Celia Gómez, directora general de Ordenación Profesional.
Los plazos que ha esbozado el
Ministerio de Sanidad para la implantación del nuevo
MIR de Urgencias y Emergencias son algo más ambiciosos que los de la profesión médica. Según el calendario que maneja el departamento de Mónica García y que ha podido conocer
Redacción Médica, el programa formativo de la especialidad y los criterios de acreditación de unidades docentes podrían estar listos, en el mejor de los casos, en
marzo de 2025. Es decir, dos meses antes de lo que vaticinan las organizaciones de facultativos y sociedades científicas.
Por el momento, fuentes de Sanidad indican que se sigue trabajando en la creación de la comisión nacional de la especialidad. Si todo avanza según lo previsto, dicho órgano estará totalmente conformado en octubre, tres meses después de que este
MIR de Urgencias y Emergencias se oficializara a través del
Boletín Oficial del Estado (BOE). A partir de entonces, el Ministerio se da un plazo de otro mes para constituir la comisión delegada de Atención Inmediata.
Con el calendario detenido en noviembre, Sanidad deja un margen de hasta medio año más para elaborar y publicar el programa formativo de la especialidad y los criterios de acreditación de las futuras unidades docentes, aunque todo dependerá de la agilidad del proceso. Según informan desde el Ministerio, la
horquilla se sitúa entre los meses de marzo y abril de 2025.
“Una vez se publiquen estos criterios, se deben crear y acreditar las unidades docentes correspondientes y solicitar la acreditación para la oferta de plazas”, concluyen estas fuentes. De esta forma, la
primera promoción del MIR de Urgencias y Emergencias iniciará su formación en el ejercicio
2026.
Así será el MIR de Urgencias y Emergencias
El Consejo de Ministros dio su aprobación al Real Decreto de la
especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias en su reunión del 1 de julio. “Es algo largamente demandado por parte de los profesionales sanitarios”, inquirió el presidente del Gobierno,
Pedro Sánchez, en referencia a un MIR que
‘compartirá’ sus dos primeros años con el de Familia y Comunitaria.
El RD establece además una vía para que los facultativos de Familia y Urgencias obtenga el título de la otra especialidad mediante una prueba de evaluación y un periodo formativo.
Por otro lado, el MIR deja abierta la
puerta directa a aquellos que acrediten una prestación de servicio durante al menos cuatro años dentro de los siete inmediatamente anteriores a la entrada en vigor del citado Real Decreto.
Por el momento, eso sí, se desconocen
cuántas plazas se ofertarán de esta nueva especialidad, una decisión que corresponde a las comunidades autónomas y a la
Comisión Nacional de Especialidades. Según avanzó este periódico, las sociedades científicas aspiran al medio millar de puestos, aunque las consejerías de salud regionales se muestran más prudentes.
Según consta en la memoria del impacto normativo del decreto, nueve comunidades se han referido a la necesidad de especializar a facultativos en el ámbito de las Urgencias y las Emergencias, y el número de plazas se sitúa
en torno a las 160 (con una treintena de tutores).
“Primero debemos recabar toda la información posible para
conocer las necesidades reales de cada territorio”, asumen fuentes del sector.
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