La ministra de Sanidad, Mónica García, antes del inicio del consejo Epsco.
La ministra de Sanidad,
Mónica García, ha sacado pecho por los acuerdos alcanzados durante la presidencia de España en el
Consejo Europeo, por un lado, de cara a la
protección de la salud mental a través de una estrategia común, y, por otro, sobre la lucha contra la
obesidad infantil, algo sobre lo que se ha mostrado “especialmente orgullosa”. Todo ello, según ha valorado, se erige en “colofón” a los seis meses de mandato español a nivel europeo.
Durante su intervención en el
Consejo de Empleo, Política Social, Sanidad y Consumidores (Epsco) que ha presidido este jueves y que ha supuesto su estreno como titular del
Ministerio de Sanidad allende España, ha afirmado que
contribuir a la merma de los trastornos psicológicos “no sólo es un imperativo individual”, sino también “social y económico”. Para ello, en la reunión de este jueves se ha dado el visto bueno a una serie de acuerdos que, como broche de oro a medio centenar de encuentros previos, contribuirán a “una Europa que ponga la salud en todas las políticas desde un enfoque
One Health”.
“Vivimos una época de policrisis que ha azotado con dureza la
salud mental de los europeos y europeas”, ha manifestado la ministra ante el resto de sus homólogos europeos. Al respecto, ha mencionado la pandemia de covid-19, la “agresión” de Rusia a Ucrania y la
crisis climática como “algunas de las conmociones que han exacerbado los niveles ya deficientes de salud mental”.
Para García, las consecuencias de todo ello son “nefastas”. Al respecto, ha recordado que, según se expresa en las conclusiones aprobadas este jueves, la
esperanza de vida de las personas con “graves problemas de salud mental” se reduce entre diez y veinte años. “No podemos pensar en construir el futuro de la unión sobre proyectos de vida que duelen”, ha dicho.
Precariedad laboral, juventud y drogadicción
En octubre, el Epsco aprobó el primer documento avalado por los 27 Estados miembros en el que se promueve poner freno a la
precariedad laboral por su incidencia directa en la salud mental. El texto, presentado por la ministra de Trabajo y Economía Social,
Yolanda Díaz -por entonces en funciones-, promueve, entre otras medidas, poner en marcha “programas voluntarios de atención temprana, adaptación laboral y apoyo a los trabajadores” que sufran
estrés, depresión o ansiedad fruto de sus condiciones de trabajo.
“Me alegra profundamente que hayamos obtenido consensos tan importantes como la necesidad de implementar un enfoque de la salud mental que abarque todas las políticas y que reconozca los determinantes sociales, ambientales y económicos de la salud mental”, ha manifestado García, que, además, ha alabado los compromisos adquiridos en materia de
“prevención y detección temprana del suicidio” y de “mejora de los sistemas y servicios de salud mental” de cara a que “respondan mejor a las necesidades de los ciudadanos”.
La precariedad laboral es uno de los tres ejes en los que se basa la política de cuidado a la salud mental verbalizada en los acuerdos de este jueves. Los otros dos son, según ha recordado García,
la especial atención a la juventud y los trastornos por consumo de drogas. “Creo que los debates y reuniones de trabajo han enriquecido el borrador inicial, con algunas aportaciones que a esta Presidencia le parecen claves como prevenir el uso de la polifarmacia cuando sea posible o la relación de la inteligencia artificial con la salud mental.
Debate sobre el abordaje de la obesidad infantil
La ministra de Sanidad, que ha comparecido ante los medios tras la reunión junto a la comisaria europea de Salud y Seguridad Alimentaria,
Stella Kyriakides, ha resaltado que el de la
obesidad infantil ha sido “uno de los temas fundamentales” que se ha puesto sobre la mesa del Epsco durante la presidencia española en la Consejo Europeo. Para García, el abordaje de esta problemática ha de ser “multifactorial” e implicar no sólo al ámbito sanitario, sino también al “social y al alimentario”.
“Nos hemos llevado un montón de iniciativas y proyectos que queremos poner encima de la mesa para mejorar la salud de nuestros niños y nuestras niñas”, ha avanzado. Entre esas medidas, que no ha descartado aplicar en España, se halla el gravar con
impuestos extra la industria de las bebidas azucaradas como ya se hace en otros países.
Covid largo y carestía de medicamentos
Por su parte, Kyriakides, que ha aplaudido la “colaboración fluida” entre la Comisión europea y el Consejo durante la presidencia española, ha recordado que Bruselas va a destinar más de 100 millones de euros para
“comprender las causas del covid largo y tratarlo mejor” a través de una red de expertos.
También se ha referido a la
carestía de medicamentos y la “autonomía estratégica abierta”, otro de los debates recurrentes en la sanidad europea desde la pandemia. Kyriakides ha abogado por continuar mejorando la
accesibilidad a “medicamentos seguros y costeables en todo momento”. “Hay que seguir con la
reforma de le legislación farmacéutica”, ha sentenciado.
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