persigue avanzar hacia un modelo en el que la Atención Primaria sea
“homogénea” en todo el conjunto del SNS. Por eso, se incorporará un nuevo apartado que reunirá
todos los tipos de diagnósticos que se realizan en este nivel asistencial. Una decisión que va en “coherencia con la reorientación necesaria para incrementar su capacidad de resolución”.
“Para afrontar los grandes retos de salud actuales y futuros, haciendo especial mención a la reciente pandemia de Covid-19
, es preciso reforzar la capacidad resolutiva de los profesionales de Atención Primaria mediante la actualización de los procedimientos diagnósticos accesibles desde este nivel de atención”, han argumentado desde el Gobierno.
La nueva Atención Primaria, enfocada en prevención
Otra de las claves de esta reforma pasa por desglosar formalmente todas aquellas actividades en materia de
prevención, promoción de la salud, atención familiar y atención comunitaria que se llevan a cabo desde Primaria. La meta final es garantizar una “ampliación y desarrollo” de los servicios que se prestan desde los centros de salud.
Los cambios previstos responden a algunas de las ideas que ya aparecían en el
Marco Estratégico para la Atención Primaria y Comunitaria que el Consejo Interterritorial del SNS aprobó en el año 2019 o al
Plan de Atención Primaria y Comunitaria acordado también entre el Gobierno y las comunidades autónomas a finales de 2021.
Sanidad también ha querido cumplir con esta orden ministerial con algunas de las reformas que se recogieron en el
Componente 18 del Plan de Recuperación que se presentó a Bruselas para activar los fondos europeos en la sanidad, especialmente en lo referente a aumentar la capacidad de ofrecer respuestas más eficaces a
problemas emergentes, mejorar la
experiencia individual del paciente, prevenir las enfermedades o potenciar la Atención Primaria. “El cumplimiento de estos objetivos precisa de la actualización de la Cartera Común de Servicios”.
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