Protestas durante la huelga sanitaria en Melilla.
Los
Sindicatos Médicos de Ceuta y Melilla se han dirigido
Mónica García mediante una carta para
poner fin a la prolongada huelga que se inició el pasado 9 de marzo en ambas ciudades autónomas con el fin de reclamar un
incremento en las plantillas y una serie de
incentivos económicos que sirvan para socavar el “agravio comparativo” respecto a los salarios de los sanitarios de la península y las islas.
En la carta a
Mónica García, los sindicatos muestran su confianza hacia la ministra y manifiestan que esperan que su experiencia y empatía contribuyan a
resolver la “crisis sanitaria” que padecen ambas ciudades. Junto a esto, expresan que el
objetivo principal de la huelga es “
garantizar una asistencia de calidad” para estos territorios, que presentan la menor tasa de médicos por habitante de España y que cuentan con plantillas envejecidas.
Tal y como exponen, a pesar de que se trata de la
huelga sanitaria en curso más larga en la historia de España, el
Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa) no ha propuesto
soluciones al conflicto laboral. “En otras comunidades autónomas, huelgas similares se han resuelto en días, y aquí, el
Ministerio de Sanidad, del que dependen directamente
Ceuta y Melilla, no ha intervenido hasta la fecha con decisión y, ahora, en esta nueva etapa, debe hacerlo por el bien de ambas ciudades”, reclaman los sindicatos.
Entre las medidas que se han puesto sobre la mesa durante la
huelga sanitaria más longeva del Servicio Nacional de Salud, las centrales exigen
incrementos de plantilla de entre un 25 y un 50 por ciento a través de nuevos planes de contratación. Junto a esta petición, se incluyen los incentivos económicos que palíen el
“agravio comparativo” de su salario respecto al de los profesionales sanitarios de las comunidades autónomas.
Negociaciones con Sanidad
A lo largo de la huelga, las
negociaciones con el Ministerio de Sanidad, en aquel momento dirigido por
José Miñones, se han llevado a cabo a
distintas velocidades en Ceuta y en Melilla. En esta última se optó el pasado mes de septiembre por ofrecer al Ejecutivo estatal un
periodo de tiempo ‘libre de protestas’ para allanar el abordaje de “medidas reales e inmediatas” que mejoren la situación laboral de los facultativos, dependientes del Ingesa. Esta tregua
no fue secundada por el Comité de Huelga ceutí.
Tras este periodo, las posiciones de trabajadores y administración han continuado distanciadas y
sin previsión de que la situación se fuese a reconducir a corto plazo. Estas sensaciones se transmiten también desde Melilla, donde consideraron que la tregua no ofreció los resultados esperados.
Puerta abierta a la jornada sanitaria de 35 horas
A lo que sí ha abierto la puerta el
Ministerio de Sanidad es la
negociación de la implementación de la
jornada laboral de 35 horas para el personal estatutario de las instituciones sanitarias del Ingesa, tal y como informó este organismo a
Redacción Médica el pasado mes de octubre.
En este sentido, fuentes de este ministerio afirmaron que “
existe cabida para la negociación y acuerdo de las canciones laborales del personal funcionario y estatuario de ámbito estatal”.
En la actualidad, ambas ciudades estén sujetas actualmente a
una jornada de 37 horas y media, frente a la de 35 horas que ya se ha implementado en comunidades autónomas como Andalucía, Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Extremadura, País Vasco, La Rioja y Navarra. Una situación que se ha convertido en
una de las grandes reivindicaciones de partidos y sindicatos también en otras comunidades autónomas.
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