José Miñones, ministro de Sanidad.
26 jun. 2023 14:00H
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El pasado viernes el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas apoyaron derogar la obligatoriedad de la mascarilla en hospitales, farmacias y centros sociosanitarios. Ahora, el ministro de la cartera, José Miñones, ha asegurado que la medida se va a hacer ya efectiva, pues no va a entrar en la orden del día del Consejo de Ministros de este martes.
“Sabemos que no va a ser en el Consejo de Ministros de este martes porque no es simplemente la parte de las mascarillas, sino todo un decreto de crisis sanitaria que debe ser informada y pasar los trámites correspondientes”, ha declarado Miñones. Aun así, ha comentado que esperan que esto sea efectivo “lo antes posible” y que, aunque se elimine la obligación de llevarla, desde el ministerio insisten en que “es de alta recomendación”.
Sobre la fecha exacta de retirada de estas, el representante de la cartera sanitaria ha justificado que “si dice una fecha exacta, se va a estar pendiente de ello y, si no se cumple, entonces incumpliría lo ya dicho”.
El ministro ha recordado que las personas que tengan síntomas de enfermedad respiratoria, “lógicamente se deberían poner mascarilla” y ha pedido que se tenga en cuenta que “sigue estando presente el virus”.
El acuerdo entre Sanidad y las comunidades autónomas si exige la utilización de las mascarillas en estos centros a los pacientes inmunodeprimidos y, además, en zonas como quirófanos o UCI. Aunque ya se haya llegado a un acuerdo, hasta que este no sea ratificado en el Consejo de Ministros no será efectivo.
Último 'reducto' de la mascarilla en España
La medida ha sido refrendada por los expertos del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (Ccaes), organismo que lidera Fernando Simón. Hasta el momento, las mascarillas eran obligatorias en los centros y servicios sanitarios como hospitales, centros de salud, clínicas dentales, centros de reproducción humana asistida, centros de interrupción voluntaria del embarazo y otros de atención especializada.
También se tenían que usar en las farmacias y en las residencias, si bien en este último lugar solo era obligatoria para los profesionales que trabajen en ellos siempre que estuvieran en contacto con residentes y para los visitantes cuando se encontraran en zonas compartidas.
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