Pilar Bartolomé, secretaria de Salud Laboral de CESM.
Las
guardias son obligatorias para los médicos y suponen un incremento amplio de la
jornada laboral total.. Sin embargo, todas estas horas de trabajo a mayores n
o contabilizan ni para la cotización, ni como
tiempo productivo de cara a la
jubilación. El
Sindicato Médico lleva más de una década reclamando que se apliquen los mismos
índices correctores de cara a la jubilación que a los
policías o los
bomberos, profesiones donde también se hacen guardias.
"Para estas profesiones el año de trabajo se contabiliza como 1,1 o 1,2 años, algo que
el Estado tiene en cuenta y permite
jubilaciones anticipadas. Esto se debería aplicar también a los médicos por el
sobreesfuerzo que hacen", afirma
Vicente Matas, coordinador del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada (CESM).
En este sentido,
Pilar Bartolomé, secretaria de Salud Laboral de CESM, señala que "un médico que ha hecho
guardias durante 30 años ya ha trabajado más tiempo que un sanitario con
más de 40 años de experiencia. Sin embargo, las condiciones de jubilación y cotización son
similares para ambos".
La
jubilación flexible no es exclusiva de policías y bomberos, también los ferroviarios y los
artistas, por convenio, pueden reclamar su pensión a una edad inferor que otras personas.
"Si se eliminan las guardias, el Estado tendría que duplicar la plantilla de médicos"
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"No se tiene en cuenta el
desgaste físico y mental de los facultativos, cuya salud, además, es fundamental, para poder cuidar la salud de otros", subraya.
La excusa económica de los Gobiernos
Bartolomé y Matas lamentan que su reclamo "
no haya interesado a ningún Gobierno, de cualquier signo político" y consideran que los motivos son "de
carácter económico". "Gracias a las guardias la Administración se ahorra salarios.
Tendría que duplicar la plantilla de médicos si no fuera por ellas. Las guardias son un trabajo esclavista basado solo en criterios económicos", defiende la representante sindical.
La
Organización Internacional del Trabajo (
OIT) estima que un trabajador envejece prematuramente cinco años por cada 15 de trabajo nocturno. Muchas guardias son nocturnas por lo que las consecuencias para la salud son importantes.
Entre ellas, CESM destaca "
problemas circulatorios como la hipertensión, alteraciones digestivas, trastornos del sueño, neurosis, trastornos endocrinos y metabólicos. Y no hay que olvidar los problemas ginecológicos, ya que el trabajo nocturno provoca un número mayor de abortos y partos prematuros".
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