Carolina Darias, ministra de Sanidad.
El ministerio de Sanidad
descarta publicar un protocolo de atención sanitaria estatal que permita a los profesionales sanitarios atender correctamente a víctimas agredidas con inyecciones de droga de
sumisión química. Consultados ante el aumento de los casos en las últimas semanas, fuentes del departamento han alegado a
Redacción Médica que la creación de este documento es competencia del Ministerio de Justicia.
Y es que, mientras que las denuncias de mujeres que se encuentran en zonas de ocio y notan un pinchazo de inyección no paran de ir en aumento, los facultativos desconocen los pasos más adecuados a seguir para atender a las víctimas, siendo clave que se realicen las pruebas pertinentes para
detectar qué sustancia se ha inyectado,
si se trata de una droga de sumisión química o si directamente
no se ha inyectado ningún líquido y también, los
riesgos asociados que puede tener esta agresión como la transmisión de enfermedades de
VIH o la hepatitis.
Sumisión química: protocolos de actuación por CCAA
Aunque algunas comunidades autónomas, como
Cataluña y
Extremadura, han dado algunos pasos más avanzados a este respecto no todos los centros hospitalarios cuentan con una guía clara. Desde la Consejería de Sanidad de Extremadura detallan que los profesionales que atiendan a la persona afectada deberán proceder a la recogida de muestras para estudiarlas" y tras estas valorarán si activar el protocolo de profilaxis postexposición a VIH/sida.
Por su parte, el Govern actualizó esta semana su protocolo de atención para dar una respuesta coordinada, integral y eficiente a la situación. Esta
guía detalla las pautas de actuación de los servicios de emergencias y centros sanitarios, y explica qué deben tener en cuenta los distintos colectivos afectados.
Petición del Partido Popular ante los pinchazos en discotecas
La falta de coordinación ante las agresiones también ha llamado la
atención del Partido Popular y por ello, la portavoz adjunta de la formación en el Congreso, Marta González, ha
reclamado este miércoles al ministerio de Sanidad
un protocolo que permita dar "una respuesta uniforme". En una rueda de prensa recogida por
Europa Press, la diputada ha destacado la incertidumbre que existe en relación a estos pinchazos de los que "aún se desconoce su finalidad". "No sabemos si es un nuevo método de sumisión química o una terrible
manera de infundir miedo a las mujeres", ha apuntado.
Esta incertidumbre también se muestra a través de las redes sociales, desde las cuáles diferentes médicos han mostrado su desconocimiento a las sustancias que se inyectan. "A partir de mi experiencia aislada con cuatro pacientes en Urgencias no puedo hablar de ningún patrón.
No sé qué se inyecta (si es que se inyecta alguna sustancia) ni con qué finalidad", ha detallado una residente de Medicina de Familia que ha tratado a varias víctimas.
Desde el propio ministerio de Justicia se anunció en el mes de marzo el desarrollo de un kit de muestras para análisis toxicológico en casos de sumisión química que estaría disponible antes de que terminase el año. Una inicitiva motivada por las cifras de 2021: De las 3.001 agresiones sexuales constatadas por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF), en 994 se practicaron análisis ante la sospecha de que pudieran haberse cometido con la víctima bajo sumisión química. El resultado dio positivo en el
72 por ciento de los casos.
Por su parte, según un
informe publicado por el Hospital Clinic de Barcelona, el 31,4 por ciento de las agresiones atendidas en sus urgencias fueron cometidas bajo la sumisión química de la víctima, ya que existen indicadores que se produjeron bajo los efectos del alcohol o de otras sustancias que disminuyen el estado de conciencia, la capacidad de consentir y la posibilidad de respuesta para defenderse.
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